By Rocio Granados - La Voz Catolica
Sor María Dolores Moya, una religiosa Teatina, enseña a rezar a los niños que asisten a la guardería de las Teatinas.
Una niña en edad preescolar, que asiste a la guardería de las Religiosas Teatinas, en Miami, besa una imagen de la Virgen de Guadalupe.
Un niño en edad preescolar, que asiste a la guardería de las Teatinas, mira un diseño del coronavirus mientras se lava las manos. La guardería ha reforzado las actividades de higiene para evitar el contagio del virus.
Los niños que asisten a la guardería de las Religiosas Teatinas realizan actividades al aire libre como darle de comer semillas a los pájaros.
Posan en el patio de la guardería las religiosas Teatinas, desde la izquierda, Sor María del Rosario Gutiérrez, directora del centro; Sor Esther Samudio, superiora de la comunidad de las Hermanas Teatinas de la Inmaculada Concepción de Miami y Sor María Dolores Moya.
Sor María del Rosario Gutiérrez, directora de la guardería de las Teatinas, juega con tres estudiantes en el jardín del centro.
Sor María del Rosario Gutiérrez, directora de la guardería de las Teatinas, le enseña una imagen de la Virgen de Guadalupe a un niño en edad preescolar que asiste al centro.
Posan con los niños, que asisten a la guardería, las Religiosas Teatinas en un momento de Navidad. Desde la izquierda, Sor Esther Samudio, superiora de la comunidad de Miami; Sor María del Rosario Gutiérrez, directora del centro y Sor María Dolores Moya. Atrás, Bárbara Arias, una laica teatina que ayuda en el cuidado y la atención de los niños. Actualmente, con la pandemia de coronavirus todas las actividades que incluyen contacto físico directo con los niños se han suspendido.
Los niños que asisten a la guardería de las Teatinas posan juntos al pie de un árbol el día de San Valentín con Sor Rosario Gutiérrez, Sor María Dolores Moya (derecha), y Bárbara Arias, una laica teatina, en febrero pasado. Actualmente, con la pandemia de coronavirus todas las actividades que incluyen contacto físico directo con los niños se han suspendido.
Los niños que asisten a la guardería de las Religiosas Teatinas juegan en el patio del centro. Con ellos Sor María Dolores Moya (izquierda) y Bárbara Arias, una laica teatina que ayuda en el cuidado y la atención a los niños. Actualmente, con la pandemia de coronavirus todas las actividades que incluyen contacto físico directo con los niños se han suspendido.
Niños en edad preescolar, que asisten a la guardería de las Teatinas, juntan sus manos para rezar en la capilla del centro.
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Una niña en edad preescolar, que asiste a la guardería de las Religiosas Teatinas, en Miami, besa una imagen de la Virgen de Guadalupe.
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Los niños que asisten a la guardería de las Religiosas Teatinas juegan en el patio del centro. Con ellos Sor María Dolores Moya (izquierda) y Bárbara Arias, una laica teatina que ayuda en el cuidado y la atención a los niños. Actualmente, con la pandemia de coronavirus todas las actividades que incluyen contacto físico directo con los niños se han suspendido.
MIAMI | Cuando Araceli Marín buscaba una guardería para su hijo mayor, le recomendaron a las “monjitas”, al suroeste de Miami, donde ella vive. Al visitar la guardería con su esposo les gustó tanto el ambiente que no les importó esperar un año para inscribir a su hijo, porque no había cupos.
Su hijo ya se graduó hace dos años de la guardería y está en segundo grado y su otro hijo, de tres años, empezó a asistir hace año y medio.
El menor ya conocía a las monjitas porque iba a los eventos del hermanito, dijo Marín. El primer día de clases “fue encantado, entró y dijo: ‘bye mami’ y se metió”.
“El daycare es algo más que la enseñanza educativa, es la enseñanza del amor a Dios, amar a la familia y a sus amiguitos, porque hacen amistades hermosas. Estoy fascinada con la educación”, dijo Marín y agregó que sus hijos “aprenden esa disciplina de una manera tan fácil”.
“Nuestro centro colabora con la familia en la educación integral de los niños con una formación en la fe católica, eso es lo que nos distingue de otras instituciones”, dijo Sor Rosario Gutiérrez, directora de la guardería de las Religiosas Teatinas de Miami.
Esa formación se fundamenta en el carisma y la espiritualidad de su fundadora, la venerable Úrsula Benincasa, cuyo lema es: “Sin más reglas que el amor”.
Por cuarenta años, las Religiosas Teatinas se han dedicado a formar en la fe católica y los valores a varias generaciones de niños en edad prescolar, muchos de los cuales no continúan una educación católica, pero reciben valores para toda la vida y aprenden a amar a Dios.
La mayoría de los niños que asisten a la guardería fueron recomendados por familiares o amigos, o son hermanos menores de graduados.
