Un trasfondo sobre las razones para la nueva traducci�n en ingl�s del misal romano
Perdido en la traducci�n
Monday, July 18, 2011
*Msgr. Richard Antall
Cualquier persona que haya trabajado en un paÃs donde se hable un idioma distinto, puede dar testimonio de cuán difÃcil es traducir adecuadamente los pensamientos y las palabras. Pasé 20 años en El Salvador, y tengo historias sobre sacerdotes y religiosas que tuvieron problemas para expresar lo que deseaban decir en español. De igual manera, a los salvadoreños que trataban expresarse en inglés se les hacÃa difÃcil, aunque a nosotros nos parecÃa más cómico que los errores de los misioneros. Recuerdo una persona que deseaba un nombre romántico para su restaurante. Lo llamó “Coffee Love’sâ€, pero estoy seguro de que su intención era llamarlo “Café Love†o “Love’s Caféâ€, o quizás “Café of Loveâ€, y no como terminó llamándolo. Algo se habÃa perdido en la traducción.
Las dificultades de la traducción explican por qué tendremos un nuevo misal en el próximo Adviento. Recientemente, un liturgista le dijo a un grupo de sacerdotes que el esfuerzo pudo originarse con el Papa Juan Pablo II, quien una vez prestó atención detallada a unas vÃsperas en inglés y se sorprendió porque la alocución era muy distinta a la oración que él habÃa hecho en otro idioma, distinta no sólo en las palabras de otro idioma, sino en el contenido.
Esto parece una historia. Los expertos estaban conscientes de que hacÃa tiempo las traducciones de las oraciones del misal romano a distintos idiomas eran inadecuadas, en realidad desde su publicación. Los liturgistas estudiaron y compararon cuidadosamente el idioma de las oraciones en el vernáculo y en el latÃn original, y con frecuencia hallaban cosas sobre las que comentaban. Tengo un libro en español que estudia la oración de entrada de cada misa dominical, comparando el latÃn con las versiones de los distintos paÃses.
Un monje benedictino analiza las traducciones del latÃn al inglés para el London Tablet, y a menudo da a conocer los detalles que el misal romano de 1974 omitió con el fin de que el lenguaje fuera más “idiomáticoâ€, “culturalmente accesible†o “fluidoâ€. (Por supuesto, estos detalles son como la belleza, que dependen del cristal con que se miran.) En el artÃculo, queda clara la simetrÃa de ideas en un prefacio que procuraba mencionar, especÃficamente, la primera y la segunda venida de Cristo, pero no era evidente en la traducción oficial. Aunque este no es un caso de, como dicen en italiano, “Traductore, traditore†(el traductor es un traidor porque, en un sentido, traiciona el significado del original), el esfuerzo por pulir la estructura de la oración en inglés implicó eliminar algunas ideas.
En 2001, la Congregación para el Culto Divino emitió la instrucción titulada Liturgicam Authenticam (“Liturgia Auténtica), que hacÃa un llamado por una revisión del texto vernáculo de las traducciones del misal romano. El lenguaje que contiene es bastante fuerte, pues expresa que las traducciones inadecuadas han sido un impedimento para la renovación litúrgica que promovió el Concilio Vaticano Segundo.
Como yo estaba sirviendo en una diócesis misionera en El Salvador, no estaba al tanto de las dolorosas etapas en el proceso de desarrollar una nueva traducción que fuera aceptable. Algunos sacerdotes, y hasta algunos obispos, no están (o estaban) muy entusiasmados con la nueva edición del misal. Hubo grandes debates sobre algunas secciones, además de toda clase de correspondencia entre la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos en Washington y la Congregación para el Culto Divino, en Roma. He leÃdo algunos de los documentos del caso, y escuchado sobre algunas de las reuniones, y me tranquiliza saber que estoy llegando cuando todo regresa a la normalidad.
