By Jim Davis - Florida Catholic
MIAMI LAKES | Irma Tejeda se sentó silenciosamente en la iglesia hasta que su madre notó algo: El vestido de la niña estaba mojado. Cuando llamaron a la niña de 9 años para ir a la Misa, salió del lago y se puso apresuradamente el vestido sobre su bañador.
Ahora, una maestra de kínder de la escuela parroquial, Tejeda se rió de uno de sus muchos recuerdos en Our Lady of the Lakes, la iglesia a la que asiste desde 1969. Después de más de cuatro décadas, todavía está inmersa en la parroquia que recientemente celebró su 50 aniversario.
Ella ama el culto, el compañerismo y cantar canciones como "El Agua y el Espíritu", dijo. "Realmente se siente como en familia. Es mi hogar lejos de casa".
Alrededor de 600 miembros de esa familia se reunieron en la Misa del 8 de diciembre, para concluir la celebración del aniversario de la iglesia, junto con el Arzobispo Thomas Wenski.
"Por 50 años, la parroquia Our Lady of the Lakes ha sido un lugar donde se encuentra, se celebra y se comparte a Jesucristo", dijo el Arzobispo en su homilía. Rezó para que la celebración hiciera de la iglesia "un modelo de una comunidad reconciliada y reconciliadora de fe, esperanza y amor".
El P. José Álvarez, párroco de Our Lady of the Lakes, desde junio de 2011, se permitió un toque de orgullo por su rebaño.
"No me pertenece �pertenece al Señor", enfatizó. Pero confesó estar "orgulloso de la gente� su vida, su amor, la dedicación que traen. Ellos edifican el Reino de Dios".
Misa arriba, Moos abajo
Our Lady of the Lakes fue fundada como una misión de la iglesia Immaculate Conception de Hialeah. Pero, al igual que Jesús nació en un establo, los primeros 321 feligreses de Our Lady of the Lakes se reunieron para rendir culto en el segundo piso de un almacén renovado. (El edificio también se utilizó para obras de teatro comunitarias).
"Podíamos oír murmullos desde el piso de abajo", recordó el diácono Al Mindel, un miembro fundador.
Pero no por mucho tiempo: La congregación pronto se mudó a una escuela, después a una tienda y una iglesia protestante, luego, construyó un salón multiusos y una rectoría � posteriormente se consagró una capilla a mediados de 1969. Se agregó una iglesia permanente, en 1984 y luego una escuela, en 1987.
En la Misa de aniversario, el Arzobispo Wenski reveló su primer vínculo con Our Lady of the Lakes. Hace cuarenta y tres años, la iglesia St. Benedict, en Hialeah, donde era diácono, en ese entonces, se reunían en una escuela pública. La parroquia usaba la capilla de Our Lady of the Lakes para las bodas.
"He venido a Our Lady of the Lakes probablemente más veces que la mayoría de ustedes", dijo el Arzobispo Wenski, provocando risas.
Cuando se les preguntó, "¿Qué tiene de especial la iglesia?", los miembros hablaron sobre una ventaja natural de Miami Lakes: es una comunidad planificada, algo alejada del desorden urbano del centro de Miami-Dade, y de los almacenes y pequeñas industrias de las áreas circundantes no incorporadas.
La ciudad también es un imán para las familias jóvenes, dijo el P. Álvarez. Eso imparte energía y genera una gran variedad de actividades � y niños para la próxima generación.
Casado con la lírica
Al igual que con Tejeda, la música de Our Lady of the Lakes atrajo a la parroquia al director de la escuela, Ricardo Briz, y lo ayuda a mantenerlo allí. Creció en el Sur de La Florida, estudió en Pittsburgh y luego regresó.
"Amo la música � fue significativa y [estaba] casado con la lírica", dijo. "Aprendí después el poder catártico de la música, que te purifica. Salgo de la iglesia energizado".
Los diferentes ministerios también atrajeron a Nirma Piña. Ella recordó que le pidieron hace tres años que continuara un programa mensual de comida, entretenimiento y arte, y manualidades para los ancianos.
Cursillos, Emaús, Life Teen y la Legión de María están activos en la parroquia. Algunos miembros llenan biberones con donaciones para la campaña Respeto a la Vida. Otros organizan cestas de Acción de Gracias, en noviembre y juguetes en diciembre, para donarlos a otras parroquias o la cercana Escuela Marian Center, para niños con discapacidades de aprendizaje.
Un grupo, el Club de Papás, recaudó miles para un nuevo tablero marcador para la escuela. Y las niñas de la escuela se reúnen semanalmente para hacer rosarios para refugios o para una escuela hermana, en Haití.
"Es una parroquia tan activa", dijo Piña, quien también dirige el ministerio de matrimonios de la iglesia, junto con su esposo, Alicio. "En lo que quieras involucrarte, lo encontrarás".
Otro punto de orgullo para la parroquia es la escuela, con su énfasis en "la integridad del niño”. Sus 500 estudiantes reciben un programa completo de deportes, música y proyectos de servicio, así como materias tradicionales.
"La parte espiritual, física, académica � esa es nuestra misión", dijo Barbara Picazo, subdirectora. "Cuando se gradúan, se convierten en colaboradores de la comunidad".
La iglesia es para chicos, también
Funcionó para Germán García, quien se graduó en 1998. También fue voluntario en la iglesia como monaguillo, y más tarde como ministro extraordinario de la Comunión. Se graduó de la escuela secundaria Msgr. Edward Pace y de la Universidad Nova Southeastern, fue contratado en la escuela Our Lady of the Lakes hace seis años. García trabaja como director de deportes y maestro de educación física, así como profesor de religión de séptimo grado.
"Me dieron la bienvenida, casi como si nunca me hubiera ido", dijo García, de 33 años. "Todavía veo padres que conocí cuando era niño".
Varios feligreses mencionaron el festival anual como un motor de crecimiento y compañerismo. Se celebra cada marzo, la feria de cuatro días atrae a casi 40,000 personas, para paseos y meriendas, como tostones, fideos filipinos y pollo jamaiquino.
Ver a los hombres armar y desarmar el festival cuando era niño, se le quedó en la mente a Alex Rivera. "Solo estar allí con todos los papás era algo tan genial", dijo. "Vi que el trabajo de la iglesia no era solo planchar o arreglar flores. Era también clavar tablas, mover mesas y cargar camiones".
Él también se metió en el trabajo de la iglesia � como lector, miembro del coro, monaguillo y voluntario en la rectoría � y finalmente como sacerdote. Se ordenó el 13 de mayo pasado, el P. Alex Rivera es ahora vicario parroquial de la iglesia Epiphany, en Miami.
Para el diácono Mindel, la vida parroquial se reduce a la red de relaciones que se han formado a lo largo de las décadas.
"Es una relación duradera que ha ido creciendo a través de los años", dijo el diácono, que entrena a los monaguillos, sirve en la Misa de la Vigilia, y dirige un ministerio de oración para los que han perdido un ser querido. "En ocasiones enfrentas problemas, los resuelves y sigues adelante. Existe el compromiso de mantenernos unidos".
Elsa Reus está haciendo todo lo que puede para ayudarlo a continuar. Ella no es solo la directora de relaciones comunitarias y ex alumnos de la escuela; comenzó una serie de galas de recaudación de fondos y desfiles de moda para niños. En la iglesia, sirve como lectora y ministra extraordinaria de la Comunión.
"Todos han estado allí para mí � los sacerdotes y los feligreses � y estoy feliz de poder devolver algo", dijo Reus. "La iglesia y la religión han sido parte de mi vida desde siempre. Y quiero que sea parte de la vida de mis hijos y nietos".