La enseñanza en los primeros años es importante para los niños, “porque en la primera infancia se ponen las bases del desarrollo del niño en todas las áreas: espiritual, cognitiva, social y emocional”, dijo Sor Rosario.
Les enseñan “el sentido familiar, se siente como una familia, como una extensión del hogar”, dijo Angelique Ruhi-López, una madre que envió a cinco de sus seis hijos a la guardería.
En la capilla que tienen en la casa los niños van a rezar todas las mañanas y aprenden desde pequeños a pedir por sus intercesiones y reforzar los valores católicos, agregó.
“También aprendieron lo básico, el abecedario, los números, pero para mí y mi esposo y para muchas de mis amistades que hemos enviado a nuestros hijos allí, lo más importante al principio es socializar y reforzar los valores. Porque las letras se aprenden, pero los valores y cómo tratar a los demás, sean adultos o niños, creo que se debe aprender desde una edad muy pequeña”, indicó Ruhi-López.
María Alejandra Rivas, encargada de los medios sociales de la Arquidiócesis de Miami, recuerda que aprendió el respeto a las cosas ajenas. La frase “look but do not touch (mira pero no toques)”, se la decían las monjitas y ahora ella se la dice a sus ahijados, que también asistieron a la guardería.
La guardería ofrece una educación bilingüe, pero a la mayoría de los padres de familia les interesa que los niños aprendan el español o lo refuercen, señala Sor Rosario, ya que al entrar a kindergarten el inglés lo van a tener que aprender.
Las Teatinas incorporan a la familia a participar de sus actividades. “Me encantaba ir para las Navidades, cuando hacían una pastorela con todos los niños”, dijo Vivian Alzola, madre de una niña de cinco años que asistió a la guardería hasta marzo pasado.
Alzola ayudaba en algunas celebraciones como el Día de Acción de Gracias, que se realizaban en el patio del centro. “Los niños siempre hacían una función bonita, un baile una canción, dependiendo de las edades y allí participaban también los padres”, indicó.
CAMBIOS POR EL CORONAVIRUS
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Un niño en edad preescolar, que asiste a la guardería de las Teatinas, mira un diseño del coronavirus mientras se lava las manos. La guardería ha reforzado las actividades de higiene para evitar el contagio del virus.
En marzo pasado, para evitar la propagación del COVID-19, las escuelas y centros de cuidado de niños del condado de Miami Dade cerraron por tres meses.
En junio, cuando la guardería le avisó a Marín que ya estaba abierta, ella no se “hallaba segura” de enviar a su hijo.
El tiempo de encierro le afectó más al menor de sus dos hijos, dijo Marín. “En casa era una constante pelea, era levantar la voz, gritar, aventar las cosas, y no somos así”, por lo que decidió llevarlo en julio.
Marín dijo que el miedo a que su hijo se pueda contagiar de coronavirus en la guardería “siempre lo tiene en la mente”, pero lo lleva para mantener un buen estado mental de los niños.
“Hay un riesgo, siempre hay un riesgo si sales de tu casa y vas a visitar a otra persona”, indicó Marín.
Para ella darles seguridad a sus hijos es muy importante. Su familia se ha mantenido aislada, no visita ni recibe visitas ni de sus familiares más cercanos. Se siente muy segura de llevar a su hijo a la guardería de las Religiosas Teatinas porque “las monjitas viven en el centro, son religiosas y viven para Dios. No salen a hacer visitas y saben que tienen que preocuparse por nuestros niños. Y no son muchos niños, eso me da más confianza”, agregó.
Además, “los niños extrañan esa unión, esas amistades de sus compañeritos, la socialización”. Marín dijo que vio un gran cambio en el comportamiento de su hijo, ahora; ha vuelto a ser un niño alegre.
El COVID-19 ha cambiado una parte muy importante de la guardería de las Teatinas. Antes, las puertas de la guardería siempre estaban abiertas para los padres, “uno podía ir y ver a sus hijos jugar con otros niños, compartir con sus maestras, con sus monjitas”, dijo Marín.
Para Sor Rosario lo que más ha cambiado es el contacto directo con los niños. “Tienes que mantener cierta distancia. No puedes estar de frente con ellos sin la máscara. El contacto físico no es el mismo”.
Los padres de familia tienen que llegar con la máscara, sin quedarse a dialogar como antes lo hacían.
Las actividades también han variado y se ha suprimido todo contacto físico directo con los niños y al sentarse a las mesas, hay más distancia entre ellos.
Actualmente, asisten ocho niños cuando en esta época de campamento de verano, asistían de 15 a 20 niños.
El coronavirus tampoco permite las actividades de familia, como la celebración de cumpleaños, del día de la Hispanidad, la Navidad, o el Día del Padre o de la Madre, en la que participaban también los abuelos, los tíos y los hermanos mayores.
