MIAMI
| Reunidos en Miami durante tres días de intensa reflexión, 300 católicos en su
mayoría hispanos reflexionaron sobre los problemas y ofrecieron soluciones a tres
desafíos primordiales:
Ser hispanohablantes en
una iglesia que habla inglés,
ser inmigrantes en un país
que se ha vuelto cada vez más hostil a su presencia,
y ser creyentes
en una sociedad progresivamente secular.
Fotógrafo: TOM TRACY | FC
El Fraile Dominicano Sergio Serrano, director del Ministerio Hispano en la Arquidiócesis de New Orleans, participa el 23 de febrero en el Encuentro Regional para las Regiones Episcopales V y XIV. Trescientos delegados de 30 diócesis y nueve estados del sureste de los Estados Unidos se reunieron en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe del 22 al 24 de febrero.
Fotógrafo: TOM TRACY | FC
La representante del ministerio a jóvenes adultos, Karelys Carvajal, participa el 23 de febrero en el Encuentro Regional para las Regiones Episcopales V y XIV.
Fotógrafo: TOM TRACY | FC
Delegados al Encuentro Regional del Sureste conversan el 23 de febrero durante una de las sesiones de trabajo.
Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC
La cruz del V Encuentro se ve a la entrada de la iglesia Our Lady of Guadalupe en Doral antes del comienzo de la Misa de apertura del Encuentro Regional del Sureste.
Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC
Un delegado al Encuentro Regional del Sureste despliega uno de los documentos que resultaron de Encuentros pasados al comienzo de la Misa de apertura, celebrada el 22 de febrero en Our Lady of Guadalupe, en Doral.
Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC
El Arzobispo Christophe Pierre, nuncio papal en los Estados Unidos, observa a los delegados mientras trabajan en la última sesión del Encuentro Regional del Sureste el 24 de febrero, antes de celebrar la Misa de clausura.
Los delegados que asistieron
al Encuentro Regional del Sureste estuvieron del 22 al 24 de febrero
discutiendo temas como la inmigración y la confesión, las familias y la educación
religiosa, los jóvenes y las vocaciones. Hablaron en español e inglés. Rezaron
y cantaron también en ambos idiomas.
Al final, resumieron su
trabajo en dos palabras: esperanza y compromiso. Las palabras describen tanto
el impacto que ha tenido en ellos el proceso del Encuentro durante varios años y la
tarea que han emprendido como resultado de ello.
“Mi esperanza es
ante todo tener una voz”, dijo Marthamaría Morales, de la Diócesis de
Birmingham, Alabama. “Que no nos están haciendo favores. Somos parte de la
Iglesia universal. Somos de aquí. Y asumimos nuestro lugar”.
Este, el primero de los 13 Encuentros
regionales, fue un preludio del gran evento: el V Encuentro nacional de la
Pastoral Hispana, que tendrá lugar en Grapevine, Texas, en septiembre. Fue
también una secuela a los meses de discusiones similares que se realizaron a lo
largo de 2017 en parroquias y diócesis en todos los Estados Unidos.
30
DIÓCESIS, NUEVE ESTADOS
Los delegados que asistieron
al Encuentro Regional del Sureste representaron a dos regiones de la Iglesia, V
y XIV, que abarcan 30 diócesis en nueve estados. Desde La Florida, al norte hasta
Kentucky, y al oeste hasta Luisiana; regiones con casi 4 millones de católicos hispanos,
entre una población total de 10 millones de católicos. Son regiones donde la
población hispana continúa creciendo: en un 149 por ciento entre 2000 y 2016 en
la Región V (Louisiana, Mississippi, Alabama, Tennessee y Kentucky) y en un 104
por ciento en la Región XIV (La Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina
del Sur), según el documento de trabajo del Encuentro Regional.
En ambas regiones, los
inmigrantes hispanos siguen llegando, mientras las segundas y terceras
generaciones se asimilan ling�ísticamente al mismo tiempo que conservan sus
tradiciones culturales.
“Se trata de una
nueva forma de inmigración en los Estados Unidos”, dijo el Obispo Auxiliar de
Atlanta, Ned Shlesinger, quien presenció personalmente el cambio durante sus 21
años de sacerdocio en la Diócesis de Raleigh, en Carolina del Norte. La cual pasó
de celebrar Misas en español en tres parroquias a celebrarlas en más de 60.
“Tenemos que aprender a
abordar las necesidades pastorales de la gente a través de la cultura que viven
y el idioma que hablan”, dijo el Obispo Shlesinger, quien fue designado a la
diócesis de Atlanta en mayo de 2017.
Pero no es tan simple como
aumentar el número de clérigos hispanohablantes.
"MILENIALS" Y BILING�ES
Más del 50 por ciento de los católicos hispanos son menores de 27 años, y un número similar nació en los Estados
Unidos, según las cifras citadas en el documento de trabajo. Hablan inglés con
fluidez, pero aprendieron a rezar y aún hablan español en casa.
“Les gustan las
hamburguesas y les gustan los tacos”, dijo Morales. Además, “son católicos por tradición,
pero no por convicción. Así que estamos tratando de encontrar un lugar para
ellos en la Iglesia Católica”.
Dijo que dar a los milenials
una tarea, un sentido de misión, funciona, porque “ellos están buscando un
sentido de pertenencia... un propósito en la vida”.
Ella también aboga por las Misas
biling�es en ocasiones especiales, tales como la Navidad, las confirmaciones y los
días festivos especiales, como una manera de ayudar a los hispanos y
angloparlantes a conocerse mejor.
