By Lynn Ramsey - Florida Catholic
MIAMI | Los aficionados de los Dolphins conocían a Don Shula por su éxito en el campo de fútbol. Pero los afortunados que vieron a Shula fuera del terreno sabían que era igual de exitoso en su fe católica. Simplemente no lo demostraba.
"Lo que más me impresionó fue que no se enseñoreaba de la gente", señaló el P. Juan Sosa, párroco de la iglesia de St. Joseph, en Miami Beach, donde Shula asistió los últimos 10 años de su vida. El P. Sosa ungió al legendario entrenador en la mañana en que murió, el 4 de mayo de 2020.
"Fue un gran símbolo para Miami, pero no se excedió. Sabía cuánto lo respetaban y lo amaban. Pero no sacó de esa fama, sino del amor de sus hijos y sus nietos y de su esposa", dijo el P. Sosa.
Recordó cómo Shula le habló sobre la influencia del P. John Francis Dearden (más tarde cardenal arzobispo de Detroit) casi hasta el punto de entrar en el seminario.
Pero la pérdida de la Iglesia fue la ganancia del fútbol. Shula entrenó a los Baltimore Colts (1963-69) y a los Miami Dolphins (1970-95) de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), y llevó a los equipos a seis Super Bowls. Los Dolphins ganaron dos veces, incluyendo un récord perfecto de 17-0 en la temporada de 1972. Las 347 victorias de Shula son un récord en la NFL.
Después de retirarse como entrenador principal, el miembro del Salón de la Fama del Fútbol Profesional se desempeñó como vicepresidente de la organización de los Dolphins hasta 2016. Le sobreviven su esposa Mary Anne (con quien se casó en 1993); sus hijos David y Mike; y sus hijas Donna, Sharon y Anna. Su primera esposa, Dorothy Shula, murió de cáncer de mama en 1991.
INTERVENCIÓN DIVINA
Según el arzobispo Thomas Wenski, el mandato de Shula en Miami por poco termina antes de sus días gloriosos. Sólo los salvó la intervención divina. El arzobispo de Miami recordó en una declaración que Shula y el dueño de los Dolphins, Joe Robbie, habían dejado de hablarse en medio de rumores de que Shula se iría de Miami. Cuando el entonces arzobispo de Miami, Coleman Carroll, se enteró — tanto Shula como Robbie eran católicos — llamó a cada uno por separado, diciendo que necesitaba hablar con ellos.
Ambos llegaron, pero no a la vez. Cada uno fue llevado por un monseñor a oficinas distintas.
"El arzobispo Carroll había convocado una conferencia de prensa para ese mismo día", recordó el arzobispo Wenski. "La prensa estaba reunida, el arzobispo entró en la sala y preguntó: '¿Están todos los periodistas aquí?' Cuando respondieron que sí, les dijo a los dos monseñores: ‘Tráiganlos’. De una puerta vino Shula, de la otra vino Robbie, ambos un poco confundidos por encontrarse en medio de una conferencia de prensa. El arzobispo exclamó: ‘Dense la mano’. Y lo hicieron. Entonces el arzobispo declaró terminada la conferencia de prensa".
Shula se quedó en Miami, y los Dolphins y la comunidad de Miami se beneficiaron.
MISA DIARIA
El P. Sosa y varios otros recordaron cómo Shula asistía a la misa todos los días. El sacerdote dijo que Shula también se hacía presente en varias galas de recaudación de fondos para los proyectos de St. Joseph, incluyendo una beca para los estudiantes que asistirían a una escuela secundaria arquidiocesana.
"Él firmaba el programa de cualquiera o se tomaba una foto con ellos", recordó el P. Sosa. "Decía: '¿Cuánto debo cobrar de ahora en adelante para que la iglesia pueda obtener el dinero?'"
Jan Bell, directora del Programa de Administración Deportiva de la Universidad de St. Thomas de 1985 a 2016, también recordó la fe y la presencia de Shula en el campus. Los Dolphins practicaron diariamente en las instalaciones de St. Thomas (entonces conocido como Biscayne College) de 1970 a 1992. Mencionó que, a pesar de que Shula era una figura extraordinaria, caminaba por las instalaciones sin pretensiones.
"Si no sabías quién era, nunca te hubieras enterado de que era un entrenador invicto", aseguró Bell. "Era una persona normal".
Bell es oriunda de Maryland. Siguió a Shula cuando entrenaba a los Baltimore Colts, y continuó su admiración en Miami. Reveló que después de que los Dolphins se fueron de St. Thomas, Shula regresaba con frecuencia para apoyar a la universidad.
"Nos apoyaba porque creció en St. Thomas como entrenador", dijo Bell. "Nunca lo olvidó".
Cuando los Dolphins estaban en el campus para el entrenamiento de verano, el equipo se quedaba en los dormitorios de la universidad y comía en su cafetería. Al comienzo de la temporada, el equipo todavía comía en la cafetería, y los estudiantes se beneficiaban con las sobrantes de los Dolphins, recordó Bell.