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Posan en el patio de la guardería las religiosas Teatinas, desde la izquierda, Sor María del Rosario Gutiérrez, directora del centro; Sor Esther Samudio, superiora de la comunidad de las Hermanas Teatinas de la Inmaculada Concepción de Miami y Sor María Dolores Moya.
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Sor María del Rosario Gutiérrez, directora de la guardería de las Teatinas, le enseña una imagen de la Virgen de Guadalupe a un niño en edad preescolar que asiste al centro.
Pero la guardería ha reforzado las medidas de higiene que siempre les han enseñado a los niños.
Ahora han enfatizado la limpieza de los zapatos. Cuando llegan “se limpian los zapatos en un lienzo que tenemos con cloro y luego van derechito a lavarse las manos”, contó Sor Rosario.
En el área de los lavados los niños tienen un pequeño mural donde está el proceso del lavado de sus manitas. Los niños saben “que vas a hacer pipí, pues a lavarse las manos, que vas a comer, pues a lavarse las manos, que entraste del patio, a lavarse las manos”, indicó Sor Rosario.
“Es un centro que estamos bendecidos los que sabemos que están allí, pero los que no saben... pienso que deberían saberlo”, indicó Marín.
HISTORIA DE LAS TEATINAS EN EL MUNDO
La congregación de las religiosas Teatinas fue fundada en 1582, en Italia, por la venerable Madre Úrsula Benincasa, como Oblatas de la Inmaculada Concepción de María, dedicadas a la educación de la juventud.
Adquirieron el nombre de Teatinas cuando quedaron bajo la protección de los religiosos Teatinos, después de la muerte de su fundadora.
Cuando la venerable Ursula Benincasa, ahora en proceso de beatificación, escribe las reglas para la congregación dijo: “No hay otra regla más que el amor. Todo lo que hagan que sea inspirado por el amor. Amor a Dios y a su Santísima Madre, bajo la advocación de la Inmaculada Concepción”, dijo Sor Rosario Gutiérrez, directora de la guardería de las Religiosas Teatinas de Miami.
Con el tiempo la congregación se extendió a España y después a América y África. Actualmente la conforman tres provincias:
La provincia Nuestra Señora de Guadalupe, conformada por las congregaciones de México, Miami y Puerto Rico. La provincia de Nuestra Señora de la Providencia, en España y África. Y la provincia de la Inmaculada Concepción que está en Italia y Brasil.
RELIGIOSAS TEATINAS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MIAMI
El primer grupo de Teatinas que llegó a la Florida se estableció en Marathon, en los Cayos de la Florida, en 1978. Luego se mudaron al centro de Miami, donde enseñaban en la escuela de la parroquia Sts. Peter and Paul.
Al año siguiente fundaron dos comunidades, una en la escuela St. Joseph, en Miami Beach y la otra en la capilla, que después se convirtió en la parroquia Our Lady of Divine Providence, al suroeste de Miami.
En 1980 cerró la comunidad de St. Joseph y las religiosas se quedaron en Our Lady of Divine Providence impartiendo la catequesis a niños y jóvenes, y empezaron una guardería parroquial. Poco después, las religiosas rentaron una casa cercana a la parroquia para dedicarse a la educación de niños en edad pre escolar, fundando Religiosas Teatinas Day Care.
En 1986 adquirieron la propiedad donde se encuentran actualmente para atender a más estudiantes.
Actualmente, la comunidad de las Teatinas de Miami está conformada por tres integrantes. Sor Esther Samudio, la superiora de la comunidad. Sor María del Rosario Gutiérrez, directora de la guardería de las Religiosas Teatinas y Sor María Dolores Moya.
La guardería de las Teatinas atiende a niños de 2 a 5 años, tienen licencia del Departamento de Familia del Estado de la Florida y se regulan por el reglamento de las Escuelas Católicas de la Arquidiócesis de Miami.
Si desea saber más sobre las Religiosas Teatinas puede entrar a su página de Facebook: https://www.facebook.com/Religiosas-Teatinas Day Care
O visitarlas en: 12261 SW 6th Street Miami, FL 33184, 786-409- 5212.
Oración a la Santísima Trinidad para pedir la beatificación de la Venerable Madre Úrsula Benincasa
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Venerable Úrsula Benincasa, fundadora de las Teatinas.
Eterno Padre, por los méritos de la
pasión de tu Hijo Jesucristo y por la
acción santificadora del Espíritu Santo,
te ruego que glorifiques en esta tierra a
tu sierva, Úrsula Benincasa
concediéndome por su intercesión
la gracia que te pido.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
(Pide con fe la gracia que deseas recibir)
Avemaría
Gloria
Madre Úrsula, ruega por nosotros
Padrenuestro
Avemaría
Gloria.