“Ellos rechazan
porque no conocen”, dijo, y agregó que la delegación de Birmingham incluyó a
dos no hispanos. Participaron porque querían aprender más sobre la cultura.
“No quiero ver dos
comunidades. Necesitamos ser una comunidad”, dijo Bárbara Romani, una delegada
no hispana de Miami que creció en Nueva York, entre compatriotas italianos, pero
también alemanes, irlandeses, puertorriqueños, cubanos y dominicanos. Luego, se
trasladó a Miami y vio como la ciudad absorbía ola tras ola de inmigrantes,
primero de Cuba y luego de todos los países de Centroamérica y de Suramérica,
así como de Haití.
“Hay que trabajar para
incorporar, hacer cosas para reunir a la gente”, dijo Romani. Agregó que todos
en la Iglesia �no sólo los hispanos� necesitan apoyar el proceso del
Encuentro.
TERMINA
EN 2020
La planificación del V
Encuentro comenzó en 2014. Los encuentros parroquiales y diocesanos se
realizaron el año pasado y el proceso no concluirá hasta el 2020. Los obispos
estadounidenses pasarán el año 2019 revisando las conclusiones del Encuentro
nacional y redactando algún tipo de plan pastoral. En 2020, esas
recomendaciones regresarán a las diócesis para su implementación en las
parroquias.
“Esto continúa una
tradición de Encuentros que ha ayudado a la Iglesia no sólo a reconocer la
necesidad, sino también a comprometerse con las soluciones”, dijo Vivi
Iglesias, de la Diócesis de St. Petersburg, en La Florida, coordinadora de la Región
XIV para el Encuentro.
“El énfasis que vemos surgir
es en la juventud, las vocaciones, las familias jóvenes y el desarrollo del
liderazgo entre los hispanos”, agregó. “Y la inmigración”.
El P. Duvan Bermúdez,
director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Palm Beach, dijo que las
mayores necesidades son continuar fortaleciendo las comunidades hispanas y
concientizar al clero, no sólo sobre la presencia de hispanos, sino también de
personas de otras nacionalidades y etnias, incluyendo a filipinos, brasileños,
vietnamitas y haitianos.
“Necesitamos ser
capaces de llevar el Evangelio a estas personas”, dijo el P. Bermúdez,
añadiendo que se entiende que en los Estados Unidos las personas tienen que
hablar inglés. Pero, “también es importante respetar la cultura”.
ESPERANZA
Y COMPROMISO
Dirigiéndose a los
delegados al concluir sus reflexiones, el P. Rafael Capó les recordó que “con
grandes dones viene una gran responsabilidad. Así que con la esperanza viene el
compromiso”.
El P. Capó dirige la Oficina
Regional del Sureste del Ministerio Hispano, la institución"ancla" del
Encuentro Regional del Sureste. La oficina en sí nació a raíz de las
reflexiones �y la implementación final� del II Encuentro, realizado entre
1975 y 1977.
La noche de apertura, el P.
Capó les dijo a los delegados: “Están llamados a ser líderes en la
evangelización de los Estados Unidos”.
El Arzobispo
Christophe Pierre, nuncio papal en los Estados Unidos, tocó el mismo tema en la
Misa de clausura, el 24 de febrero. Hablando en español, calificó el Encuentro
como un medio de “rehacer” la Iglesia e invitó a los delegados a compartir la
ilusión de “que vamos a transformar la realidad”.
“Lo que es en la Iglesia de
los Estados Unidos hoy, el Encuentro es una de las cosas más dinámicas que
puedan existir”, dijo: “un encuentro de aquellos que en el contexto
sociopolítico de este país son rechazados”.
Recordando a Moisés y a los
profetas, el Arzobispo Pierre dijo que las generaciones actuales se sienten
igualmente desplazadas, con “una incertidumbre sobre nuestra identidad”. A los
padres les resulta difícil transmitir su fe y sus valores a sus hijos. “El
mundo no tiene dirección. El mundo se pierde”.
Pero, en medio de
este “mundo nuevo”, Dios convoca a su pueblo a “encontrarse como pueblo” para
ser “pueblo de Dios”, dijo el Arzobispo. “No para formar una pequeña secta. No
para formar un pequeño mundo de los elegidos”, sino para poner en práctica la
ley suprema del reino de Dios, la ley del amor.
“Hay que reflexionar. Hacer un
discernimiento”, dijo. “Hay que ver lo que podemos hacer en este nuevo mundo”.
Sugirió que la respuesta se encuentra en el tema del V Encuentro: “Discípulos
misioneros. Testigos del amor de Dios”.
La frase está tomada del
documento publicado por los obispos de América Latina �incluyendo a un cardenal
de Buenos Aires que se convertiría en el Papa Francisco� después de su reunión en Aparecida, en Brasil.
“Entonces nuestra
Iglesia debe ser �¡debe ser!� el lugar donde la gente pueda tener la
oportunidad de encontrarse con Jesús”, dijo el Arzobispo Pierre. “Hay que hacer
de la gente discípulos. Y si esas personas son discípulos, en el contexto de
hoy, hay que orientarlos para que sean misioneros”.
“Los animo”, concluyó. “Tienen
una gran responsabilidad”.
Fotógrafo: TOM TRACY | FC
En esta foto, de izquierda a derecha: Eva Gonzalez, directora del Ministerio Hispano en la Arquidiócesis de Louisville, Ky., y coordinadora del Encuentro para la Región V; el P. Rafael Capó, director del la Oficina Regional del Sureste para la Pastoral Hispana y del SEPI; y Vivi Iglesias, representante de Catholic Relief Services basada en St. Petersburg, Fla., y coordinadora del Encuentro para la Región XIV.