Para vivir el Evangelio de la Vida
Monday, October 12, 2020
*Rebecca Marrie Brady MSW
El mes de octubre marca varios hitos en nuestra sociedad, entre ellos el Mes Nacional de la Concienciación Sobre la Violencia Doméstica; Mes de la Concienciación Sobre el Cáncer de Mama; Mes de la Concienciación Sobre el Síndrome de Down; Mes de la Concienciación Sobre el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante; y Mes de la Concienciación Sobre el Embarazo y la Pérdida de Bebés.
He aquí algunas estadísticas sobre esos asuntos que tal vez ustedes no conozcan:
- Una de cada tres mujeres en los Estados Unidos ha experimentado en su vida la violación, la violencia física y/o el acecho por parte de una pareja íntima.
- En promedio, cada dos minutos una mujer es diagnosticada con cáncer de mama en los Estados Unidos, y las que han estado usando píldoras anticonceptivas durante más de cinco años corren un mayor riesgo de desarrollarlo.1
- Las personas con Síndrome de Down suelen ser objeto de discriminación cuando todavía están en el vientre, incluido el aborto selectivo tras el diagnóstico prenatal en una mayoría de los casos.2
- Cada año se producen alrededor de 3,500 muertes súbitas e inesperadas de bebés (SIDS) en los Estados Unidos. Estas muertes ocurren en bebés menores de 1 año sin que exista una causa inmediatamente obvia.
- Alrededor del 10-20% de los embarazos reconocidos terminan en aborto (hasta las 20 semanas), aunque la tasa podría ser tan alta como el 50% de todos los embarazos.
Es digno de elogio que nuestra sociedad dedique un mes a difundir la concienciación sobre estas experiencias y condiciones, cuyas repercusiones pueden ser devastadoras en las vidas de las personas, las familias y las comunidades.
Dado que la violencia doméstica, el cáncer de mama, el síndrome de Down, la muerte súbita infantil y la pérdida de embarazos son amenazas contra la vida, también es apropiado que, para la Iglesia católica de los Estados Unidos, octubre sea el mes de Respeto a la Vida.
Ya sea un sobreviviente de abuso, el receptor de un diagnóstico de vida o muerte, un padre en duelo, un niño en el vientre o que haya partido hacia el Señor, este mes se trata de respetar la VIDA, toda la vida humana, pero especialmente las de los más vulnerables entre nosotros.
La vida se encuentra particularmente bajo ataque desde las primeras etapas. En nuestro estado de Florida, casi la mitad de todos los embarazos son "no deseados", y casi la mitad de ellos termina trágicamente en aborto. Sólo en nuestra Arquidiócesis se pierden más de 25,000 vidas y hay almas afligidas por el aborto cada año.
La respuesta de la Iglesia a estos males es la verdad y el amor: presentar las enseñanzas de Cristo sobre el valor intrínseco y sagrado de toda la vida humana, y acompañar a aquellos que se encuentran en las periferias existenciales de la sociedad, como dice el Papa Francisco.
Esta es una gran tarea y responsabilidad que tenemos hacia nosotros mismos y hacia nuestros hermanos y hermanas. Pero en medio de un sufrimiento tan grande y las muchas amenazas contra la vida, no estamos abandonados a nuestra suerte. Se nos ha dado la intercesora y modelo más perfecta: Nuestra Santísima Madre, ya que octubre es también el mes del Santo Rosario.
También nos guía nuestro pastor, el Arzobispo Thomas Wenski, quien nos ha pedido que vivamos el Evangelio de la Vida al invitarnos a que participemos aquí, en la Arquidiócesis de Miami, en "Caminar con las Madres: Un Año de Servicio". Esta iniciativa busca unificar a la Iglesia para satisfacer las necesidades de las mujeres embarazadas y acompañarlas en la jornada de su maternidad.
En la Arquidiócesis de Miami estamos en una posición única para llevar a cabo esta iniciativa. Nuestro ministerio arquidiocesano de Respeto a la Vida opera directamente cinco Centros de Ayuda para el Embarazo en los condados de Broward y Miami-Dade para proveer servicios gratuitos y confidenciales a las mujeres vulnerables al aborto y a sus familias. A cada parroquia de la Arquidiócesis se le asigna uno de estos cinco Centros de Ayuda al Embarazo para colaboración y apoyo, y el 75% de las parroquias de la Arquidiócesis de Miami tiene un Representante Parroquial de Respeto a la Vida nombrado por el párroco.
Nuestros Centros de Ayuda para el Embarazo reciben más de 10,000 visitas anuales de hombres y mujeres que necesitan apoyo durante y más allá del embarazo. Los centros ofrecen asistencia material; asesoramiento individual; pruebas de embarazo; exámenes de ultrasonido limitados; clases educativas prenatales y posparto; y tutoría para padres en inglés, español y criollo haitiano, además de la sanación postaborto. Ahora más que nunca, las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que se enfrentan a embarazos no planificados se ven exacerbadas a nivel social, psicológico y económico debido a la pandemia.
Nuestra Madre Santísima conocía las dificultades de la vida terrenal y las amenazas contra ella. Ella experimentó lo que podríamos llamar un embarazo no planificado; tuvo que huir con su esposo para proteger la vida de su hijo; y finalmente vio cómo era perseguido y asesinado por la gente que Él vino a salvar.
Una madre así, elegida por Dios para este gran papel en la historia de la salvación, guardando humildemente todas estas cosas y meditándolas en su corazón, no deja de abogar por nosotros, sus hijos terrenales. Dirijámonos a ella en el Santo Rosario, contemplando los misterios que contiene, mientras pedimos la gracia de vivir el Evangelio de la Vida y de "Caminar con las Madres Necesitadas" durante el mes de octubre y a lo largo del año.
Nuestra Señora del Rosario, ¡ruega por nosotros!
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