Para mÃ, el nuevo misal es una consecuencia lógica del hecho de que somos católicos romanos. El rito latino no es solamente una conexión histórica con la Iglesia en Roma, sino un elemento integral de nuestra identidad. El misal romano es el punto de referencia de nuestro culto, y refleja las realidades teológicas de la comunión y la unidad eclesiales, como se expresa en “Liturgia Auténticaâ€. La realidad es que el nuevo misal trata la unidad de la Iglesia en oración, antes de las demás consideraciones técnicas. Nuestras oraciones no deben sonar como si hubiesen sido escritas por contemporáneos en suelo nativo. Son eco de la voz de la Iglesia a través de los tiempos, y aunque es una tradición viva, es una que no puede olvidar su historia.
Las traducciones de las oraciones en el misal aprobado en 1974 fueron más libres, como las versiones parafraseadas de la Biblia que se encuentran disponibles. Estas versiones parafraseadas son buenas para comenzar, pero con el tiempo uno desea estar más cerca de la riqueza del original. Estoy más que convencido de las razones de la Congregación para el Culto Divino para un cambio en la traducción, porque siempre sentà que los libros litúrgicos necesitan un poco de edición. Lo que me sorprende es el fuerte lenguaje de “Liturgia Auténticaâ€, del cual cito el párrafo 6, a continuación:
“Desde que se promulgó la Constitución sobre la sagrada Liturgia, la labor referente a la traducción de los textos litúrgicos en lenguas vernáculas, promovida por la Sede Apostólica, conllevaba la publicación de normas y la transmisión de consejos a los Obispos. Sin embargo, se ha visto que las traducciones de los textos litúrgicos, en varios lugares, necesitan una mejora, ya sea mediante correcciones, ya sea mediante una nueva redacción. Las omisiones y errores, que han afectado hasta ahora a algunas traducciones en lenguas vernáculas, han impedido el debido avance de la enculturación, especialmente en lo que se refiere a ciertas lenguas; esto ha provocado que la Iglesia se haya visto incapacitada para fundamentar una renovación más plena, sana y verdaderaâ€.
El documento dice “omisiones y erroresâ€, que impiden y hasta “previenen†el establecimiento de unas base “más plena, sana y verdadera†de la liturgia. En enero, cuando viajaba al monasterio de Our Lady of Genesee, en Nueva York, finalmente utilicé uno de esos aparatos que te indican cómo llegar de un lugar a otro (tengo un poco de dificultad con la tecnologÃa no sólo como consecuencia de haber vivido 20 años en la misión, pero eso suena como una buena excusa). Cada vez que tomaba una ruta equivocada, la voz de una mujer anunciaba que volvÃa a recalcular el camino, algo que puede ponerte nervioso, pero sin el cual te pierdes.
“Liturgia Auténtica†es como ese pequeño aparato en el automóvil. Durante 10 años, con toda clase de consultas, debates y frustraciones, la Santa Madre Iglesia estuvo diciendo que tenÃamos que renovar y perfeccionar nuestros libros de oraciones para que fueran mejores expresiones de la tradición romana católica viva. Se necesitaban muchos cambios en el camino. En el Adviento llegaremos a nuestro destino, en lo que a la celebración eucarÃstica se refiere. Estoy anhelando que llegue.
Comments from readers
I have a pretty vivid recollection of the earliest translation into the English vernacular (pre-1974), which included large portions of what has been revived for this Advent.
Now that I know some of the 'whys' you had so informatively shared, any ideas for the implementation?
Love & prayers,
Kathy
Thank you for this insightful article.
To provide an example for reference, here is the 2nd line from the 16th Sunday in Ordinary time Collect:
1973 English version: Fill us with your gifts
Latin: clementer gratiae tuae super eos dona multiplica
Literal English: increase over them the gifts of your grace with clemency
New English translation: and mercifully increase the gifts of your grace
It is easy to see that the 1973 version has taken extreme liberty in translating the original text.