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Vista de los 256 escalones que conducen al Santuario de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre. La mayoría de los pereginos no entran por el pórtico principal sino por una entrada lateral a la derecha, donde pueden depositar cartas de acción de gracias u objetos simbólicos de la respuesta a sus plegarias.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Vista de los 256 escalones que conducen al Santuario de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre. La mayoría de los pereginos no entran por el pórtico principal sino por una entrada lateral a la derecha, donde pueden depositar cartas de acción de gracias u objetos simbólicos de la respuesta a sus plegarias.

La fuerte discusión familiar había sido agria y repleta de descalificaciones. Faltó flexibilidad, comprensión y entendimiento y el resultado fue una ruptura dolorosa e innecesaria. El hijo se fue de la casa herido y el padre se amarró a una autoridad que él creía le daba la razón, y lo dejó marchar. La separación fue demasiado larga y los años no sanaron la ausencia. Pero, desde zonas distantes de la Isla, los dos suplicaban a la Virgen de la Caridad que lograra el reencuentro.

Esta historia se guarda entre los relatos del Santuario Basílica de el Cobre. Se cuenta que el que se había marchado peregrinó ante la Virgen del Cobre para pedirle su mediación y el perdón de su padre, y este, que pedía lo mismo, se encontró con él mientras subían, cada uno por su lado, las escaleras que ascienden al camerín de la patrona de los cubanos.

La Virgen María, nuestra señora de la Caridad del Cobre, se convirtió desde su hallazgo a comienzos del siglo XVII en las aguas de la Bahía de Nipe en el corazón de un pueblo que la acogió por madre misericordiosa. Una presencia que inundó de identidad y cubanía a un pueblo que comenzaba una andadura histórica llena de grandes dificultades y tropiezos y que ella acompañó siempre y en todo momento: cuando Cuba era española y cuando comenzó a dejar de serlo.

Desde su modesto santuario en la Villa de Santiago del Prado, donde estaban las minas de cobre, en el oriente cubano, acogió a peregrinos de toda raza y condición social y escuchó plegarias, lamentos y acciones agradecidas día a día, minuto a minuto; y no dudó en marchar a la manigua como aliento de un pueblo que desde el dolor y el sacrificio quería estrenar el don de la libertad y la justicia.

Por eso era de lógica natural que cuando la Iglesia regaló a Cuba la novedad de un episcopado nativo, fuera Mons. Francisco de Paula Barnada y Aguilar, primer arzobispo de la arquidiócesis santiaguera, quien pidiera al papa Pío X, el 25 de octubre de 1905, solo tres años después de proclamada la República de Cuba, que declarara oficialmente a la Virgen de la Caridad como patrona de la joven nación; petición que se repitió, con la ayuda y el apoyo de Mons. Giuseppe Aversa, delegado apostólico de la Santa Sede, el 29 de agosto de 1906.

CELEBRACIÓN ANUAL

Fotógrafo:

La comunidad está invitada a la celebración anual de la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, que tendrá lugar el lunes, 8 de septiembre, en el Bank United Center de la Universidad de Miami, en Coral Gables. Las puertas se abrirán a las 5 p.m., la imagen llegará a las 6 p.m., y el rosario comenzará a las 6:30 p.m., seguido de la misa presidida por el Arzobispo Thomas Wenski.
 
La Sagrada Congregación de Ritos respondió el 21 de enero de 1907, pidiendo que, según las normas dadas por el papa Urbano VIII, la solicitud del obispo santiaguero debía ser “complementada  por parte del clero y del pueblo, con cartas avaladas por los obispos del país, tanto de las arquidiócesis como de las sedes sufragáneas”.

La iglesia cubana comenzaba a surgir de sus cenizas después de una larga guerra de independencia, en los comienzos de una república penetrada por un fortísimo anticlericalismo. Una iglesia pobre en un país paupérrimo, necesitado de sacerdotes, educación, obras sociales y catequesis; donde todo parecía estar por hacer.

Mons. Barnada, como arzobispo de Santiago de Cuba, era el custodio de la imagen de la Virgen y su Santuario, semiderruido por el colapso de una galería de las minas de cobre: un gran devoto de la virgen morena cuya imagen bendita mandó colocar en su escudo episcopal; un verdadero patriota que encabezó con su firma el manifiesto de los 53 sacerdotes de la Isla que en 1898 enviaron a León XIII para presentarle al papa las ansias y el derecho a la lucha por la libertad del pueblo y el clero cubano.

No tuvo el arzobispo Barnada la dicha de obtener del papa la declaración del patronazgo de la Virgen de la Caridad, pero su esfuerzo sembró el camino para que el 24 de septiembre de 1915, los veteranos del Ejército Mambí pidieran a Benedicto XV que nombrara oficialmente lo que de hecho siempre había sido para todos sus hijos: la Virgen de la Caridad, como celestial Patrona de Cuba. El Papa respondió esta vez positivamente y firmó el documento el 10 de mayo de 1916, cuando dirigía la arquidiócesis de Santiago el salesiano Mons. Félix Ambrosio Guerra.

El próximo año 2015 y el siguiente 2016, celebraremos los dos grandes centenarios de este hecho histórico. Lo que inició la Iglesia y lo que finalmente obtuvo la gestión de los mambises, debe llenarnos de profunda gratitud y sano orgullo, porque tenemos una historia cuyo relato no puede escribirse sin la presencia profunda y compartida de la Santísima Virgen María de la Caridad del Cobre, nuestra Patrona.  

Gran parte de la información ofrecida en este artículo proviene de la extraordinaria investigación del Dr. Guillermo Fernández Toledo, “Los precursores del patronazgo de la Virgen de la Caridad”, publicado en la revista Verdad y Esperanza (Unión Católica de Prensa de Cuba), segunda época, año 3, no. 3, 2011, pags. 30-33.

Comments from readers

Sr Maria Elena Larrea osf - 09/02/2014 01:19 PM
Thank you Rogelio for such a great article. Every year we learn more history of Our Lady of Charity. Happy Feast Day! That our mambisa united us in faith and peace.
Graciela de Tuya Rodriguez - 09/02/2014 09:02 AM
Thank you, Rogelio, for sharing such great historical data. I enjoy reading your articles very much. Happy feast day of Our Lady of Charity!

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