Mi Iglesia Católica de Miami
Monday, June 28, 2021
*Victor Martell
Llevo con mi Iglesia 80 años, de los cuales algunas veces he sentido tristeza por errores cometidos por hombres como yo, que trabajamos para ella, y otras, las más de las veces, como hoy, me siento feliz de llamarme católico.
Permítaseme felicitar a dos personas que cuando hablo de mi Iglesia, tengo que hacerlo: la primera, mi abuela, que me llevó cargado, siendo un bebé, y otras, ya más joven, a empujones, a conocerla y allí amar a los pobres como mis amos, porque esta es la Iglesia de los pobres porque la fundó Jesús, el más pobre de todos los pobres. La otra persona es quien dirige la Iglesia, mi pastor en este caso, Mons. Thomas Wenski, actual Arzobispo de Miami. No, no crean que esto sea “guataquería” cubana. ¿Saben por qué lo hago? Por haber tenido el valor, mostrando responsabilidad y sobre todo transparencia —esa frase que, últimamente, como que se hace rara para mucha gente y sobre todo para los que dirigen— de presentar, para que todos puedan estudiarlo, el Informe Financiero del Año Fiscal 2020.
Qué lástima que sea yo, un feligrés de mi Iglesia, quien tenga que felicitarlo: esto lo deben hacer las distintas instituciones no católicas, la prensa, la televisión, porque quizás sea él, uno de los pocos que lo han hecho; es que solamente tenemos ojos y comentarios para los errores, y viramos la cara cuando estamos ante un hecho sin precedentes. El periodismo no existe solamente para traer noticias de errores, también existe para orientar y enseñar al pueblo quiénes son sus dirigentes.
También quiero dirigirme a ti, lector, como feligrés de las tantas iglesias que tenemos en esta Arquidiócesis, para que cuando pasen la canasta frente a ti no levantes los ojos al cielo y te pongas a rezar, para que crean que no viste la canasta, y para aquellos que parecen descendientes de Washington, porque de su cartera solo sale la foto de él. Por favor, acuérdate de Lincoln y deja tranquilo a Washington. Como has podido comprobar, lo poquito que tú le devuelves al Señor de todo lo que te da diariamente, está muy bien administrado y son muchos los niños, ancianos y pobres que se benefician con ello; de cada dólar que tú donas, solo 14 centavos van para la administración; el resto regresa a los necesitados.
Quiero hacer notar que los dos periódicos de la Arquidiócesis de Miami se hacen eco todos los años de esta información, publicando el resumen de los estados financieros, además de las distintas funciones que se realizan con estos fondos. Es hora de que tú, comerciante católico o cristiano, te anuncies en estos periódicos, que prácticamente se producen con las uñas de sus dirigentes: debiéramos hacer una campaña para que los católicos usemos los productos y visitemos las tiendas de los católicos, para que nos ayudemos mutuamente. Y, como es natural, todos deben anunciarse en las páginas de estos periódicos, para que sean reconocidos.
Este artículo se publicó por primera vez en la edición de junio 2021 de La Voz Catolica.
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