En los tiempos difíciles, acudamos a San José
Monday, March 15, 2021
*Sr. Constance Veit
Este mes, las Hermanitas junto con nuestros residentes y el personal observan dos grandes hitos relacionados con el COVID.
El 11 de marzo de 2021 cumplimos un año completo de encierro; y el 19 de marzo de 2021 terminaremos el proceso de vacunación en nuestra residencia de Washington, D.C., con una tasa de cumplimiento de casi el 100 por ciento entre los que viven y trabajan aquí.
Cuando recibí la segunda dosis de la vacuna, me sentí casi eufórica. ¡Quería cantar la vieja canción, Happy Days Are Here Again! (¡Regresaron los días felices!).
Sin embargo, la realidad se impuso rápidamente. Nada en nuestra rutina diaria cambiaría, al menos en un futuro previsible. Nuestros días siguen gobernados por un virus insidioso y los dictámenes de los expertos en salud y los burócratas. Quería gritar con el salmista: "¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?" (cf. Salmo 13:1)
Pero entonces, en su misericordia, Dios trajo luz a mi oscuridad.
He estado leyendo Patris Corde, la carta apostólica escrita por el Papa Francisco con motivo del 150 aniversario de la designación de San José como patrón de la Iglesia universal. Creo que nuestro Santo Padre escribió esta carta específicamente para los tiempos que estamos viviendo. Sus reflexiones me han servido de ayuda y me gustaría compartirlas con ustedes.
Al referirse a la reacción de José ante el inesperado embarazo de María, el Papa Francisco lo llama un "padre aceptante" que puede ayudarnos a aceptar la vida tal como es, incluso cuando no la entendemos. "La vida espiritual de José —escribió— no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Sólo a partir de esta acogida, de esta reconciliación, podemos también intuir una historia más grande, un significado más profundo".
San José no buscó atajos, escribe el Papa Francisco, sino que afrontó la realidad con los ojos abiertos, y aceptó la responsabilidad personal por la misma. "José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte", añade el Papa. "La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Sólo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia".
El Papa Francisco también llama a San José un "padre de la valentía creativa". Ante las dificultades, escribe, "podemos detenernos y bajar los brazos, o podemos ingeniárnoslas de alguna manera. A veces las dificultades son precisamente las que sacan a relucir recursos en cada uno de nosotros que ni siquiera pensábamos tener".
El Papa sugiere que José convirtió los retos y los problemas en posibilidades al confiar siempre en la providencia divina.
"Si a veces pareciera que Dios no nos ayuda", escribe nuestro Santo Padre, "no significa que nos haya abandonado, sino que confía en nosotros, en lo que podemos planear, inventar, encontrar", en lugar de esperar que Dios intervenga directamente.
Dios confía en nosotros para que seamos creativos y tomemos la iniciativa. Aunque me parece un concepto apasionante, cuando se trata de COVID, ¡me gustaría que Dios bajara de repente y se lo llevara por completo!
Pero supongo que no es así como ha previsto la trayectoria del COVID. Por eso me dirijo de nuevo a San José, en busca de aliento en estos tiempos difíciles.
El Papa escribe sobre el "realismo cristiano" ejemplificado por José. Nos muestra que creer no significa encontrar soluciones fáciles y reconfortantes. "La realidad, en su misteriosa irreductibilidad y complejidad, es portadora de un sentido de la existencia con sus luces y sombras".
Cita las conocidas palabras de San Pablo: "Sabemos que todo contribuye al bien de quienes aman a Dios" (Rom 8,28) y lo que San Agustín añadió a esa frase: "Aun lo que llamamos mal". La fe da sentido a cada acontecimiento, por feliz o triste que sea, concluye el Papa Francisco.
Dios le dijo a San José: "No tengas miedo". Al dirigirme a San José, me dice: "No tengas miedo. Deja a un lado tus temores, tus frustraciones y desilusiones, y abraza las cosas como son —tanto las positivas como las negativas— no con mera resignación, sino con esperanza y valentía".
El Papa Francisco nos asegura que, si seguimos el ejemplo de San José, estaremos abiertos al significado más profundo de nuestras circunstancias actuales. "No importa si ahora todo parece haber tomado un rumbo equivocado y si algunas cuestiones son irreversibles", escribe el Santo Padre. "Dios puede hacer que las flores broten entre las rocas".
Este mes, además de nuestros hitos relacionados con el COVID, celebraremos la fiesta de San José (19 de marzo). Y el día siguiente es el primer día de la primavera. Creo que plantaré algunas flores.
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