Grupo de Miami pasa sus D�as en la Di�cesis en Segovia
Castillos, iglesias y una renovaci�n de votos
Thursday, August 18, 2011
*Sr. Ondina Cortes
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El primer par de días han sido un poco agitados, pues algunos de nuestros peregrinos se enfermaron durante los Días en la Diócesis, en Segovia, con la Familia Claretiana. Los Días en la Diócesis son programas que preceden al encuentro en Madrid, la ciudad principal. Contando a la Familia Claretiana, éramos 1,100 procedentes de unos 20 países, todos jóvenes que trabajan con los sacerdotes o las religiosas del Claret.
Esos fueron días formidables en una ciudad mágica: los castillos, las iglesias románicas, y el tan fotografiado acueducto romano, hacen de éste un lugar especial. Es como un pueblo del siglo 13. El castillo de Segovia es el que Walt Disney utilizó como modelo para el castillo de la Cenicienta.
Hicimos la peregrinación — una caminata de 11 kilómetros, o casi siete millas — a la iglesia de El Rosario, en la Granja, donde san Antonio María Claret recibió la gracia de la preservación de la Eucaristía. El día 14 nos unimos a los demás peregrinos en Segovia para una vigilia en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, y caminamos a la catedral cantando y orando en muchos idiomas. Allí estuvimos en adoración. El día 15, fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, las religiosas claretianas renovaron sus votos, invitando de esa manaera a todos los jóvenes para que renovaran con ellas su compromiso bautismal de seguir a Jesús. Se realizó en tres idiomas distintos, ya que éramos 25 religiosas de 12 países distintos. Luego celebramos la misa en la catedral con todos los peregrinos en la ciudad, y la diócesis preparó una deliciosa paella para todos nosotros. Ese día también visitamos la tumba de san Juan de la Cruz.
El martes en la noche, se celebró la misa de apertura en la Plaza de Cibeles, y el miércoles iniciamos la catequesis. La mayor parte de nuestro grupo asistió a la catequesis en español, ofrecida por el obispo Fernando Sebastián, obispo emérito de la Diócesis de Pamplona. Más adelante, un grupo vio la obra “El Divino Impaciente”, una presentación poética de la vida de san Francisco Javier, escrita por José María Pemán. Otro grupo asistió a una presentación con Christopher West sobre la Teología del Cuerpo. Ambas presentaciones fueron excelentes. Luego fuimos a un espectáculo de flamenco en la Plaza de España, y aquellos a quienes aún les quedaban energías, acudieron a una adoración en una iglesia cercana. Mañana esperamos encontrarnos con el Papa.