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Feature News | Tuesday, September 12, 2023

Cuando falta el vino, María nos dice lo que debemos hacer

Homilía del padre Elvis González en la fiesta anual de la Virgen de la Caridad

El padre Elvis González, párroco de la iglesia St. Michael the Archangel en Miami, predicó esta homilía en la celebración anual de la Virgen de la Caridad, el 8 de septiembre de 2023.

 

La Ermita de la Caridad y Monseñor Agustín Román

Esta noche se cumplen 57 años que el primer Obispo de la Diócesis de Miami, Monseñor Coleman Carroll, dirigía estas palabras ante miles de fieles en el Miami Stadium: “Es verdaderamente apropiado que este mismo pueblo amante de Dios, el cual se encuentra ahora lejos de su querida patria, exiliado en un suelo extraño, aunque hospitalario, erija un santuario como testimonio del profundo cariño que siente por su patrona, la Virgen del Cobre...”

El padre Elvis González predica la homilía durante la Misa por la fiesta de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, el 8 de septiembre 2023, en la Ermita de la Caridad en Miami.

Fotógrafo: ROCIO GRANADOS | LVC

El padre Elvis González predica la homilía durante la Misa por la fiesta de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, el 8 de septiembre 2023, en la Ermita de la Caridad en Miami.

Después continuaba: “La Diócesis de Miami, en el día de hoy, exhorta a todos los cubanos: artistas, arquitectos, escultores, pintores y artesanos, a que den sus talentos y tiempo a fin de alcanzar esta meta. La Diócesis de Miami, en el día de hoy, convoca a todos los cubanos, hombres, mujeres y niños, ancianos y jóvenes, pobres y ricos, para que ofrezcan frecuentes oraciones a la Virgen de la Caridad y den sus recursos materiales, según sus medios le permitan, para poder edificar un santuario apropiado a la orilla de la Bahía de Biscayne, mirando hacia esa nación admirable, Cuba.”

Seis años después, bajo el liderazgo de nuestro recordado Obispo Agustín Román (el Padre Varela de nuestro tiempo como lo llamó el Arzobispo Thomas Wenski) y por el esfuerzo y generosidad del pueblo cubano en el exilio, quilo a quilo, centavo a centavo, se logró esta noble meta y se pudo edificar esta casa dedicada a la Madre de Dios y Madre nuestra. A lo largo de estos casi 50 años de la construcción de este hermoso santuario, muchos hijos e hijas de Cuba en la diáspora y también muchos hombres y mujeres de diversos rincones del mundo, hemos encontrado refugio y consuelo en la casa de nuestra Madre.

 

Cuando hace falta el vino

Esta noche, una vez más, nos reunimos bajo el amparo de la Caridad para elevar nuestras oraciones e implorar por su intercesión ante su Hijo Jesús, por el pueblo de Cuba y por tantas naciones que hoy exigen dignidad, que claman a gritos que se les respeten sus derechos, que hoy simplemente piden vivir en paz y que se levante la mordaza que les impide expresar su espíritu libre y puedan reconstruir una patria de todos y para todos.

Esta noche resuenan en nuestros corazones las palabras del texto de San Juan que se acaba de proclamar: “Y no tenían vino...” (Juan 2:3). En las Sagradas Escrituras, el vino, siendo signo de la alegría, el gozo y la plenitud, al agotarse en la Boda de Cana de Galilea, se corre el riesgo de que esta nueva familia que ha emprendido un nuevo caminar, pierda el sentido de ser y existir; se pueda convertir en el “hazmerreir” de muchos y terminen perdiendo su dignidad y el espacio que le corresponde en la sociedad. Al faltar el vino en este nuevo hogar se daba espacio a la tristeza y desesperación.

Hoy son muchas las familias de Cuba que a lo largo de casi 65 años han sufrido en carne propia los estragos de una ideología que solamente ha sembrado luto, miseria y destierro. A causa del dolor y el sufrimiento, a veces tenemos la impresión que la alegría y el gozo se han agotado en tantos hogares. Mientras los lideres de este sistema represor se aferran en el poder, movidos por el egoísmo y la ambición, son muchas las familias cubanas que padecen hambre, carecen de medicinas, sus jóvenes son forzados a abandonar sus hogares en busca de una mejor vida, sus ancianos no viven una vejez digna, se les inculca a los niños un falso patriotismo y se predica una libertad camuflada por el control, la intimidación y la represión.

Esta escasez de alegría y gozo también la experimentan muchos pueblos hermanos, que al igual que Cuba, viven una noche oscura.

