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School News | Friday, October 28, 2022

Arzobispo Wenski: 'Haití necesita ayuda'

Alza de precios, protestas, pandillas, secuestros y saqueos afectan ahora a la diócesis hermana de Miami

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El Obispo Charles Peters Barthélus de Port-de-Paix, Haití, hace un recorrido por el Heritage Hall de la secundaria Msgr. Edward Pace, en Miami Gardens, el 14 de septiembre de 2022. Le acompaña la profesora de Pace, Mammone Onelien, quien sirvió de traductora durante su visita. Port-de-Paix es la diócesis hermana de la Arquidiócesis de Miami. Pace es una de las escuelas de la Arquidiócesis que recauda fondos durante todo el año para ayudar a las escuelas e iglesias de Port-de-Paix.

Fotógrafo: CRISTINA CABRERA JARRO| FC

El Obispo Charles Peters Barthélus de Port-de-Paix, Haití, hace un recorrido por el Heritage Hall de la secundaria Msgr. Edward Pace, en Miami Gardens, el 14 de septiembre de 2022. Le acompaña la profesora de Pace, Mammone Onelien, quien sirvió de traductora durante su visita. Port-de-Paix es la diócesis hermana de la Arquidiócesis de Miami. Pace es una de las escuelas de la Arquidiócesis que recauda fondos durante todo el año para ayudar a las escuelas e iglesias de Port-de-Paix.

MIAMI | Tras varias semanas de protestas por el aumento en el precio del petróleo, los disturbios continúan en Haití, y han pasado de la desesperación a la violencia.

En septiembre de 2022, varias instituciones humanitarias y de ayuda, como Cáritas (a la que pertenece Caridades Católicas), Food for the Poor, la Cruz Roja Haitiana y otras, fueron saqueadas y vandalizadas; algunas hasta fueron incendiadas. El personal local de la organización haitiana de prensa Vant Bèf Info reportó que el Centro Departamental de Operaciones de Emergencia, ubicado en Morne Caillot, Port-de-Paix, sufrió el robo de todo, desde paneles solares, sillas y equipo de oficina, hasta un trapeador para la limpieza.

Las pandillas, que podrían ser responsables del saqueo, se han convertido en un grave problema en el país.

“Algunas de las pandillas fueron pagadas por políticos y otras personas. Si ahora controlan las pandillas, es otra cuestión”, comentó el Arzobispo Thomas Wenski, que visitó Haití por última vez en octubre de 2018.

Desde que el Obispo Charles Peters Barthélus fue nombrado para la Diócesis de Port-de-Paix en 2020, ha mantenido correspondencia por correo electrónico con el Arzobispo Wenski. Hace más de 30 años, la Arquidiócesis de Miami estableció una relación de diócesis hermana con la Diócesis de Port-de-Paix en el noroeste de Haití —la región más pobre de ese país—, que continúa en la actualidad a través del trabajo del grupo misionero laico Amor en Acción.

A mediados de septiembre de 2022, cuando regresaba a Haití desde Roma, el Obispo Barthélus visitó Miami y se reunió con el Arzobispo Wenski, y con los representantes de Amor en Acción, entre otros. El Arzobispo Wenski dijo que los feligreses de la Misión de Notre Dame d’Haiti, en Miami, estaban contentísimos de que el obispo haitiano celebrara la Misa.

“En Miami, tenemos una gran cantidad de haitianos de la Diócesis de Port-de-Paix. La mayoría de la gente de Notre Dame d’Haiti es de esa región de Haití”, afirmó el Arzobispo.

El Obispo Barthélus también visitó la iglesia y la escuela de St. Gregory the Great en Plantation, la escuela de St. David en Davie, la escuela secundaria de Msgr. Edward Pace en Miami Gardens (ver historia relacionada), y la universidad de St. Thomas, también en Miami Gardens.

El regreso del Obispo Barthélus a Haití se retrasó cuando el aeropuerto de Puerto Príncipe cerró debido a la violencia en el país. Después tardó otras dos semanas en conseguir transportación segura hasta Port-de-Paix.

“En general, el noroeste, donde está Port-de-Paix, estuvo prácticamente intacto durante muchos, muchos años”, explicó Andrés Novela, ex presidente de la junta directiva de Amor en Acción, y director de la pastoral estudiantil y profesor de teología en la secundaria Pace.

“Aunque no era una existencia ideal debido a los enfrentamientos, todas las aldeas pequeñas y pueblos que vivían en relativa calma, por su cuenta, ocupándose de sus asuntos, ahora han sido invadidos por las pandillas. Queman sus casas, sus iglesias, y saquean”, añadió.

A principios de este año, tres de los sacerdotes del Obispo Barthélus fueron secuestrados y retenidos para pedir un rescate, porque, como señaló Novela, “saben que la Iglesia pagará”.

Incluso Cáritas, cuyo local fue saqueado en septiembre, necesita considerar si eso volverá a ocurrir antes de empezar a reconstruir.

“De lo contrario, se entra en un ciclo”, comentó el Arzobispo Wenski.

A diferencia de los actuales gobiernos que oprimen y persiguen a la Iglesia en Nicaragua, Venezuela y Cuba, el gobierno de Haití depende en gran medida de la Iglesia, aunque no siempre lo reconozca.

“La Iglesia Católica brinda educación, atención médica y, en algunas zonas rurales, los sacerdotes católicos locales construyen carreteras y cavan pozos”, dijo el Arzobispo Wenski.

La Iglesia promueve la celebración de elecciones libres y legítimas, con la esperanza de que ayuden a restablecer el orden en Haití.

“Intentan exhortar a los políticos de todas las tendencias y a los partidos políticos a que dialoguen y cooperen, y a que piensen en el bien común y no en ellos mismos. Pero es bastante complicado. Haití necesita ayuda”, declaró el Arzobispo Wenski.

CÓMO AYUDAR

  • Para más información sobre cómo ayudar a Haití apoyando la obra misionera de Amor en Acción en esa nación, visite amorenaccion.com. En Instagram y Facebook, @amorenaccion.


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