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Feature News | Friday, September 27, 2019

Camp Erin: tristeza compartida

El campamento de duelo de Catholic Hospice ayuda a niños y adolescentes a lidiar con la muerte y a sobrellevar el dolor

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Campistas y voluntarios del Campamento Erin se reúnen y juntan sus manos antes de una ovación. Camp Erin es un campamento de duelo de un fin de semana, patrocinado por Catholic Hospice para niños y adolescentes de 6 a 17 años. Fusiona la orientación sobre el duelo con la diversión tradicional del campamento. El próximo campamento será del 18 al 20 de octubre en el parque Hugh Taylor Birch, en Fort Lauderdale.

Fotógrafo: COURTESY

Campistas y voluntarios del Campamento Erin se reúnen y juntan sus manos antes de una ovación. Camp Erin es un campamento de duelo de un fin de semana, patrocinado por Catholic Hospice para niños y adolescentes de 6 a 17 años. Fusiona la orientación sobre el duelo con la diversión tradicional del campamento. El próximo campamento será del 18 al 20 de octubre en el parque Hugh Taylor Birch, en Fort Lauderdale.

FORT LAUDERDALE | Cuando un ser querido muere, se desarrolla un proceso: arreglos funerarios, visitas de familiares y amigos, condolencias, flores, tarjetas e incluso comida para la familia del difunto; seguido, para los católicos, de una Misa solemne y el entierro.

Esencialmente, la muerte es un asunto de adultos. Pero, ¿qué pasa con los niños y adolescentes de la familia? A menudo, si son muy pequeños, no entienden; si son mayores, pueden entender, pero aun así tienen que lidiar con una serie de emociones, confusión y negación.

Ninguna de esas emociones puede sanar instantáneamente, pero Catholic Hospice puede ayudar con el Campamento Erin, un campamento gratuito que se realiza dos veces al año, de fin de semana para niños y adolescentes de 6 a 17 años que han sufrido la muerte de un ser querido. El campamento combina información sobre el duelo y apoyo emocional a través de actividades como el arte, la música, la terapia con mascotas, la atención plena, las ceremonias de recordación y mucho más, con actividades tradicionales de campamento como canotaje, caminatas e incluso cantar alrededor de una fogata, malvaviscos incluidos.

Aunque el Campamento Erin está afiliado a Catholic Hospice, acoge a niños de todas las creencias religiosas y orígenes. El próximo Campamento Erin se llevará a cabo del 18 al 20 de octubre en el parque Hugh Taylor Birch, en Fort Lauderdale.

Gian Carla Santayana, coordinadora del campamento de duelo, dijo que la orientación y el apoyo van de la mano cuando se trata del duelo.

"Para mucha gente, no sabemos qué esperar, no sabemos cómo deberíamos sentirnos, qué deberíamos estar pensando, qué deberíamos estar haciendo. Y los niños tienden a adquirir los hábitos y conductas, creencias y valores de los adultos que los rodean y que están en duelo", dijo Santayana.

El Campamento Erin proporciona un ambiente de aprendizaje, afrontamiento y unión que ayuda a los niños a comprender que la muerte es una parte natural de la vida.

 

"NO ESTABA SOLA”

Con fotos y velas encendidas, los campistas de Camp Erin honran a sus seres queridos fallecidos. Camp Erin es un campamento de duelo de un fin de semana, patrocinado por Catholic Hospice para niños y adolescentes de 6 a 17 años. Fusiona la orientación sobre el duelo con la diversión tradicional del campamento. El próximo campamento será del 18 al 20 de octubre en el parque Hugh Taylor Birch, en Fort Lauderdale.

Fotógrafo: COURTESY

Con fotos y velas encendidas, los campistas de Camp Erin honran a sus seres queridos fallecidos. Camp Erin es un campamento de duelo de un fin de semana, patrocinado por Catholic Hospice para niños y adolescentes de 6 a 17 años. Fusiona la orientación sobre el duelo con la diversión tradicional del campamento. El próximo campamento será del 18 al 20 de octubre en el parque Hugh Taylor Birch, en Fort Lauderdale.

Melissa Lorenzo perdió a su madre a causa del cáncer cuando tenía 15 años. Un consejero de Catholic Hospice la envió al Campamento Erin. Al principio, ella no quería ir. "No me gusta que la gente me vea así", dijo Lorenzo.

Pero lo que la ayudó a sobrellevar el fin de semana fue que todos los campistas, independientemente de su edad, habían sufrido pérdidas. "No estaba sola", dijo Lorenzo, y añadió que se fue del campamento sintiéndose aliviada y apoyada.

