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Fotógrafo:

Alerte a los medios.

Él está alerta y responde.

La seguridad nos ha puesto en alerta máxima.

Manténgase alerta mientras conduce.

Nos alertaron del peligro.

Un vecino alerta llamó a las autoridades.

Abril es el Mes para la Prevención del Abuso Infantil, y nos da la oportunidad de revisar qué entendemos por estar "alerta". Es nuestro 15to año de cumplir con la Carta de los Obispos de los Estados Unidos para la Protección de los Niños y Jóvenes, y en la Arquidiócesis estamos familiarizados con la naturaleza horrible del abuso sexual infantil y de los depredadores. Sabemos que el depredador busca a los niños. Sabemos que podemos ayudar a proteger a los niños al requerir a los adultos que tienen acceso a niños en entidades arquidiocesanas, la toma de huellas dactilares y el entrenamiento de Virtus, el programa de concientización y prevención sobre el abuso sexual infantil.

Sabemos que al requerirle a estas personas que firmen las Promesas para Promover el Ambiente Seguro, podemos ser muy claros sobre las expectativas, así como el comportamiento aceptable e inaceptable de quienes estén con los niños.

Sin embargo, a veces tenemos dificultades con las “zonas grises”, que con frecuencia son problemas de límites. Es fundamental identificar y abordar los asuntos de los límites para intervenir antes de que ocurra el abuso, porque también sabemos que el abuso sexual infantil es un crimen que se puede prevenir.

En la Arquidiócesis de Miami, todos los empleados y voluntarios con acceso a niños y/o adultos vulnerables deben asistir a una sesión de entrenamiento en vivo de Virtus, donde aprenden el plan de cinco pasos para proteger a los más vulnerables entre nosotros. El primer paso nos indica las señales de advertencia. Algunos incluyen:

  • desalentar a otros adultos a participar o supervisar;
  • querer siempre estar a solas con los jóvenes;
  • demostrar más entusiasmo por estar con niños que con adultos;
  • pensar que las reglas no se aplican a él/ella;
  • permitirles a los jóvenes participar en actividades que sus padres no permitirían.

Las señales de advertencia son también ejemplos de problemas con los límites. Aunque es común que los depredadores demuestren estos signos de alerta, hay ocasiones en que otros adultos con buenas intenciones también demuestran estos tipos de comportamiento. Por lo tanto, y para ser claros, estas señales de advertencia no son exclusivas de un depredador, sino de problemas de conducta/límites inapropiados.

Consideren lo siguiente: ¿Cuál es la diferencia entre el comportamiento de un depredador en el proceso de acoso, y el de un maestro bien intencionado que tenga estudiantes favoritos? Ninguna. La diferencia está en el motivo. Sin embargo, el comportamiento debe ser abordado en ambos escenarios.  

Ustedes pueden estar pensando por qué necesitamos abordarlo si es un(a) maestro(a) con buenas intenciones, de quien no tenemos sospecha. Hay varias razones. Tratar a un niño de manera distinta, incluso positiva, le permite al niño entender que este comportamiento es aceptable, pero lo desensibiliza al acoso del depredador. También condiciona a una comunidad (profesores, personal, padres) a aceptar el comportamiento inapropiado, dejándoles menos propensos a reconocer el comportamiento cuando proviene de un depredador.

El depredador también observa el comportamiento. Si un cuatro por ciento de la población abusa, y otro dos por ciento piensa en abusar, ¡están observando! Esto significa que un depredador interpreta ese comportamiento como un lapso en la protección de los niños, y ve a esa comunidad como un lugar perfecto para obtener el acceso y la confianza que necesita para acercarse a los niños.

Todos los adultos se encuentran en posición de ver e identificar problemas de límites o señales de advertencia alrededor de los niños, aunque pueden ser difíciles de definir. Es muy parecido al sentido común: el significado puede ser muy distinto para cada uno de nosotros, por lo que es más genuino decir que no existe tal cosa como el sentido común. Por eso, la Promesa para Promover el Ambiente Seguro es un buen punto para comenzar. La promesa para los empleados y para los voluntarios se encuentra aquí

A partir de ahí, consideren el paso 5 del plan de Virtus: expresen sus preocupaciones. Si se tratara de límites, ustedes comunicarían su preocupación a través de la línea de mando en su organización. Si es una escuela, hablen con el director. Si se trata de un programa de educación religiosa parroquial, hablen con el director de educación religiosa o con el párroco. Si se trata de un evento deportivo después del horario escolar, hablen con el director atlético del programa o departamento de recreación. Recuerden que sólo están comunicando una preocupación, no están acusando a alguien de abuso.

