La persecución de los cristianos es peor ahora que nunca. ¿Nos importa?
Monday, May 13, 2019
*Tony Magliano
“La persecución de los cristianos es hoy peor que en cualquier otro momento de la historia”, informa la caridad papal Ayuda a la Iglesia Necesitada en su reporte sobre los cristianos oprimidos titulado “¿Perseguidos y olvidados?” (http://bit.ly/acn_informe2018).
Los bombardeos coordinados contra los cristianos el Domingo de Pascua en Sri Lanka, que mataron al menos a 290 personas e hirieron a otras 500, demuestran trágicamente lo peligroso que es ser cristiano en muchos lugares del mundo (https://cnn.it/2vEo7ul).
“Los cristianos no solo son más perseguidos que cualquier otro grupo de fe”, dice el informe “¿Perseguidos y olvidados?”, sino que cada vez más personas están experimentando las peores formas de persecución, incluyendo el ahorcamiento y la crucifixión.
Una muestra del índice del informe destaca sólo una fracción de la persecución sufrida por cristianos en todo el mundo:
- Egipto: Terroristas suicidas atacan durante la misa
- Siria: Monasterio arrasado y muertos profanados
- Sudán: Iglesias destruidas por orden del gobierno
Según un informe del Centro de Investigaciones Pew para 2017, los cristianos sufrieron persecución por parte del gobierno y hostilidades sociales en 128 países, “más países que cualquier otro grupo religioso”.
Y de acuerdo con Open Doors, organización dedicada al auxilio de los cristianos perseguidos en todo el mundo, aproximadamente 245 millones de cristianos –en los 50 países donde es más difícil serlo– experimentan persecución a causa de su fe, y un promedio de 345 cristianos son asesinados cada mes (http://bit.ly/2VJ7vjP).
El informe “¿Perseguidos y olvidados?” de Ayuda a la Iglesia Necesitada, acusa a la comunidad internacional de no responder de manera adecuada a la violencia, afirmando que “los gobiernos de Occidente y de las Naciones Unidas no ofrecieron a los cristianos de países como Iraq y Siria la ayuda de emergencia que necesitaban a medida que se ponía en marcha el genocidio”.
El informe agrega: “Si las organizaciones cristianas y otras instituciones no hubieran llenado el vacío, la presencia cristiana ya habría desaparecido en Iraq y otras partes de Oriente Medio”.
El informe “¿Perseguidos y olvidados?” declara desafiante: “La naturaleza omnipresente de la persecución, y las pruebas que implican a regímenes con los que Occidente tiene estrechos vínculos comerciales y estratégicos, suponen que corresponde a nuestros Gobiernos usar su influencia para defender a las minorías, especialmente a los cristianos”.
Sin embargo, por desgracia, muchos gobiernos anteponen en gran medida los intereses lucrativos y estratégicos a los seres humanos perseguidos.
El reporte indica que el presidente Trump firmó un acuerdo de armas por $110 mil millones con Arabia Saudita, aunque los informes resaltan que “proveedores saudíes están suministrando armas y financiación a grupos suníes extremistas, en particular Daesh [ISIS], responsable del genocidio contra los cristianos” (y tampoco olvidamos los despiadados ataques militares en curso de los saudíes sobre un sinnúmero de niños, mujeres y hombres yemenitas inocentes).
Con un profético llamado de advertencia a poner nuestra fe en Cristo antes de la lealtad nacional, el informe proclama: “Los cristianos no deben seguir siendo sacrificados en el altar de la conveniencia estratégica y la ventaja económica”.
Por eso, envíe con regularidad un correo electrónico y llame a sus dos senadores y congresistas de los EE. UU. (centralita del Capitolio: 202-224-3121) para instarles a presionar a todos los países que participan en hostilidades contra cristianos, otras personas de fe y minorías, a poner fin a la persecución por completo, y exhórteles a asignar más ayuda en el presupuesto de 2020 para quienes sufren la persecución.
Además, inscríbase para recibir actualizaciones de Open Doors (https://bit.ly/2URRK5G), y recordemos en la oración privada y litúrgica a quienes sufren por la fe.
Por favor, colabore con Ayuda a la Iglesia Necesitada en sus esfuerzos por proporcionar a los cristianos perseguidos con la ayuda económica necesaria para sobrevivir (http://bit.ly/ain_donar).
Estos son nuestros hermanos y hermanas en Cristo. No podemos mirar hacia otro lado mientras sufren.
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