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Durante la cuarentena del COVID-19, el acceso a la misa se ha simplificado. A pesar de que nuestra familia extendida está repartida en varias casas, podemos "asistir" a la misa como una familia, unidos. Aquí les digo cómo.  

Mi hermano programa una reunión por Zoom y nos envía una invitación por correo electrónico a nuestra madre, que vive sola, y a mí. Todos nos conectamos a la hora indicada, y abro una misa dominical pregrabada. Hago clic en "compartir mi pantalla" y todos podemos ver y escuchar la misma misa, y al mismo tiempo, podemos ver y escuchar a los demás.

Con suerte, esto tendrá su fin. Los estados ya comienzan a abrir playas y parques; algunos negocios no esenciales reanudan operaciones, y hay un gran anhelo de que la vida regrese a la normalidad. Pero ¿volveremos a la normalidad pre-pandémica o surgirá una nueva normalidad, no sólo en la vida cotidiana, sino también en la vida litúrgica?

Comparto algunos temas sobre los que pienso, y me encantaría conocer lo que piensan ustedes.

 

ASISTENCIA A MISA

Cuando la pandemia termine, ¿creen que asistirá más gente a la misa o menos? Entre los posibles motivos para que la asistencia a la misa disminuya se pueden encontrar los siguientes:

  • Mi familia ha desarrollado un ritmo y una pauta con las misas a pedido, "on-demand", que satisface nuestra necesidad espiritual. Nunca llegamos tarde a la iglesia, podemos "asistir" en pijamas, y no hay que reprimir los gritos de los niños. Si surgiera algo, siempre se puede hacer una pausa. Nunca nos dimos cuenta de que, en realidad, no necesitamos asistir a la misa en persona.
  • Temo infectarme con el coronavirus. Soy una persona mayor con condiciones médicas que me ponen en alto riesgo de complicaciones. Aunque la misa está disponible, seguiré viéndola por televisión, y un ministro extraordinario de la Sagrada Comunión visitará mi casa con guantes y una máscara para traerme la Eucaristía.

Por otra parte, la asistencia a la misa puede aumentar:

  • Aunque no asistía con la regularidad que debía, no me había dado cuenta de la importancia de la misa y la Eucaristía hasta que no estuvieron disponibles. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. No puedo esperar a regresar a la misa.
  • Si hay algo que esta pandemia me ha enseñado es que la vida es frágil. Ha muerto gente joven y saludable. No soy inmortal y nunca se sabe "cuándo es tu turno". Necesito que mi vida esté bien con Dios. Necesito ir a la misa.

 

RÚBRICAS DE LA MISA

Cuando la misa esté disponible de nuevo para los fieles, ¿cómo cambiará?

  • ¿Habrá una misa separada exclusivamente para los mayores de 65 años con condiciones de salud preexistentes?
  • ¿Habrá chequeos de temperatura para poder entrar a la iglesia?
  • Debido al distanciamiento social en los asientos, ¿se le permitirá la entrada a la iglesia solo a una cantidad menor de personas?
  • Si hubiera una cantidad limitada de asientos, ¿tendremos que hacer una reservación para la misa como lo hacemos en un restaurante? "Hola. ¿Puedo hacer una reservación para cuatro para la misa de las 10 a.m. del domingo?" "No, lo siento. Esa misa ha alcanzado su capacidad, pero aún queda espacio en la de las 11:30. ¿Les anoto?"
  • Habrá dispensadores de Purell junto a los de agua bendita.
  • Los ministros en la procesión de entrada mantendrán 6 pies de distancia.
  • Todos los ministros deberán llevar guantes episcopales.
  • No pueden volver a tomarse de la mano durante el Padre Nuestro. (¡Al fin!)
  • El rito de la paz ya no tendrá un saludo de la paz. Y si lo tiene, será con movimientos de las manos e inclinación de la cabeza.
  • Pedazos de cinta en el piso garantizarán que las personas en la línea para la comunión mantengan 6 pies de distancia.
  • Los ministros ordinarios y extraordinarios de la Sagrada Comunión llevarán máscaras, guantes y protectores faciales del color litúrgico apropiado.
  • La comunión sólo se dará en la mano. No dependerá de la persona.
  • Los fieles no podrán tomar la Preciosa Sangre de Cristo.
  • El sacerdote no estrechará la mano después de la misa. Un choque de puño. Quizás.
Algunas de las sugerencias anteriores son bromas, pero puedo visualizar que se apliquen las otras.