Si su señal de advertencia sobre los límites involucra a un miembro de la familia, deben llamar al Departamento de Niños y Familias (DCF). Cada vez que su preocupación se eleve hasta sospechar abuso, ya sea en una escuela, parroquia, hogar, deportes u otro programa extracurricular, su comunicación debe ir directamente a las autoridades legales: DCF al 1-800-96ABUSE. Esa es la primera llamada. Luego les pedimos que lo informen a la Arquidiócesis al 1-866-80-ABUSE, para que podamos cooperar con la investigación.

Por supuesto, el objetivo es estar "alerta" a las señales de advertencia y responder antes de que ocurra el abuso. La decisión de comunicar sus preocupaciones puede ser muy difícil. Sólo recuerden mantener el bienestar del niño como el eje de su proceso de razonamiento.

Recientemente, Mary Ross Agosta, directora de Comunicaciones y Ambiente Seguro de la Arquidiócesis, compartió estas mismas consideraciones con los párrocos, y creó una tarjeta para llevarla en todo momento – la tarjeta de la “Triple A", y no me refiero a la de ayuda en la carretera (esa también fue una broma suya). En sus billeteras, justo detrás de la licencia de conducir y la tarjeta de seguro del automóvil, encontrarían lo siguiente:

Compromiso AAA con la Seguridad:

  • Alerte a DCF/Autoridades Policiales: 1-800-96-ABUSE (1-800-962-2873)
  • Alerte a la Arquidiócesis de Miami: 305-762-1043
  • Alerte al público, profesores/personal, padres, feligreses

Porque la seguridad es nuestra preocupación.

Artículo relacionado: Entrenamiento de Virtus: Preguntas más frecuentes

Comments from readers

Sr. Maria Elena Larrea, osf - 04/19/2017 04:02 PM
Thank you Jan for all your hard work and dedication. Your support and commitment to keep our children and vulnerable adults safe speaks volumen of who you are. May God continues blessing you and your entire team.
St. Patrick School - 04/19/2017 09:50 AM
We commend you for the hard work, dedication, and passion that you put into keeping our children safe. Unfortunately, this world is consumed with those who prey on the weak - most especially children. If it takes a village to raise a child, it too takes a village to keep them safe. May God bless you and your labor of love.
Sister Lidia Lidia Valli - 04/17/2017 10:22 PM
Thank you, Jan for your dedication and your availability to help us and to be always available. May our Lord bless your hard work with the cooperation of all of us.
Lisa Pinto - 04/17/2017 08:54 PM
Jan, excellent teaching, as always! If the 2% who are "thinking about it" can be stopped by a person "on alert" who identifies signs of inappropriate boundaries -- that's several million incidences prevented! May we take this to heart and pray for the alert disposition needed in order to act and intervene. Thank you for the work you do!
Lisellot Casasnovas - 04/17/2017 08:50 PM
Thank you for sharing with us and reminding us about these important issues.
BILL - 04/17/2017 01:18 PM
Jan: Your office is doing great work for the children and vulnerable adults in the Archdiocese of Miami. The Virtus program has educated thousands of adults about the warning signs to detect abuse. Thank you Bill Benson
Karen Gioia, LCSW - 04/17/2017 12:17 PM
In real estate one always hears the mantra, "location, location, location." In child sexual abuse prevention, our mantra must be, "Boundaries, boundaries, boundaries!" This article is a good reminder that we must all remain vigilant when it comes to observing and assessing appropriate boundaries,and stress this to our participants as well.
Dr. Carlos D. Coton - 04/17/2017 08:42 AM
This is a great perspective to address those "boundary and gray areas" that give everyone difficulty and indeed the Pledge is a great place to start. I incorporate this pledge in all my sessions to emphasize that volunteering, regardless of how little time it is done, cannot be taken lightly. As a related article mentions, if an event attracts children, it will attract predators. To be cognizant of this and aware of the boundaries is paramount in out continual protection of children and vulnerable adults. Wonderful and enlightening post-Easter reading!
David Gonzalez - 04/17/2017 08:27 AM
Very well said, we can never let our guard down. Predators of the vulnerable and children are always looking to exploit the weakest in our society. Thank you for your service to our children. Vivat Jesu!

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