By Cristina Cabrera Jarro -
MIAMI | Uno de los carismas de los Claretianos es la evangelización por todos los medios posibles. Para la Hna. Eridania Reinoso, eso significa enseñar a los jóvenes y jóvenes adultos a alabar a Dios de una nueva manera: a través del baile.
A pesar de su aun corta estadía en Miami, el carisma juvenil de la Hna. Eridania ha tocado los corazones de muchos, especialmente el de los jóvenes adultos del grupo Juventud Peregrina, de la parroquia St. Catherine of Siena, donde fue asignada por primera vez en el año 2013.
"La alegría del baile que nos ha mostrado ha sido algo nuevo para nosotros que nunca antes lo habíamos hecho", dijo Karen Riobo. "En lugar de sólo cantar alabanzas también lo hicimos con el baile. Su don es el baile. Ella compartió ese regalo con nosotros y hemos aprendido algunos pasos con ella. Fue hermoso haber tenido la oportunidad de ser parte de su formación".
Los talentos de la Hna. Eridania también fueron útiles en su siguiente asignación, la Iglesia Corpus Christi, en Wynwood, en donde ayudo en la representación anual de Navidad.
"Es muy lindo porque los niños pierden el miedo escénico", dijo la Hna. Eridania. "También es una forma de evangelizar, porque a veces la obra de Navidad es lo única que ellos (y sus padres) ven durante la Navidad".
El 2 de febrero en Corpus Christi, la Hna. Eridania dio un paso hacia adelante de una manera diferente: en frente de su familia, amigos, compañeros religiosos, seminaristas, sacerdotes y feligreses, profeso sus primeros votos como misionera Claretiana � la segunda joven en hacerlo en varios meses.
La Hna. Eridania recordó que su curiosidad por la vida religiosa floreció a los 11 años, en República Dominicana, donde nació, creció, e fue inspirada por los Claretianos que conoció.
"Un seminarista en mi parroquia invitó a todos los jóvenes a quedarse después de la Misa porque había una reunión de vocaciones apostólicas", dijo. "Yo no sabía para qué era, pero me quedé".
Fue entonces cuando conoció a la Hna. Mercedes Domínguez, una misionera Claretiana que lideró el grupo juvenil de la parroquia. A medida que pasaba el tiempo y Eridania conocía a más miembros de la congregación, se dio cuenta que su compasión y su trabajo le atraía.
En el 2009 obtuvo una licenciatura en educación primaria del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña. Encontró trabajo como secretaria de los Ministerios Pastorales en la Diócesis de San Pedro de Macorís y como secretaria del Plan Pastoral, en la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Pero la vida religiosa, en particular, el trabajo de las Claretianas, le seguía llamando.
Su madre Josefina y su padre Francisco Reinoso, dijeron que sabían desde hace tiempo que la vida religiosa era una posibilidad muy viable para su hija, pero querían que ella lo descubriera por sí misma.
“Nunca la empujamos en ninguna dirección. La dejamos explorar las posibilidades por ella misma”, dijo Francisco Reinoso, diácono permanente de la Diócesis de San Pedro de Macoris. “Sin embargo, siempre le dijimos en cada paso que dio, que lo tome pensándolo detenidamente, analizándolo bien y de alguna manera eso le inspiraría a dar pasos firmes en su camino.
“Y así fue como se encontró con diferentes comunidades. Y fue mirando, mirando y mirando hasta que definitivamente se comprometió con las Claretianas. Nosotros realmente lo vemos como una bendición”, dijo el Diácono Reinoso.
La Hna. Eridania entró en la orden en el 2011, en Santo Domingo, y en el 2013 fue enviada a la casa de formación en Miami, donde comenzó su tiempo como novicia. Dejando a su familia, su casa y su trabajo para ir a un nuevo país, sin conocer el idioma, sin conocer la cultura, fue un cambio drástico para ella.
Pero la Hna. Ondina Cortés, superiora de la orden de las Claretianas en Miami, le recordó cómo Jesús llamó a los apóstoles. Ellos también dejaron su trabajo y sus familias, sin cuestionar y sin saber a dónde iban o lo que harían.
"Eso explica lo que Dios hace en las personas", dijo la Hna. Ondina. "Creo que es un símbolo y es un ejemplo para los jóvenes de hoy que cuando nos enamoramos verdaderamente del señor somos capaces de cualquier cosa. Esto es algo que ha estado ocurriendo desde hace 2,000 años".
Debido a que la Hna. Eridania solo tiene 27 años, también está sentando un ejemplo para los adultos jóvenes a seguir el llamado a la vida religiosa, si lo tienen.
"¿Qué joven hoy no goza dirigiendo su propia vida y haciendo sus propios planes?", dijo la Hna. Ondina. "Y aquí tenemos a una joven que está renunciando a eso y se está consagrando a la obediencia. Se dice que lo mejor para ella es la voluntad de Dios y ella está dispuesta a seguir su voluntad".
La profesión de la Hna. Eridania también resultó edificante para sus compañeros de clase del Seminario St. John Vianney.
"Verla aquí es una gran inspiración para nosotros, para seguir adelante, sobretodo porque tenemos un largo camino por delante", dijo Gustavo Santos, un seminarista en su primer año.
La Hna. Claretiana Ivette Habach, que profesó sus primeros votos en diciembre del 2015, comparte un vínculo especial con la Hna. Eridania porque estuvieron juntas como novicias.
“Es hermoso ver que pasamos la etapa de ser novicias y vernos la una a la otra como religiosas”, dijo la Hna. Ivette. “Es como decir, ‘Wow, lo hicimos’. Y ver cuánto hemos crecido, y cuánto seguiremos creciendo, fortaleciéndonos mutuamente a medida que avanzamos, uniéndonos cada vez más como familia”.