Dice el Papa: No puede haber econom�a sin humanidad
Monday, July 27, 2009
*Father Roberto Cid
El pasado 7 de julio el papa Benedicto XVI publicó la encíclica “La caridad en la verdad” (Caritas in Veritate) en la que analiza la cuestión del desarrollo haciendo hincapié en los problemas más acuciantes de nuestros tiempos. Se trata de su tercera encíclica, pero no la primera sobre cuestiones sociales. La primera, “Dios es amor” (Deus Caritas Est) también trata de temas sociales, especialmente en el capítulo segundo, en que el Papa considera la práctica de la caridad en la vida de la Iglesia.
En su nueva encíclica, el Papa ofrece un sólido análisis económico con una visión profunda del problema. Enmarca la crisis económica dentro de los problemas antropológicos que afectan a la cultura contemporánea. A través de la historia, numerosos economistas famosos han reconocido que, en palabras de Wilhelm Ropke, “la decisión sobre el destino final de la economía de mercado, con su admirable mecanismo de oferta y demanda, se encuentra… más allá de la oferta y la demanda.”
Si vivimos tiempos difíciles no es tanto por los problemas económicos que padecemos como porque pareciera ser que ya no sabemos o no entendemos lo que significa ser humano.
La economía es un organismo dinámico, la suma total de las decisiones individuales de consumidores, productores, familias, empresas y el gobierno. Atraviesa períodos de expansión y períodos de contracción. Hay períodos de ajuste en que los recursos son reasignados para corregir errores y distorsiones. Los economistas difieren en cuanto a la mejor manera de lidiar con estos fenómenos. Hay diferentes escuelas de pensamiento que hacen énfasis en distintos aspectos de los ciclos económicos y, por lo tanto, ofrecen soluciones diferentes a los distintos problemas. Por ello hay un debate legítimo sobre la mejor política económica necesaria para resolver problemas específicos. Sin embargo, cuando el punto de partida es una antropología incorrecta, una visión distorsionada de la persona humana, el objetivo deseado de alcanzar la prosperidad y el desarrollo humano se vuelve inalcanzable.
Pablo VI ya había enseñado en Populorum Progressio que el mecanismo del mercado es muy útil y ha generado prosperidad pero no es la solución a todos los problemas de la humanidad. Debido a esas afirmaciones y otras de similar tenor, se lo acusó de ser un “tibio marxista”. A Juan Pablo II también le dijeron que no se metiera en política cuando explicó la dimensión moral del desarrollo. Ahora le toca el turno a Benedicto de recordarnos que un humanismo que excluye a Dios en un humanismo inhumano, porque como lo señala el Concilio Vaticano Segundo, cuando se olvida a Dios, la criatura misma se vuelve indescifrable.
Así es, no puede haber auténtico progreso humano con una visión perversa de la persona humana que nos reduce a meros consumidores y productores, seres descartables, esclavizados por nuestras pasiones, que deben eliminarse cuando ya no son “útiles” para la sociedad. Esa visión distorsionada de la realidad ha llevado a promover atrocidades como el aborto legalizado, la eutanasia y los ataques a la familia como si contribuyeran al progreso de la humanidad. El Papa nos invita a mirar a través de esos errores y tragedias para descubrir la grandeza de nuestra común humanidad y responder al llamado a trabajar por el auténtico progreso humano. La fuerza más poderosa al servicio del desarrollo humano y el progreso económico es, en sus palabras, “un humanismo cristiano que vivifique la caridad y se deje guiar por la verdad.”
Padre Roberto Cid
Vicario parroquial, St. Gregory the Great, Plantation
LEA LA ENCÍCLICA:
Comments from readers
Bien vale la apreciaci�n del RP Cid sobre la consideraci�n antropol�gica como su an�lisis de la Enciclica Papal "La caridad en la verdad".
Agradezco a la Arquidi�cesis de Miami por la publicaci�n de estos trabajos de sus sacerdotes, los que ayudan a esclarecer a la feligres�a.-
Daniel L�pez Quesada
Nuevamente gracias a la arquidi�cesis de Miami que tiene este ejemplar sacerdote que es el P. Cid y que nos ilumina con sus escritos.
Jos� Manuel Fern�ndez
The archdiocese is fortunate to have among its clergy a priest with a doctoral degree in economics to comment on this recent encyclical. Thank you for the introduction you gave us as well as making it easy to link to the encylical itself. My sense is neither liberal or conservative Catholics are happy with this document, each ascribing to an editor or curial group the parts of teh encyclical that doesn't match their positions.
Richard
No podemos dejar a Dios fuera de las relaciones humanas, cada uno de nosotros
somos responsables ante El por todo nuestros actos, tanto a nivel personal como
comunitartio y global. Edificar la Cuidad de Dios basado en su verdad y amor
al pr�jimo.