Se lo debemos a ellos
Monday, December 13, 2021
*Tony Magliano
Durante los 20 años que duró la devastadora guerra de la coalición liderada por los Estados Unidos contra los talibanes en Afganistán, el pueblo pobre de esa nación sufrió las brutalidades de la guerra que la mayoría de nosotros apenas puede comenzar a imaginar. Y el reciente final de esa guerra no ha acabado con el sufrimiento.
Según el proyecto "Cost of War" (Coste de la Guerra), de la Universidad de Brown (https://bit.ly/3CEW5Pp), Afganistán ha sufrido al menos 46,319 muertes de civiles en la guerra; graves abusos de los derechos humanos contra la población civil cometidos por las milicias armadas de la CIA; problemas de salud mental en dos tercios de la población, incluidos innumerables niños traumatizados; destrucción a gran escala de las infraestructuras; y más de 2 millones de refugiados. Además de toda esta miseria, millones de afganos se enfrentan a una hambruna inminente.
Según el Quincy Institute for Responsible Statecraft, el Congreso de los Estados Unidos destinó más de 3,000 millones de dólares al ejército afgano antes de que cayera en manos de los talibanes en agosto. Al plantear una poderosa cuestión moral, el Quincy Institute pregunta: "¿Tenemos una determinación similar para ayudar al pueblo afgano mientras millones de personas se enfrentan a la hambruna durante este invierno?"
El Quincy Institute afirma que los Estados Unidos sólo han prometido 474 millones de dólares para aliviar la crisis de la hambruna en Afganistán. Destacan que esta cantidad palidece en comparación con los miles de millones de dólares gastados para librar la guerra en Afganistán, y es mucho menos de lo que se necesita para evitar la hambruna masiva.
De acuerdo con un reciente informe de la ONU, Afganistán se encuentra en una "cuenta regresiva hacia la catástrofe si no hay ayuda humanitaria urgente".
El informe afirma con crudeza: "Los impactos combinados de la sequía, el conflicto, el COVID-19 y la crisis económica en Afganistán han hecho que más de la mitad de la población se enfrente a un nivel récord de hambre aguda".
En el informe, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, hizo un llamado: "Es urgente que actuemos de forma adecuada y eficiente para acelerar y ampliar nuestra entrega en Afganistán antes de que el invierno deje sin suministro a una gran parte del país, con millones de personas —incluyendo agricultores, mujeres, niños pequeños y ancianos— pasando hambre en el invierno gélido. Es una cuestión de vida o muerte". (https://bit.ly/30LlAkK)
"El hambre está aumentando y los niños están muriendo", advirtió David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. "No podemos alimentar a la gente con promesas: los compromisos de financiación deben convertirse en dinero en efectivo, y la comunidad internacional debe unirse para hacer frente a esta crisis, que se está saliendo rápidamente de control" (visiten https://bit.ly/3HH0S6U y vean un vídeo inspirador en https://to.pbs.org/3nC7N9g).
Por favor, comuníquense con sus representantes nacionales para instarlos a que financien sólidamente la ayuda que salvará vidas en el desesperado pueblo afgano. (En los Estados Unidos, envíen un correo electrónico y llamen a sus dos senadores y a su representante a través de la centralita del Capitolio: 202-224-3121). Y todo el mundo debe presionar al Presidente Biden, instándole a que promueva una ayuda mucho más inmediata y a largo plazo canalizada a través de organizaciones no gubernamentales como Catholic Relief Services. Envíenle un correo electrónico a https://www.whitehouse.gov/contact/.
Por favor, también hagan una donación a los esfuerzos sumamente efectivos de Catholic Relief Services que se encuentran desplegados en Afganistán (https://support.crs.org/donate/support-afghanistan).
El mundo, y especialmente las naciones que libraron la guerra en Afganistán, no pueden ignorar la emergencia de vida y muerte a la que se enfrenta el sufrido pueblo afgano. Son nuestros hermanos y hermanas que claman por nuestra ayuda.
El Papa Francisco, en su inspiradora y desafiante carta encíclica social titulada Fratelli Tutti ("Sobre la fraternidad y la amistad social"), nos urge a construir una alternativa global fraterna centrada en el Evangelio que sustituya nuestra "cultura del descarte" por la "cultura del encuentro". Francisco escribe: "Anhelo que en esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad".
El Afganistán sufriente nos llama a construir la "cultura del encuentro" del Papa Francisco.
Se lo debemos.