En Nicaragua, son muchas las familias que hoy lloran a sus estudiantes fallecidos en el 2018. Son miles las familias que han vivido la separación y el destierro. Son muchos los sacerdotes, religiosas, seminaristas que al igual que Monseñor Agustín Román, Monseñor Eduardo Boza Masvidal, Monseñor Pedro Meurice y tantos otros, trataron de silenciar sus voces por ser fieles al Evangelio de Cristo. En esta noche oscura que también se cierna sobre Nicaragua, hay un pastor que fue condenado a prisión y confinamiento por más de 26 años. Este pastor con olor a oveja, que ha predicado a Cristo con su vida, vive hoy en carne propia el dolor y el sufrimiento. Hoy más que nunca elevamos nuestras voces, en medio del ruido ensordecedor del mundo, pidiendo por la liberación incondicional de Monseñor Rolando Álvarez. En medio de la impotencia y la escasez de fuerza interior, esta noche, elevamos nuestras súplicas por la Iglesia perseguida de Nicaragua y el mundo entero.

Las sombras de la noche oscura que viven los pueblos de Cuba y Nicaragua también han alcanzado el cielo de Venezuela. Han sido muchos los hijos e hijas de esta linda tierra que han muerto en la Jungla de Darién tratando de buscar un futuro y sustento para sus familias. Esta noche, sus hijos e hijas que se encuentran dentro y fuera, gritan al mundo la escasez de una justicia imparcial, la escasez del respeto a los derechos humanos, muestran al mundo las heridas del abuso y la tortura causada por corazones duros que solamente buscan su propio interés.

Tampoco podemos olvidarnos del pueblo noble y luchador de Haití; ellos también hoy sufren la escasez no solamente de materiales sino también de esperanza. En una nación con tan larga y rica historia, hoy sus hijos e hijas se encuentran asfixiados por la corrupción alimentada por el crimen organizado. La miseria ha llenado la mesa de tantas familias y a veces el mundo con su indiferencia, ha dejado en el olvido esta pequeña nación.

 

El nuevo vino de Jesús, transforma

Esta noche, no solamente resuena en nuestros corazones la falta de vino, es decir, el agotamiento de la alegría, el gozo y la plenitud. También nos inspira la acción profética de María, que no se queda como una espectadora pasiva; al contrario, le hace saber a su Hijo que se les ha agotado el vino, que haga algo y les pide a los sirvientes que hicieran lo que Jesús les ordenara. Aunque muchas veces nos pareciera que el mal vence y el bien se apaga, María, Madre de la Caridad, apunta a Jesús y nos recuerda que el único camino que da vida y plenitud es el vino transformador de Cristo, es el Amor. En un mundo que vive mucha escasez de espíritu y falta de humanidad, María de la Caridad nos dice que el don grande y gratuito que su Hijo ofrece es su Amor.

En la transformación del agua en vino, Jesús comienza su ministerio con un acto extraordinario de gracia, nos ofrece una primera mirada, a las grandes cosas que están por venir. El vino nuevo de Jesús no solamente transformó la vida de esta pareja en la Boda de Cana, sino también, dio nuevas posibilidades a la familia y a cada uno de nosotros. Cristo también quiere que nosotros le invitemos para que Él transforme nuestra vida de pecado en una vida llena de virtud. Cristo quiere llegar a nuestras vidas para llenar nuestros vacíos y renovar nuestras fuerzas. Es el amor transformador de Jesús el que cambia nuestros corazones duros y con su presencia disipa cualquier idolatría del mundo.

 

Conclusión

Esta noche, bajo el amparo de la Caridad, nosotros los hijos e hijas desterrados de Eva, encontramos en esta Ermita un espacio en donde no solamente nos une el dolor y el sufrimiento, sino también la esperanza para continuar esperando el vino bueno, con la certeza de que sobre Cuba y nuestros pueblos, nacerá el Sol que nace de lo Alto. Que el Hijo de María, mostrado en su mano, sea la única luz verdadera, aunque la cruz sigua presente.

Virgen de la Caridad! Salva a Cuba.
Virgen de la Caridad! Ruega por nosotros.
Viva la Virgen de la Caridad del Cobre!

Comments from readers

Fr. Luis G Garcia - 09/13/2023 10:14 AM
Excelente homilia, muy completa y bien redactada históricamente y teológicamente toco el corazón de todos. Muchas gracias Padre Elvis. Virgen de la Caridad! Salva a Cuba y al mundo. Felicidades!!! Padre. Luis G Garcia

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