Pero, después de que se desarrolle una vacuna y tengamos inmunidad colectiva, ¿volverán las cosas a ser exactamente como antes? ¿Será el 2020 sólo una acotación en la historia de la liturgia, o merecerá su propio capítulo?

¿La asistencia a la misa se disparará, caerá en picada o permanecerá igual? Una vez que la misa esté disponible, ¿habrá cambios? ¿Cuáles? ¿Serán permanentes? ¿Vendrán cambios universales desde el Vaticano? ¿Impondrá la Conferencia de Obispos revisiones nacionales? ¿Dependerá de los obispos decidir qué es lo mejor para su diócesis, o el párroco local hará sus propios cambios adaptados a la demografía de su parroquia?

¡Son muchas cuestiones que considerar!

Comments from readers

Humberto Casas - 05/09/2020 08:06 AM
I was a person afraid of viruses ;But found my straint in The House of Our Lord !. I'M especially glad when I take The blood and body of Christ. I'M safe and protected in His house.
Michael Kramer - 05/07/2020 04:03 PM
“Communion in the hand only” is a violation of Redemptionis Sacramentum and as recently clarified by His Eminence Robert Cardinal Sarah, the prefect for the congregation for Divine Worship, the absolute freedom and requirement that the right to receive on the tongue remains is settled. Let’s be clear. What’s up to the individual for better or worse is whether or not to receive in the hand. The universal norm in the Catholic Church east and west is reception on the tongue. The individual choice to receive in the hand is one of exception.
Dolores Hanley McDiarmid - 05/06/2020 09:20 AM
Dear Dan, Thank you for your article about the post-pandemic Mass. I enjoyed it very much. There certainly are many things we need to consider before we gather together in person for Mass while staying safe at the same time. I agree that watching Mass on TV or at home is very convenient and there are many advantages except one. There is nothing that can compare with actually receiving the body, blood, souls and divinity of our Lord in the Eucharist. We must physically be present at Mass or have access to a Eucharistic Minister. I do believe that if there is ever a time for us to have a greater appreciation and reverence for the Eucharist, it will be when we come together for real time Mass in our various faith communities. The next time I receive Holy Communion I want to be on my knees. I have also been wondering about the number of people arriving in person for our first Mass when we re-open; I pray we have A LOT of people. This would be a good problem to have. I am sure we will find the answers on what to do with the guidance of the Holy Spirit. Dan, thank you again for raising our awareness about many of the things we need to be thinking of in order to prepare for our first post-pandemic Mass.
james - 05/05/2020 09:47 PM
Respectfully, How am I supposed to understand the Spanish writing. This is the USA. Write in English and then duplicate it with Spanish.
Antonio Fernandez - 05/04/2020 02:33 PM
Me uno a Carlos M. Calvo Forte en confiar, desear e incluso pedir el distribuir la Sagrada Comunión solamente en la mano al igual que en un principio... señal de mayiría de edad en la fe y forma definitivamente más higiénica.
Rafael M. Calvo Forte - 05/04/2020 10:16 AM
Muy buen expresado por ud. las inquietudes y sugerencias litúrgicas. Para mí, las más importantes son: No darse las manos en el Padrenuestro. El saludo de la paz con hacer una inclinación de la cabeza a los cercanos o elevar la mano. La comunión sólo en la mano: por experiencia propia declaro: algunas personas que comulgan en la boca, sin querer, lamen los dedos del ministro y, esa saliva dejada en los dedos del ministro, será depositada en la boca del próximo que se acerque a comulgar , y’a en la boca, y’a en la mano; pues el virus pasará a la lengua o sagrada forma del próximo en comulgar. La distancia social entre los fieles, quizás no tenga que ser de seis pies sino de tres, pero con uso obligatorio de mascarilla que, se subirá al momento de comulgar. Los ministros en el presbiterio, guardando la distancia de tres o cuatro pies. El que preside deberá usar mascarilla todo el tiempo que esté frente al altar, también los diáconos al servir el altar. A la salida evitar el apretón de manos del celebrante. Y obligatorio el uso de Purell al entrar y salir del templo. Todo pasará, la paciencia todo lo alcanza...
RAFAEL ANGEL DE LOS REYES - 05/04/2020 10:10 AM
In God we trust. The Holy Spirit Who has been with us, the Church, since our birth on the First Feast of Pentecost, will continue to guide us through our Holy Father and the Bishops who are faithful members of the Magisterium of the Church. Jesus, I trust in You!

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