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Feature News | Tuesday, February 13, 2024

Sin redención los sacerdotes en el campo de juego

Seminaristas vuelven a ganar la Copa del Arzobispo ante casi 1,500 espectadores

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MIAMI GARDENS | A Leah Saraí Alisma, de 11 años, y a su prima Emma Mendoza, de 6, les gusta mucho el fútbol. Acompañadas de Saray Matute, madre de Leah, ambas asistieron junto a una multitud de unos 1,500 espectadores que animaban al segundo partido anual de la Copa del Arzobispo entre sacerdotes y seminaristas de la Arquidiócesis de Miami en el campo de atletismo de la universidad de St. Thomas.

"Estamos aquí por el P. Cletus [Omode]. Corre rápido", dijo Leah, quien asiste a la iglesia y escuela de St. Lawrence, en North Miami Beach, donde el P. Omode es el párroco.

Las niñas gritaron entusiasmadas cuando él recibió el balón y avanzó a la ofensiva a través del campo. Entonces, un seminarista de la defensa se lo quitó.

"También queremos que ganen los seminaristas", afirmó Matute, quien animó a las niñas para que animaran a ambos bandos.

La entrada al partido fue gratuita nuevamente, y se solicitaron donativos a beneficio del seminario. La contienda del 26 de enero también sirvió para dar inicio a la Semana de las Escuelas Católicas, del 28 de enero al 3 de febrero.

El seminarista Abelardo García (23) le desea un feliz cumpleaños a su hermano en Dallas después de anotar el primero de sus dos goles en el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Los seminaristas vencieron a los sacerdotes 3-0.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El seminarista Abelardo García (23) le desea un feliz cumpleaños a su hermano en Dallas después de anotar el primero de sus dos goles en el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Los seminaristas vencieron a los sacerdotes 3-0.

Para quienes no pudieron asistir, Radio Paz 830 AM/96.1 FM transmitió el partido a través de sus ondas, y por Facebook y YouTube, con tomas multiangulares y comentarios de Gustavo Méndez y Tony Santos. (Vea el video abajo.)

"Del año pasado, recuerdo el cansancio de los sacerdotes y los gritos de Tony cada vez que sacaba un seminarista", evocó Méndez. "Entonces, arrepentido, decía: 'No, no, tenemos que apoyar a los sacerdotes'".

Los sacerdotes esperaban redimirse después de que el partido del año pasado finalizó 3-0 a favor de los seminaristas.

Durante una entrevista en Instagram con Angélica Duarte, de Radio Paz, el P. Matthew Gómez, director vocacional de la Arquidiócesis, cuya oficina organiza el evento, comentó que la moral de ambos equipos era alta y que cualquiera podía ganar.

"La única manera en que sabremos quién gana, es cuando el árbitro toque el último silbido y diga: 'Ya terminó el juego'", dijo el P. Gómez.

 

CASA DIVIDIDA

El partido dio una sensación de casa dividida, ya que muchos se encontraron indecisos sobre el equipo al que animarían. Incluso, la religiosa paulina Irene Regina no podía decidirse.

El letrero lo dice todo: "Apoyamos a nuestros sacerdotes", durante el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Los seminaristas vencieron a los sacerdotes 3-0.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El letrero lo dice todo: "Apoyamos a nuestros sacerdotes", durante el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Los seminaristas vencieron a los sacerdotes 3-0.

Los fanáticos muestran su apoyo a los seminaristas de St. Katharine Drexel, de Weston, y de Our Lady of Guadalupe, en Doral, durante el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Los seminaristas vencieron a los sacerdotes 3-0..

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Los fanáticos muestran su apoyo a los seminaristas de St. Katharine Drexel, de Weston, y de Our Lady of Guadalupe, en Doral, durante el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Los seminaristas vencieron a los sacerdotes 3-0..

"Mi corazón está con los jóvenes, pero como soy un poco mayor, supongo que debo animar a los sacerdotes. En realidad, ellos son los que nos traen el sacramento, así que, ya se imagina", comentó mientras reía y se encogía de hombros.

Los seminaristas atrajeron a muchos aficionados. Sus animadores tenían matracas e incluían tamborileros y hasta un trompetista. El seminarista Erich Vázquez asumió toda la responsabilidad de ser la mascota, con una camiseta, una peluca afro, y una capa, todas en amarillo, el color de su bando.

"¡Ooo-lé, o-lé, o-lé, o-lé!", cantaba a todo pulmón, mientras animaba a los demás a cantar el emblemático himno de los estadios de fútbol.

