By Archbishop Thomas Wenski - The Archdiocese of Miami
El Arzobispo Thomas Wenski predicó esta homilía en la Misa por la Fiesta de la Epifanía que grabó en la Misión La Milagrosa de la iglesia Corpus Christi en Miami. La Misa fue transmitida por el Canal 23-WLTV y en el sitio web de la Arquidiócesis de Miami el 5 de enero de 2025.
Los Reyes Magos siguieron la luz de una Estrella solitaria y en Belén se encontraron con el Niño Dios, quien vino no solo para salvar a los judíos, sino, también para salvar a todas las naciones, a todas las razas.
Y al mismo tiempo comenzamos un nuevo año – pero los mismos problemas, los mismos retos de antes: las guerras, las divisiones políticas y sociales, las incertidumbres económicas, los retos migratorios, etcétera. Una letanía de dolores y sufrimientos que nos afecta a todos y que debe preocuparnos a todos.
¿Qué puede salvarnos? En el pesebre de Belén nos encontramos la respuesta. Esta fiesta de la Epifanía nos recuerda que no son las ideologías ni de la derecha ni de la izquierda las que salvan el mundo, sino solo dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante de lo que es realmente bueno y auténtico [...], mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno.
¿Qué puede salvarnos sino el amor? El amor concreto, el amor comprometido, el amor que se hizo hombre, para que así pudiera rescatarnos, redimirnos. Ese Amor se complace en la verdad, es la fuerza que nos hace capaces de comprometernos con la verdad, la justicia, la paz, porque todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (cf. 1 Co 13,)
Y nos dicen las palabras del Evangelio, (los Reyes Magos) regresaron a su tierra por otro camino. Cogieron otro camino: o sea al dirigir la mirada al Dios viviente, se mostraron capaces de comprometerse con la verdad, la justicia, la paz.
Encontrarnos con Cristo también nos exige a nosotros a dirigirnos por otro camino. Y María, la Santa Madre de Dios nos indica el camino a seguir - es el camino de la caridad, con el amor. Con María, no vamos a dejarnos vencer por el desánimo ante las dificultades, ni tampoco nos vamos a entregar a las falsas soluciones, que con frecuencia se presentan. Que nosotros también nos dirijamos por este otro camino, el camino del amor, de la fraternidad.
Que nos comprometamos con la verdad, la justicia y la paz en el año nuevo. Que la luz que siguieron los Reyes Magos nos guie hoy.
