�Un tiempo de gracia�
Sunday, June 27, 2010
* Ana Rodriguez Soto
Roma está tan caliente y tan impresionante como siempre.
Tras un vuelo sin complicaciones, algunos pasamos nuestro primer dÃa en Roma de paseo y visitando algunos lugares. Es una buena manera de combatir el “jet lag†por el cambio de horario, hasta que llegue la hora de dormir.
Caminé desde nuestro hotel, localizado próximo a la Ciudad del Vaticano, hasta la Piazza Navona y el Panteón, que se encuentran al otro lado del rÃo TÃber. Para no perderse, se puede mantener como referencia el Castillo de Sant’Angelo, la antigua fortaleza localizada junto al rÃo y al final de la Via Della Conciliazzione, el camino que lleva hasta la Plaza de San Pedro.
Tras un baño y un breve descanso en el hotel, quienes acompañamos al arzobispo Thomas Wenski en este viaje, asistimos a la misa de apertura en una iglesia localizada a sólo un bloque de nuestro hotel. Por supuesto, no es difÃcil hallar una iglesia en Roma. De hecho, si caminamos en una sola dirección desde nuestro hotel, Michelangelo, llegamos hasta la BasÃlica de San Pedro, y si caminamos hacia el lado opuesto, llegamos a la relativamente pequeña pero impresionante iglesia de 350 años llamada Santa Maria Della Grazie (Santa MarÃa de la Gracia).
En su homilÃa, el arzobispo Wenski señaló que los romanos le rezan a MarÃa por su salud y seguridad. Oró para que “ella nos dé su protección durante nuestra estadÃa en Romaâ€. Nos recordó a los presentes que “llegamos a Roma no sólo como turistas. También debemos recordar que llegamos como peregrinosâ€. Y los peregrinos pueden convertir las inconveniencias “como los vuelos retrasados, las maletas perdidas, el ‘jet lag’ y el dolor en los pies†en oraciones, ofreciéndolas al Señor.
“Este es un tiempo de graciaâ€, expresó el Arzobispo.
Hoy domingo, nuestra peregrinación comienza con una visita a la Roma cristiana, que culminará con la celebración de la misa en Santa Maria Maggiore. En la tarde, seremos huéspedes del embajador de los Estados Unidos al Vaticano, Miguel DÃaz, el primer teólogo en ser nombrado a la posición, y un hombre con una multitud de conexiones con Miami. Será el anfitrión de una recepción para nosotros en su residencia, Villa Richardson, la cual, me dicen, tiene una de las vistas más espectaculares de la ciudad de Roma.
Hasta entonces, ciao!
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