Los estudiantes de St. Thomas también ayudaban a los Dolphins con las actividades diarias, y el equipo contrató a varios estudiantes de administración deportiva para que hicieran sus internados. Bell dijo que la inscripción en el programa aumentó con la presencia de los Dolphins.
Uno de los beneficios de las prácticas de los Dolphins en St. Thomas era que Shula podía asistir a la misa diaria en el Marian Center cercano, con las Hermanas de San José Benito Cottolengo.
Sean Clancy, defensa de los Dolphins de 1978 a 1979, dijo que la Hermana Lucía Ceccotti, del Marian Center, supo que Shula tenía un fondo de multas para los jugadores que cometían varias infracciones, como llegar tarde a las reuniones, no alcanzar la meta del peso, y correr una ruta incorrecta en la práctica. Le preguntó para qué era el fondo, y cuando Shula respondió que era para caridad, le pidió que nombrara como beneficiaria a la escuela del Marian Center.
LOS DOLPHINS VEN LA FE DE SHULA
Clancy dijo que la fe de Shula impregnaba a los Dolphins. Siempre que el equipo viajaba, tenía un capellán con ellos. El día del partido, Shula preparaba un salón en el hotel para una misa del equipo.
Clancy aseguró que Shula fue un gran ejemplo de fe y vida para sus jugadores. Dijo que Shula era un hombre de familia, y que los jugadores querían emular ese ejemplo en la comunidad. "Para mí, fue casi como una figura paterna", reveló Clancy, quien llegó a los Dolphins desde Amherst College, tras haber sido reclutado de la tercera división de la NCAA.
"Como novato, estaba petrificado", sostuvo. "Si hacías algo incorrecto, él podía perder el temperamento en un segundo". Pero, al mismo tiempo, tenía una gran calidez. Se convirtió en una verdadera figura paterna. Se enorgullecía de nuestros logros".
Clancy, feligrés de St. Joseph como Shula, contó que se relacionó con su antiguo entrenador de varias maneras. Tiene un hijo con necesidades especiales, y un nieto de Shula tiene necesidades especiales. Es miembro de varias juntas arquidiocesanas, mientras que Shula apoyaba al Miami Country Day School y al Miami Project, dirigido por Nick Buoniconti, ex defensa y miembro del Salón de la Fama.
"Elevó mucho las expectativas", dijo Clancy. "Eran los niveles por los que todos tratábamos de vivir. Querías que el entrenador se sintiera orgulloso".
"COMO UN PADRINO"
El P. Manny Álvarez veía a Shula con frecuencia cuando fue capellán de los Dolphins de 2011 a 2016. Declaró que mucha gente buscaba a Shula, pero que el legendario entrenador le preguntaba al capellán cómo le iba y sobre su relación con el equipo.
El P. Álvarez se convirtió en capellán bajo el mando del entrenador Tony Sparano. Dijo que Shula había querido un sacerdote permanente, pero en aquel momento el P. Álvarez sólo podía ofrecer una misa dominical antes de los partidos locales. Cuando Joe Philbin se mudó de los Green Bay Packers para convertirse en entrenador principal de los Dolphins, Philbin recordó cómo el legendario entrenador de los Packers, Vince Lombardi, tenía un sacerdote con el equipo para cada partido. Hicieron los arreglos para que el P. Álvarez estuviera en todos los juegos y estuviera disponible para los sacramentos.
"A los entrenadores les encantaba tener un sacerdote que celebrara la misa y luego hablara de otras cosas aparte del fútbol", comentó el P. Álvarez. "Disfrutaban hablar de todo lo que no fuera fútbol, porque el fútbol los consumía".
Independientemente del entrenador, Shula todavía inspiraba un sentido de reverencia entre el equipo y la comunidad. Dijo que Shula era como un "padrino del equipo".
"Él todavía imponía ese respeto a los jugadores del equipo, a los entrenadores del equipo, incluso a los aficionados", indicó el P. Álvarez. "Aunque sabía que era algo inminente, fue desconcertante escuchar la noticia hoy".
Los servicios funerarios serán privados. La funeraria Van Orsdel se encargará de los preparativos. Donald Van Orsdel, presidente de la compañía, informó que la familia de Shula se siente conmovida por el amor y el apoyo que ha recibido desde el fallecimiento.
"La familia quiere informar que hay dos organizaciones que Don amaba, y que preferiría que, en lugar de enviar flores, enviaran donaciones a las mismas", indicó Van Orsdel. Las organizaciones son Don Shula Breast Research Cancer Fund, en el Moffitt Cancer Center en Tampa, y Schott Communities, para adultos con necesidades especiales, en Cooper City.
A la familia Shula le gustaría celebrar un acto conmemorativo público en una fecha en la que sea prudente hacerlo, dijo Van Orsdel. Además, los Dolphins informaron que harán un homenaje público a Shula cuando las condiciones de salud lo permitan.
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