Un renovado aprecio por el Papa Francisco: Reflexiones sobre ‘Esperanza’
Monday, January 27, 2025
*Fr. Richard Vigoa
Hace dos semanas me regalaron un ejemplar de la nueva autobiografía del Papa Francisco, Esperanza y debo confesar que su lectura ha sido muy gratificante. Como sacerdote pensaba que ya sabía mucho sobre el Santo Padre: sus palabras, sus gestos y su visión de la Iglesia. Sin embargo, este libro me ha dado una nueva apreciación por el hombre que nos guía, no desde una torre de marfil, sino con el corazón de un pastor que camina junto a su rebaño.
Esperanza no es un mero recuento de acontecimientos o hitos en la vida del Papa Francisco; es un testimonio del poder de la fe, la perseverancia y el amor. A través de sus páginas, nos invita a adentrarnos en las profundidades de su itinerario espiritual, marcado por profundos momentos de gracia, desafíos y una inquebrantable confianza en el Señor. Lo que más me impresionó fue la autenticidad con la que comparte sus luchas y alegrías, señalando siempre a la misericordia de Dios como fundamento de su vida y su ministerio.
Un momento particular del libro que me resonó profundamente fue su reflexión sobre el sacerdocio como un llamado a la humildad y al servicio. El Papa Francisco escribe con una transparencia que desarma e inspira a la vez, recordando a los sacerdotes y a todos los fieles que nuestra misión no tiene que ver con el prestigio o el poder, sino, con entregarnos a los demás a imagen de Cristo. Sus palabras me recordaron por qué respondí por primera vez a mi propia vocación y reavivaron en mí el deseo de servir con renovado celo y compasión.
Otro tema que recorre Esperanza es su profunda preocupación por los marginados. Desde sus primeros años como sacerdote en Buenos Aires hasta su papado, la vida del Papa Francisco ha sido un testimonio vivo del llamado del Evangelio a servir “a los más pequeños” (Mateo 25:40). Al relatar sus encuentros con los pobres, los olvidados y los que sufren, nos desafía a todos a ver a Cristo en los que están en las periferias de la sociedad. Su ejemplo es un recordatorio suave pero firme de que la misión de la Iglesia no se limita al santuario, sino que debe llegar a las calles, a los lugares donde la esperanza es más necesaria.
Lo que me pareció especialmente conmovedor fue su inquebrantable mensaje de esperanza, no una esperanza basada en ilusiones, sino una esperanza cimentada en la persona de Jesucristo. El Papa Francisco habla de la esperanza como una fuerza dinámica, que nos llama a la acción, a soñar en grande y a confiar en la providencia de Dios incluso ante la incertidumbre. Para un mundo cansado de la división y la desesperación, este mensaje no podría ser más oportuno y necesario.
Después de terminar de leer Esperanza, me sentí profundamente inspirado por el Papa Francisco e interpelado por sus reflexiones. Su vida y sus palabras nos llaman a salir de la autocomplacencia, instándonos a vivir el Evangelio con valentía y autenticidad. Como sacerdote, esto significa volver a comprometerme con las personas a las que sirvo, buscar a los perdidos y ser un signo de la misericordia de Dios en un mundo que la necesita desesperadamente.
Esperanza del Papa Francisco es un profundo testimonio del poder duradero de la fe, la misericordia y el espíritu humano. Es un libro que nos desafía, nos inspira y nos invita a comprometernos de nuevo con el mensaje transformador del Evangelio. Para los sacerdotes, es un llamado a un servicio renovado; para los fieles, es un recordatorio de que la esperanza es el ancla que nos sostiene y el fuego que enciende nuestra misión. Mientras navegamos por las complejidades del mundo moderno, las reflexiones del Santo Padre nos sirven de luz orientadora, recordándonos que, en Cristo, la esperanza nunca es vana.
Animo a todos, clérigos y laicos, a conseguir un ejemplar de Esperanza. Que las palabras de nuestro Santo Padre nos inspiren a todos a vivir con mayor fe, con amor y, sí, con esperanza.
Comments from readers