Votar por ‘el mal menor’
Monday, November 4, 2024
*Tony Magliano
Durante su vuelo de Singapur a Roma - tras su visita pastoral relámpago a países de Asia y Oceanía -, una periodista de la cadena CBS le preguntó al Papa Francisco qué consejo daría a los votantes católicos en las próximas elecciones presidenciales de los Estados Unidos cuando deben "decidir entre un candidato que es favorable a la interrupción del embarazo, y otro que quisiera deportar 11 millones de migrantes".
El Papa Francisco respondió con claridad y valentía: "Ambos están contra la vida, ya sea el que expulsa a los migrantes como el que mata a los niños. Ambos están contra la vida. No se puede decidir, yo no puedo decir, no soy estadounidense, no iré a votar allí, pero que quede claro: expulsar a los migrantes, no dar a los migrantes la capacidad de trabajar, no dar a los migrantes acogida es pecado, es grave".
Al reflexionar sobre su visita a la frontera entre México y los Estados Unidos, el Papa Francisco dijo: "Yo fui a celebrar misa en la frontera, cerca de la diócesis de El Paso, y había muchos zapatos de migrantes que terminaron mal, allí. Hoy hay un flujo de migrantes dentro de América Central que muchas veces son tratados como esclavos, porque se aprovechan de esto. La migración es un derecho, un derecho que estaba ya en la Sagrada Escritura, en el Antiguo Testamento. El extranjero, el huérfano y la viuda: no olvidar esto ".
Luego, respecto al aborto, el Santo Padre afirmó: "La ciencia dice que al mes de la concepción están todos los órganos de un ser humano, todos. Realizar un aborto es matar a un ser humano. Te guste o no la palabra, pero eso es matar. No es que la Iglesia sea cerrada porque no permite el aborto: la Iglesia no permite el aborto porque es matar, es un asesinato, es un asesinato".
"Se debe elegir el mal menor", sostuvo. "¿Quién es el mal menor, esa señora o ese señor? No lo sé, cada uno en conciencia piense y haga esto".
Y yo tampoco lo sé.
Y el dilema al que se enfrentan aquí los católicos con conciencias bien formadas se vuelve aún más difícil cuando también consideramos muchos otros aspectos relacionados con la vida, algo que tenemos que hacer.
Aunque los EE.UU. proporcionan más armas, a más naciones, y por lo tanto estimulan más guerras que cualquier otro país, ni Kamala Harris ni Donald Trump se proponen seriamente tomar medidas para cambiar el rumbo aquí.
Y con el arsenal nuclear más peligroso - junto con la Federación Rusa - ninguno de los dos candidatos a la presidencia de los EE.UU. está comprometido con el desarme nuclear multilateral.
¿Y qué hay del genocidio de gazatíes por parte del gobierno y el ejército israelíes, alimentado por armas estadounidenses? Ni Harris ni Trump han prometido poner fin al apoyo militar estadounidense y presionar a fondo para lograr un alto al fuego inmediato.
A medida que la guerra entre Rusia y Ucrania/OTAN continúa sin fin a la vista, y con los misiles de largo alcance de la OTAN ya preparados para atacar en lo más profundo de Rusia, el mundo está más cerca del Armagedón nuclear de lo que la mayoría de la gente se imagina. De nuevo, ni Harris ni Trump han presentado un plan sólido para negociar con celeridad una vía de salida pacífica.
Según el Programa Mundial de Alimentos, 42 millones de personas en 45 países están al borde de la inanición. Y, sin embargo, los EE.UU. destinan menos del 1% de su presupuesto nacional anual a la ayuda internacional contra la pobreza y el hambre. De nuevo, ni Harris ni Trump se han comprometido a aumentar de manera radical la ayuda internacional a los pobres y a acabar con el hambre en el mundo.
Y, lamentablemente, ninguno de los candidatos presidenciales ha expresado con seriedad una advertencia sobre la amenaza global del cambio climático, sustentada científicamente, y qué medidas contundentes piensa tomar para pasar de los combustibles fósiles que provocan el calentamiento global (petróleo, carbón, gas) a la energía limpia del sol, el viento, la geotermia y las olas.
Hay muchos otros asuntos relacionados con la vida que ninguno de los candidatos presidenciales ha abordado de manera compatible con el Evangelio y la doctrina social católica.
Anhelo y ruego por el día en que la gente en los EE.UU., así como en todas las naciones, no tenga que enfrentarse a la difícil disyuntiva de tener que "elegir el mal menor". En lugar de eso, la decisión difícil sería determinar quién es el mejor entre dos candidatos políticos maravillosos, de gran moral, que afirman la vida de forma coherente, y que promueven la paz.
Comments from readers