�Un regalo del mismo Dios�
Friday, July 2, 2010
* Ana Rodriguez Soto
Fue una jornada increíble, que finalizó de manera increíble: con 250 de los “amigos más cercanos” del arzobispo Thomas Wenski, sentados en la Capilla Sixtina, primero para orar, luego para escuchar a uno de los mejores expertos revelar las glorias de la Capilla desde la perspectiva del arte y de la historia.
“Miguel Ángel fue quien me enseñó a amar a Dios aquí”, expresó la historiadora de arte, Elizabeth Lev, profesora de historia del arte en el campo italiano de la universidad de Duquesne.
Su apasionada charla tras las vísperas del 1ro de julio, último día de la peregrinación, hizo que la obra maestra de Miguel Ángel cobrara vida de una manera completamente conmovedora. Ella misma dijo que también se sentía conmovida, ya que había visitado la Capilla Sixtina en miles de ocasiones a través de los años, pero nunca había tenido la oportunidad de rezar en ella.
“Esto nunca sucede”, compartió. “En realidad, me siento muy conmovida”.
Nuestra guía turística romano nos había dicho temprano en el día: “Nunca he oído que la gente fuera a la Capilla Sixtina a orar. Es la capilla privada del Santo Padre. En realidad, es un gran regalo; algo muy especial"
En efecto, allí estaba el arzobispo Wenski vistiendo una sotana que había pertenecido al Papa Juan Pablo II. Allí estábamos, cantando “Amazing Grace” y “Salve Regina”, bajo los magistrales frescos de Miguel Ángel.
Por lo general, la gente se mueve a través de la Capilla Sixtina en una masa de cuerpos apretados que van de pared a pared, mientras intentan mirar hacia arriba y los guardias les piden que permanezcan en silencio y les advierten, “no fotos”.
Pero tuvimos la Capilla Sixtina exclusivamente para nosotros. Tuvimos amplio espacio para sentarnos en el piso, tomar fotos y mirar hacia arriba – y hasta para acostarnos con el fin de apreciarla mejor, según Lev describía cada panel y cómo, en sus frescos de la creación del mundo y el Juicio Final, Miguel Ángel había “convertido lo invisible, en visible… al pensar como escultor”.
“Si en tu vida tienes la gran fortuna de experimentarlo, es un regalo del mismo Dios”, manifestó Barbara Scerbo, feligrés de St. Pius X, en Fort Lauderdale. “No hay palabras para describir en realidad este sentimiento. “Hasta lloré en la Capilla Sixtina. Pensé: ‘¿Por qué yo, Señor? ¿Por qué he tenido la bendición de estar aquí?”
“Sé que Él conoce la respuesta”, añadió. “Todo lo que puedo decir es ‘gracias’”.
Mientras ocupaba su lugar en el autobús que nos llevaría de regreso al hotel para la última parte de esta peregrinación, Ellie Lawrence, de la parroquia de Nativity, en Hollywood, lo expresó de la siguiente manera: “Siento que morí y fui al cielo”.
Vimos e hicimos mucho más, muchas misas en tantas iglesias, una homilía diaria del arzobispo Wenski, y su agradecimiento, repetido como una oración al finalizar cada día. Hubo mucho que cubrir en estos breves blogs; sólo he tocado algunos puntos importantes, en un intento por describir la historia particular que cada día me llamó la atención. Habrá cobertura adicional y muchas fotografías en la próxima edición impresa de Florida Catholic. Búsquenla en sus parroquias a finales de julio.
Daniel Soñé y yo también publicaremos las mejores fotos en www.dotphoto.com, para que ustedes (y aquellos que fueron en la peregrinación) puedan verlas y comprar las que prefieran. Haremos el anuncio en línea y en la versión impresa tan pronto estén publicadas, y les indicaremos cómo tener acceso a las mismas.
Mientras tanto, sólo puedo decir: “Ciao, Roma. Gracias por permitirme refrescar mi fe entre tus iglesias, y pasear por la historia en tus calles adoquinadas. Eternamente tuya, Ana”.
Comments from readers
Blessings
-Matthew
Our Franciscan Community is in prayer and joyful with the news and the new Archbishop. May you have a sfe journey home as well as all the guest. it is truly a joy!
Safe travels back home... and hoping you have a restful 4th of July weekend.
This entire trip was indeed a once in a lifetime experience!
God bless you all, and have a safe journey home!
A former Miamian now in Atlanta