Vázquez y su equipo de animadores de los seminaristas entonaron cantos de batalla en inglés y español, desde temas religiosos como "Resucitó" y "Demos gracias al Señor", hasta la canción cubana "Guantanamera" y la favorita de la Navidad, "Mi Burrito Sabanero".

Algunos de los seguidores de los sacerdotes se colocaron a lo largo de la cerca en el límite del campo para que sus párrocos vieran sus carteles de apoyo y los oyeran animar. Desde allí fue donde Cathy Palma, de St. Martha, en Miami Shores, vio el partido con su familia y amigos, y animó a su párroco, el P. Juan Carlos Salazar.

"Nuestra comunidad disfruta mucho del fútbol, así que somos grandes aficionados y queremos apoyarle. Aquí somos su familia. Es el mejor sacerdote y el mejor jugador", afirmó Palma sobre su párroco, que llevaba el número 13 y lucía el brazalete de capitán.

La familia Palma confeccionó sus propias camisetas para el partido, de color azul para apoyar a los sacerdotes, con un balón de fútbol estampado en la parte superior izquierda delantera y "Salazar" escrito en la espalda. Gritos de pánico y emoción brotaron del grupo cuando el P. Salazar se acercó con el balón.

"¡Vamos padrecito! ¡Vamos JC!", gritaban.

Cuando un seminarista le quitó del balón, el P. César Betancourt, que estaba cerca, gritó en español: "¡Arrepiéntete! ¡Arrepiéntete!"

Más tarde, el P. Betancourt, vicario parroquial de Our Lady of the Lakes, en Miami Lakes, bromeó diciendo que si los sacerdotes perdían, no se celebrarían Misas al día siguiente.

Con los deportes, dijo, "tienes que jugar amando a tu enemigo. Aquí, no importa quién gane. Y el que pierda, que entrene".

 

LECCIONES DEL DEPORTE

El Arzobispo Thomas Wenski recordó a los asistentes que, "a través del deporte, aprendemos a colaborar, a cooperar unos con otros, aprendemos grandes valores y crecemos en virtudes".

A los 12 minutos de la primera parte, el seminarista Alejandro Molina, que llevaba el número ocho, marcó el primer gol de penalti. El segundo gol llegó cuando faltaba poco más de tres minutos para finalizar la primera mitad. Tras anotar, el seminarista Abelardo García, con el número 23, asombró al público con una voltereta de celebración.

El joven de 21 años, de Dallas, compartió con el Florida Catholic que había sido reclutado para jugar al fútbol en Kansas. Pero un cambio de parecer le trajo al seminario Redemptoris Mater, en Hialeah, donde ingresó hace siete meses.

Durante el descanso, equipos de animadoras de los colegios de St. Bonaventure en Davie, St. Mark the Evangelist en Southwest Ranches, y de la catedral de St. Mary en Miami, entretuvieron a la multitud. Mientras tanto, los sacerdotes y seminaristas se preparaban para la segunda mitad de 45 minutos.

El seminarista y capitán del equipo, Gabriel Campos, es levantado en triunfo por sus compañeros, después de la victoria de su equipo por 3-0 sobre los sacerdotes durante el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El seminarista y capitán del equipo, Gabriel Campos, es levantado en triunfo por sus compañeros, después de la victoria de su equipo por 3-0 sobre los sacerdotes durante el segundo partido anual de fútbol de la Copa del Arzobispo, jugado el 26 de enero de 2024 en el campo de la Universidad St. Thomas, Miami Gardens.

Pero al final, no fue suficiente para los sacerdotes. El seminarista García marcó otro gol a los 12 minutos de la segunda mitad, lo que le mereció el título de "Jugador Más Valioso" (MVP). Y aunque los sacerdotes continuaron su lucha, no consiguieron marcar.

El silbato final marcó el partido 3-0. Sacerdotes y seminaristas se abrazaron, chocaron los cinco, y se dieron la mano.

"¡Felicidades, seminaristas, por otra victoria, y felicidades, sacerdotes, porque aún siguen en pie!", exclamó el Arzobispo Wenski.

Entregó los premios a los equipos: para los sacerdotes, crema para aliviar el dolor muscular, y para los seminaristas, vasitos para bebés. Luego entregó el trofeo a los seminaristas, que lo alzaron con alegría, y la multitud se desbordó sobre el campo para unirse a la celebración.

"Hicimos todo lo que pudimos", dijo el P. Reynold Brevil, vicario parroquial de la catedral de St. Mary, al Florida Catholic. "Los seminaristas, sólo oran y juegan. Nosotros, celebramos la Misa, confesamos. Es un trabajo a tiempo completo".

Pero añadió que estará listo para el partido del año que viene. Su método de entrenamiento: jugar al fútbol con los alumnos de la escuela de la catedral de St. Mary.  

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