�Siempre antigua, siempre nueva�
Monday, May 23, 2011
*Father Luis A. Rivero
Cuando era un joven estudiante de filosofía tuve un profesor excelente, a quien he hecho referencia en ocasiones anteriores y ahora es un hermano sacerdote: el Padre Robert Vallee. Su pasión por aprender algo nuevo siempre, por estar leyendo y escribiendo constantemente, me inspiró cuando yo era un joven seminarista. Como me enseñó a leer activamente, con un libro en una mano, con un instrumento de escribir en la otra, y prestando gran atención a lo que está escrito, todos mis libros tienen anotaciones en los márgenes, están subrayados y marcados. En todo caso, él siempre ha sentido gran pasión por los escritos de san Agustín de Hipona, un gran ser humano, filósofo, teólogo, obispo y santo. En sus “Confesiones”, específicamente en el Libro X, san Agustín escribe, “Oh, belleza siempre antigua, siempre nueva”, refiriéndose a Dios.
Esta prosa hermosa — confesión, oración y testimonio — de san Agustín de Hipona, que leí por primera vez hace casi una década, ha resonado una y otra vez durante mi primer año de sacerdocio. Permítanme explicarlo: durante este primer año de la jornada en el sacerdocio de Jesucristo, todo ha sido nuevo. Celebré la santa misa por primera vez; escuché mi primera confesión y di mi primera absolución en el nombre de Dios; ungí a los enfermos; celebré mi primer Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua en la comunidad parroquial de St. Agnes. No puedo reclamar propiedad sobre los sacramentos celebrados, porque vienen de una tradición antigua, instituidos por el mismo Cristo. Sin embargo, cada vez que celebro alguno de estos sacramentos, se convierten en algo nuevo. “Siempre antiguo, siempre nuevo”. Y cada vez que los celebro, no puedo evitar recordar que soy un instrumento sencillo, roto — o debo decir restaurado.
Este año de sacerdocio también ha sido emocionante y sorprendente. Primero, uno de los nuestros, el arzobispo Thomas Wenski, regresó a casa como nuestro pastor. Puedo recordar claramente su consagración episcopal en el Miami Arena cuando yo era un joven estudiante de escuela superior. Segundo, llegué a la hermosa “isla paraíso” de Key Biscayne y he conocido mucha gente maravillosa que me ha querido desinteresadamente. Tercero, el obispo John Noonan, mi antiguo rector, padre, mentor y buen amigo, fue nombrado por el Santo Padre como pastor de los fieles de Orlando. Cuarto, el Santo Padre también le pidió al obispo Felipe Estévez, el hombre que me inspiró por su paciencia, amor, caridad y cuidado paternal, ser el pastor de los fieles en la diócesis madre de St. Augustine.
¿Pueden darse cuenta de la mezcla de emociones que todo esto conlleva? “Siempre antigua, siempre nueva...” Estas antiguas tradiciones siempre conllevan algo nuevo que puede sorprendernos.
Poder compartir en el sacerdocio de Jesucristo con algunos de los mejores hombres que he conocido, es una verdadera bendición difícil de describir. Cuando nos encontramos, se puede palpar claramente una generosidad y un anhelo por lo sagrado y la presencia de Cristo. Por esta razón, y para apoyarnos unos a otros como un recordatorio constante de la presencia de Cristo, ha florecido una amistad. Los domingos en la tarde, después del ajetreo de un fin de semana ocupado, nos reunimos como un grupo y comenzamos a cocinar y compartir. Esta es una gran oportunidad para reunirnos y sentarnos en el oasis para ponernos al día, alimentarnos y refrescar nuestras almas. Estos momentos están marcados por un gran amor por Cristo y Su Iglesia.
El Padre Vallee me enseñó a leer con intensidad, a capturar la esencia y a escoger lo mejor de lo que se encuentra en el formato escrito. También me enseñó a desempeñarme por mí mismo; a ser, en primer lugar y ante todo, un ser humano y ofrecerlo en servicio al Señor. Al compartir su conocimiento, aprendí cuán acertado fue y continúa siendo san Agustín de Hipona. “Siempre antiguo, siempre nuevo”.
¿Han tenido a una persona o una experiencia de “antigua novedad” en su vida? ¿Han experimentado la mano de Dios de esta manera?
Comments from readers
Mi primera experiencia de "antigua novedad" fue hace 11 anos cuando despues de muchos anos de abstinencia espiritual me case por la Ley de Dios y sacie mi espiritu con la anhelada eucaristia.
La segunda vez experimente la mano de Dios en mi vida cuando Ady Pino Viera, guia espiritual de "Montserrat", me invito a integrarme a ese grupo de crecimiento espiritual de las Comunidades de Vida Cristiana jesuitas. La influencia de estos grupos de personas empenadas en la busqueda e imitacion de Cristo me ha reintegrado a esa "antigua novedad" con mi compromiso permanente de amar a Cristo y su Iglesia sobre todas las cosas. Muchas gracias por su hermoso escrito y por invitarme a compartir mis experiencias.
Yolanda G. Rojas
Gracias por permitirme formar parte de esta reflexi�n. Sin duda todos nos habremos topado alguna vez con algo "siempre antiguo, siempre nuevo" el reto esta en no dejar de sorprendernos por las cosas cotidianas, pues cada atardecer, cada persona, cada libro y cada canci�n siempre puede causar en nuestro esp�ritu un sentimiento nuevo. Hacer una pausa en alg�n punto del d�a para reconocer la novedad en lo antigo me ayuda a percibir el amor vivo de Dios. Siga escribiendo!
messenger to all those he touched as a physician, a friend or family member. Thank you
for sharing such a touching comment with me Father Luis. We welcome you to our parish of St. Agnes!
For Benedict XVI, who is among the best disciples of St. Augustine today, the new evangelization calls forth a liturgical grace. When non-Catholics or inactive ones experience true Catholic worship they will be renewed in faith as they encounter the beautiful "ever ancient ever new".
Bishop Felipe J. Estevez
May you always react in amazement as God renews the works of creation for which you are one of the stewards.