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Los nueve países con armamento nuclear -Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel - "siguieron modernizando sus arsenales nucleares en 2023".

Esta alarmante afirmación del "Anuario 2024 del SIPRI", publicado recientemente por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, debería servir como llamada de atención sobre el hecho de que las potencias con armamento nuclear no tienen intención de desmantelar sus arsenales nucleares, a pesar del "Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares" de la ONU, que 70 naciones han ratificado - mientras que, irresponsablemente, los nueve países con armamento nuclear se niegan a firmarlo.

Según el Boletín de los Científicos Atómicos estamos en "un momento de peligro histórico". Han puesto su alarmante Reloj del Fin de los Días a 90 segundos para la medianoche - ¡señalando lo cerca que estamos de la destrucción global!

"SIPRI Yearbook 2024" estima que en todo el mundo hay 3,904 cabezas nucleares desplegadas con misiles y aviones. Y que aproximadamente 2,100 de estas ojivas desplegadas se mantienen en alerta máxima operativa en misiles balísticos.

Antes de su fallecimiento, el Dr. Bruce Blair, exoficial militar responsable de 50 misiles nucleares Minuteman en Montana y cofundador de Global Zero - una organización internacional dedicada a eliminar todas las armas nucleares- compartió conmigo un hecho poco conocido y muy peligroso: Tanto Estados Unidos como Rusia tienen cientos de cabezas nucleares apuntándose mutuamente.

Y lo que es aún peor, estas armas de destrucción masiva están programadas en alerta de lanzamiento - también conocida como alerta hair-trigger-, lo que significa que están totalmente armadas y listas para ser lanzadas, por lo que pueden alcanzar sus objetivos en tan sólo 30 minutos tras la percepción de un ataque nuclear. Y los submarinos nucleares estadounidenses y rusos pueden asestar golpes catastróficos en aproximadamente 15 minutos.

Según la Unión de Científicos Conscientes, "las ojivas de un solo submarino nuclear estadounidense tienen siete veces el poder destructivo de todas las bombas lanzadas durante la Segunda Guerra Mundial, incluidas las dos bombas atómicas lanzadas sobre Japón. Y Estados Unidos suele tener diez de esos submarinos en el mar". Y la flota rusa es comparativamente destructiva.

Con la guerra entre Rusia y Ucrania/OTAN sin final a la vista, y con la primera docena de jets F-16 estadounidenses que pronto serán enviados a Ucrania y que pueden atacar dentro de Rusia, y con drones ucranianos que ya atacan objetivos en Rusia, esta guerra convencional muy mortal podría fácilmente derivar en una guerra nuclear.

Según el Boletín de los Científicos Atómicos, el mundo se encuentra en "Un momento de peligro histórico: Faltan 90 segundos para la medianoche" debido a acontecimientos ominosos que podrían resultar en una catástrofe global.

Recomiendo encarecidamente a todos los adultos y adolescentes (no a los niños) que vean la escalofriante película de 1983 “The Day After” (El día después), que describe de forma realista cómo una serie de acontecimientos que van en aumento podrían desembocar rápidamente en una guerra termonuclear total, con sus terribles consecuencias.

Todo el mundo tiene que instar al presidente Joe Biden a que actúe según el espíritu y el ejemplo de Jesús, a que sea un pacificador no violento, como enseña su fe católica y la nuestra. Envíele un correo electrónico a: https://www.whitehouse.gov/contact/.

Y, por favor, contacte a sus autoridades y pídanles que contacten a los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin con el llamamiento urgente de que se alejen del precipicio nuclear, declarando un alto el fuego inmediato y que se comprometan plenamente a un acuerdo de paz negociado.

Y, sobre todo, ¡recemos mucho!

En los días previos a la decisión del presidente Putin de ordenar la invasión de las tropas rusas a Ucrania, el Papa Francisco, en un aparente esfuerzo por sacudir la conciencia del líder ruso, así como las conciencias de todos nosotros, hizo este llamamiento: "No lo olvidemos: la guerra es una locura". Y lamentó: "Los que hacen la guerra olvidan la humanidad. Qué triste es que las personas y los pueblos piensen en hacerse la guerra unos a otros".

A toda esta locura, el Santo Padre declaró con valentía: "¡Callen las armas! Dios está con los operadores de paz, no con los que usan la violencia" (véase: https://bit.ly/3Kb7zP0).

Tony Magliano es un columnista católico internacional sobre justicia social y paz. Puede ponerse en contacto con él en: [email protected].

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