Santayana dijo que los campistas se van a casa con materiales de lectura para ellos y sus familias, de manera que juntos puedan entender los siguientes pasos. El equipo de Camp Erin también los llama periódicamente para saber de ellos.

"Queremos asegurarnos de que les estamos dando buena atención y satisfaciendo las necesidad que puedan tener además del campamento. Y queremos asegurarnos de que es un asunto de toda la familia", dijo Santayana.

Aunque se da preferencia a los nuevos campistas, los anteriores pueden regresar si hay espacio. Eso es lo que hizo Lorenzo cuando su mejor amiga y otra amiga fallecieron en un accidente automovilístico.

Ahora tiene 19 años y es voluntaria del Campamento Erin, donde disfruta haciendo reír a los niños.  "Perder a un ser querido no es fácil. Si puedo ayudar a otros a sobrepasarlo, eso es lo que quiero hacer", dijo Lorenzo.

Está estudiando investigación de homicidios en Miami Dade College, y planea usar sus experiencias en el Campamento Erin para ayudar a las familias con las que se encontrará en su futuro trabajo.

 

INSPIRADO POR ERIN

El Campamento Erin apareció en 2002 bajo la Fundación Moyer, ahora conocida como Eluna. Fue fundada por el lanzador de béisbol de las Grandes Ligas, Jamie Moyer y su esposa Karen Phelps, y fue nombrada en memoria de Erin Metcalf, una de las beneficiarias de la Fundación Make-A-Wish, que se hizo amiga de los Moyer. Eluna se asocia con organizaciones locales en 40 ciudades de las Grandes Ligas de Béisbol en los Estados Unidos y Canadá para apoyar a niños y familias afectadas por el duelo o la adicción.

En 2013, Eluna se asoció con Catholic Hospice para crear el Campamento Erin South Florida, en reemplazo del Campamento Esperanza de Catholic Hospice, que había funcionado durante 15 años.

Ana Milagros, de 36 años, ha sido voluntaria del Campamento Erin desde su inauguración. En el momento de la muerte de su padre, ella era una adolescente y nunca había oído hablar de un campamento de duelo. Más tarde, como adulta y trabajadora social, decidió ir al campamento como voluntaria. Desde entonces, regresa dos veces al año, a menudo con amigos y familiares que también son voluntarios.

"Es una experiencia compartida, y sólo tienes que ponerte a disposición de estos niños. Hay nervios, al principio, cuando llegan y al final se han unido. Pueden llevarse estas experiencias a otras áreas, como la escuela, y aprender a hablar con sus familias. No se trata sólo de la pena, es una oportunidad para crecer a partir de ella", dijo Milagros.

A veces, incluso los voluntarios descubren algo sobre su propio dolor. Antes de trabajar en el Campamento Erin, Keith Barreras, de 38 años, fue voluntario en centros de duelo y en el Campamento Brave Heart en el Condado de Polk. Su madre fue diagnosticada con cáncer cuando él tenía 12 años, y murió seis años después. Al igual que Milagros, no pudo encontrar un lugar que lo ayude a sobrellevar la situación.

"La gente no se dio cuenta de que había una necesidad de servicios de duelo para niños y adolescentes", dijo Barreras. "Nunca me detuve a pensar en ello, pero me di cuenta de que había algo diferente en mí. Luego, en este centro de duelo donde era voluntario, todo se juntó y me di cuenta de lo mucho que realmente afectaba mi vida".

La muerte de su madre desencadenó una pasión de por vida para trabajar en la consejería y la defensa del duelo, y actualmente está estudiando para ello en la universidad Florida Atlantic. Barreras también está presionando para que se establezcan grupos de apoyo para el duelo en los campus universitarios. Su meta es educar y unir a las familias en su proceso de duelo para que nunca se sientan solas.

"Muchas veces, los padres no quieren molestar a los niños, y los niños no quieren molestar a los padres, así que ambos están caminando por esta delgada línea, sin quererse molestar mutuamente. ¿Qué pasaría si se sentaran y sintieran esto juntos? "Me gustaría que la gente hiciera eso".

 

PARA SABER MÁS

  • El próximo Campamento Erin se realizará del 18 al 20 de octubre en el parque Hugh Taylor Birch, en Fort Lauderdale. El espacio es limitado.
  • Para inscribir a un niño o adolescente, comuníquese con Gian Carla Santayana al 954-944-2709 o envíele un correo electrónico a [email protected]. Para más información visite www.camperinsouthflorida.org.

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