Cáncer, COVID y Facebook
Monday, August 30, 2021
* Ana Rodriguez Soto
Hace unas semanas, vi una publicación en Facebook que me inquietó (como si eso fuera algo nuevo, ¿verdad?). Pero esta me afectó mucho.
Era una caricatura que mostraba a una madre de la década de 1950 que hablaba con su hijo: "Mamá, ¿por qué no hay una cura para el cáncer?", pregunta el niño. "Jimmy, porque se gana mucho más dinero con el tratamiento de una enfermedad durante toda la vida que curarla en un día".
De todos los memes simplistas e idiotas que pasan por sabiduría en Facebook (y otras plataformas de las redes sociales), este me molestó. Me pareció un insulto para cualquiera que haya tenido la desgracia de sufrir cáncer, ya sea que lo haya sobrevivido o por haber visto morir a un ser querido a causa del mismo.
Supongo que todos hemos sido estúpidos por haber ido al médico. Quizás la persona que hizo esa caricatura podría hacernos un favor a los demás y compartir sus conocimientos milagrosos con el mundo.
En palabras de la Sociedad Americana del Cáncer: "El cáncer es más que una sola enfermedad. Existen muchos tipos de cáncer". Algunos se desarrollan con rapidez; otros de forma más lenta. Algunos afectan a la sangre —leucemia, linfoma, mieloma múltiple— otros se manifiestan como tumores sólidos en órganos como los senos, los pulmones, la próstata y el colon.
Aun dentro de los mismos tipos de cáncer, hay diferencias. Basta con preguntar a cualquier mujer que haya tenido cáncer del seno: ¿Era triple negativo? ¿Receptor de estrógenos? ¿Receptor de progesterona? ¿HER2 positivo? Su tratamiento será diferente según el diagnóstico.
Lo que significa que conseguir una cura de un día para el cáncer puede ser imposible.
Pero, por supuesto, ¿quién necesita expertos cuando las redes sociales pueden darnos la respuesta que queremos, y expresarla en forma de caricatura o meme? ¿O de una cita que Abraham Lincoln publicó en su muro?
Dicen que "ojos que no ven, corazón que no siente". Debe ser por eso que pasamos tanto tiempo en las redes sociales, donde podemos encontrar respuestas sencillas a preguntas complejas y no perturbar nuestras grandes mentes con los rigores de la lógica, o del razonamiento.
Resulta irónico que, en estos tiempos de pandemia, esos expertos en medicina tan criticados y vilipendiados hayan hecho justo lo que la caricatura ofensiva dice que se niegan a hacer: conseguir una cura milagrosa para una enfermedad que, en un año y medio, ha matado a más de 620,000 estadounidenses, y a más de 4 millones de personas en todo el mundo.
Se desarrolló una vacuna. La verdadera prevención. Con dos inyecciones, o incluso una, pueden evitar enfermarse de gravedad con el COVID-19, o tal vez incluso infectarse, si se ponen una mascarilla y no permanecen en lugares concurridos donde la transmisión es desenfrenada.
Ah, pero ahí vuelven las redes sociales a decirnos que el COVID es una patraña (en la que todo el mundo parece haber caído, lo que me hace preguntar si los charlatanes viven en otro planeta). O que es sólo la gripe, no es gran cosa; tomen algunas vitaminas o un brebaje que se vende sin receta con quién sabe qué ingredientes y sin la aprobación de la FDA. Pero, sobre todo, que eviten esa vacuna "experimental" que la FDA aprobó sólo de emergencia (la de Pfizer se aprobó de lleno la semana pasada), ese "veneno" que se ha inyectado a 1,200 millones de personas en todo el mundo (y aunque la inmensa mayoría sigue con vida, que no tomemos eso en cuenta).
Durante el pasado año me he preguntado con frecuencia: ¿Y si sustituimos la palabra COVID por cáncer? El cáncer también afecta más a las personas de mediana edad y a los ancianos que a los jóvenes. Nadie sabe en realidad por qué o cómo se "contagiaron". También en el caso del cáncer, la supervivencia es imprevisible: Dos mujeres a las que se les diagnostica el mismo tipo de cáncer del seno pueden tener resultados muy distintos.
Imaginen que descubrimos que el cáncer se propaga por el aire. (Algunos tipos de cáncer cervical sí se originan con el virus de papiloma humano, VPH, para el que la ciencia ha producido una vacuna). Creo que la mayoría de nosotros nos pondríamos doble o triple mascarilla en ese momento, sin objeciones.
¿Y si los expertos anunciaran entonces que han desarrollado una vacuna contra el cáncer? Aunque fuera experimental, con aprobación de emergencia o no, tengo la certeza de que la gente haría cola para vacunarse. Porque conocemos el cáncer. No es una enfermedad "nueva".
Todo lo cual es una forma indirecta de decir: Vayan a la fuente. En el caso del COVID o del cáncer, pregunten a su médico, no a Facebook, Twitter, Instagram o TikTok. Sobre todo, deténganse y piensen antes de "compartir" ese meme que parece brillante pero es tan simplista.
Por último, vacúnense contra el COVID: esa milagrosa "cura en un día" que desarrollaron los profesionales de la medicina y que ahora se ofrece —de forma gratuita— en una farmacia o una carpa cerca de ustedes.
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