‘La Eucaristía es fuente de amor para la vida de la Iglesia’

By Archbishop Thomas Wenski - The Archdiocese of Miami

El Arzobispo Thomas Wenski predicó esta homilía durante la Misa por el inicio del año escolar, el 18 de agosto de 2024, en La Salle Educational Center, ubicado en el campamento de trabajadores migrantes South Dade, en Homestead. El Arzobispo también bendijo “Little School”, un nuevo centro educativo de los Hermanos de La Salle, ubicado en el campamento de migrantes, para los grados de prescolar a 4º.

Estamos haciendo historia hoy aquí al iniciar esta “pequeña escuela” patrocinada por la familia “La Salle”. Bienvenidos a todos – a los Hermanos de La Salle y todos los que están colaborando para que este proyecto se haga realidad. Pero, unas bienvenidas especiales a los estudiantes de este nuevo colegio y a sus padres. ¡Padres, gracias por su confianza!

Este colegio es parte de una red de colegios, “San Miguel Schools”, dirigidos por los Hermanos La Salle. Comenzamos pequeño – y como comenzamos con los pequeños – pero creemos que este colegio va a crecer – y va a hacer una gran diferencia en la vida de sus alumnos y en la vida de sus familias.  Por eso, contamos con la ayuda de todos ustedes, pero, antes que nada, contamos con la ayuda de Dios. Por lo tanto, comenzamos esta obra con la Santa Misa.

La primera lectura de la Misa de hoy contrasta la Sabiduría y la Necedad, representándolas como mujeres, cada una invitando gente a su banquete. Escuchemos la invitación de la Sabiduría.  Su banquete simboliza la alegría y la cercanía a Dios. Su gran casa es un símbolo de su condición de amiga del Señor. Somos todos invitados a la apertura hacia los dones de Dios y a la disponibilidad para acoger la vida de Dios (el “pan de Dios que baja del cielo”).

Como cristianos, así como nos recuerda San Pablo, estamos invitados a no adormecernos, a no dejarnos llevar por un camino de facilidad y de comodidad; estamos invitados para vivir con empeño y entusiasmo el seguimiento de Cristo, empeñarnos en el testimonio de los valores en los que creemos.

Podemos afirmar que hay 5 grandes valores o principios que inspiran este colegio y sus dirigentes:

Primero, la fe en Dios. Y queremos descubrir y reconocer la presencia de Dios en cada persona.

Segundo, respeto por todo el mundo: cada ser humano merece respeto y dignidad.

Tercero, una educación de calidad.

Cuatro, una comunidad que no excluye a nadie.

Y quinto, afán por los pobres y la justicia.

En el Evangelio, seguimos oyendo el discurso de Jesús sobre la Eucaristía. Él es el Pan de Vida, el pan que ha bajado del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre nos dice el Señor. La Eucaristía es fuente de amor para la vida de la Iglesia. La Eucaristía es escuela de caridad y de solidaridad. Nos dice el Papa Francisco: “Quien se nutre del Pan de Cristo ya no puede quedar indiferente ante los que no tienen el pan cotidiano”.

Muchos no resistían lo que dijo Jesús en el Evangelio de hoy. Si discutían, pues les faltaba la fe. Todavía hay los que no quieren creer que Jesús hizo que un trozo de pan se volviera en su cuerpo, que unas gotas de vino se volvieran en su sangre. Ante este misterio, nosotros profesamos nuestra Fe. Creemos porque el mismo Señor nos ha dicho que es así y su Palabra es una Palabra que es confiable y cierta. Y el Cristo, que nos nutre bajo las especies consagradas del pan y del vino, es el mismo que nos viene al encuentro en los acontecimientos cotidianos. Que lo reconozcamos presente en el Pan y el Vino, y también que lo reconozcamos presente en el pobre que tiende la mano, en el que sufre, en el que implora ayuda. Cristo está en el niño que todavía no sabe nada de Jesús, de la Salvación, que no tiene fe. Él está en cada ser humano, y en el más pequeño e indefenso.

Partiendo de aquellos cinco valores o principios de La Salle, sigamos adelante hacia un futuro de esperanza comprometidos a la conversión y al servicio, al amor y al perdón. Estamos invitados a “comer la carne” y a “beber la sangre” de Jesús, esto es, a unirse a su persona, a asimilar su proyecto, a interiorizar su propuesta. Nutridos por nuestra comunión en el cuerpo y la sangre de Cristo que seamos imitadores de lo que celebramos en la Misa. Que hagamos una diferencia en las vidas de los alumnos de este nuevo colegio.