By Jim Davis - Florida Catholic
Photography: JIM DAVIS | FC
HOLLYWOOD | La convocatoria social de un obispo se convirtió en una celebración de canto, baile y fiesta de los cristianos indios del Sur de La Florida.
El evento principal fue la visita del Obispo Philipos Mar Stephanos Thottathil, líder de los católicos siro-malankaras en los Estados Unidos y Canadá. Saludaba a la congregación de St. Mary Malankara, la única de la Iglesia en el Sur de La Florida.
Pero la actividad del 14 de enero en la iglesia de Nativity, en Hollywood, se convirtió en un festival cultural que atrajo a gente original de Kerala, la patria histórica del cristianismo en el Sur de La India.
Católicos y ortodoxos orientales por igual, acudieron a la capilla de la iglesia de Nativity, donde St. Mary celebra el culto los domingos. Después, llenaron el salón parroquial de Nativity para el festival.
“La Iglesia Católica es un hermoso jardín de flores diferentes, cada una con su fragancia especial”, declaró el Obispo Philipos, primado de la Eparquía de Queen of Peace, con sede en Elmont, Nueva York. “Cultural e históricamente, somos indios. En la fe, somos cristianos”.
La rápida visita de 48 horas del obispo fue una parada de cortesía para las familias de St. Mary, una de las 25 parroquias y misiones siro-malankaras de los Estados Unidos y Canadá, de 10,000 personas.
“Es una reunión familiar, en la que compartimos felicitaciones”, comentó con una sonrisa.
A pesar de que St. Mary solo cuenta con 27 familias, asistieron unas 150 personas. El resto procedía de lugares tan distantes como West Palm Beach, Orlando, Chicago, Filadelfia y Nueva York.
Algunos eran amigos y parientes de los participantes, como Sajan George, quien llegó en automóvil desde Tampa con su esposa, su madre y sus dos hijos.
“Somos amigos de la familia de Sarah”, explicó George, refiriéndose a Sarah Kurain, de 10 años, quien recibía su primera comunión. “Estamos emocionados de estar aquí”.
Además de St. Mary, el festival atrajo a sacerdotes y religiosas de la iglesia de Our Lady of Health, en Coral Springs. La iglesia, una congregación católica siro-malabar, también nació en la India, pero sigue una liturgia distinta.
La celebración atrajo incluso a dos sacerdotes ortodoxos indios locales, aunque sus iglesias no están en comunión con el Vaticano. El P. Shaun Mathew, de la iglesia ortodoxa de St. Thomas, en Hollywood, dijo que él y el P. Santhosh Thomas, párroco de St. Mary, suelen visitar mutuamente sus dos iglesias.
El P. Mathew añadió que los indios kerala del Sur de La Florida, católicos o no, se reúnen a menudo para compartir la cultura y la lengua malayalam de la región. “Los eventos culturales permiten a la siguiente generación conocer su ascendencia única”.
Antes del acto social, se celebró el Qurbono, o Misa. El Obispo Philipos llevaba el velo distintivo de un Obispo Siro-Malankara: un gorro corto de tela con 13 estrellas, por Jesús y los apóstoles.
El Qurbono no fue el único signo de unidad esa noche. Durante el festival, el clero se reunió en torno a un nilavilakku, una lámpara vertical coronada con una cruz. Cada uno se adelantó y encendió una mecha.
El Arzobispo Thomas Wenski, de la Arquidiócesis de Miami, quien encendió una de las siete mechas, dijo que las diversas tradiciones representadas en la celebración eran un “gran signo de la unidad de la Iglesia. Jesús vino para la salvación de todas las naciones”.
Añadió que, al igual que la piel unifica el cuerpo humano, y las raíces mantienen un árbol en la tierra, las tradiciones culturales pueden mantener saludables a los pueblos en los Estados Unidos. “Podemos ser estadounidenses plenos, polacos plenos, haitianos plenos, e indios plenos”.
Las dos iglesias católicas indias, la Siro-Malankara y la Siro-Malabar, surgieron de siglos de corrientes religiosas en el subcontinente indio. Dicen que fueron fundadas por Santo Tomás, quien llegó a la India en el año 52, donde evangelizó extensamente y fue martirizado.
En el siglo IV, una infusión de católicos de Oriente Medio se sumó al mosaico, al igual que los misioneros portugueses en el siglo XVI. Tras una serie de divisiones y conflictos, ambos grupos de católicos sirios consiguieron la aceptación de Roma, al tiempo que conservaban sus liturgias distintivas.
En la actualidad, con estos asuntos resueltos y los feligreses en una tierra distinta, las diferencias se han desvanecido y los cristianos indios hacen mayor énfasis en la unidad que en la división.
“Es un momento de gran solidaridad”, dijo el P. Thomas, de St. Mary. “Cosas como ésta (el festival) aportan fuerza y unidad”.
Señaló que la reunión del 14 de enero tuvo lugar poco antes de la Semana ecuménica de Oración por la Unidad de los Cristianos, del 18 al 25 de enero de este año.
El festival presentó un amplio menú de ofertas culturales. Algunos miembros cantaron mientras que otros recitaron poesías. Los jóvenes de la iglesia interpretaron una combinación de danza devocional y Bollywood. Algunos incluso hicieron demostraciones de Kalaripayatu, un arte marcial centenario de la India.
La comida para la ocasión incluía carne asada seca, curry de pescado y estofado de pollo, además de arroz integral y verduras indias. Tampoco faltaron las empanadillas de arroz, conocidas como palappam.
El Obispo Philipos sonreía mientras se llamaba al escenario a un joven tras otro para recibir diversos honores, y sus amigos les aclamaban con gritos y aplausos. “Eso es un signo de la vitalidad que hay aquí”, comentó.
Las iglesias indias se suman a la diversidad de católicos orientales presentes en la Arquidiócesis de Miami. Otras incluyen iglesias maronitas, ucranianas y de rito bizantino. Vinieron aquí por las mismas razones que los demás: trabajo, libertad, oportunidades, espacio para crecer. Y, por supuesto, el clima cálido.
Sin embargo, la zona es a menudo precursora de desarrollos en el resto de América, destacó el Arzobispo Wenski. “Miami ha sido llamada la ciudad del futuro. Y el panorama religioso de Miami es el futuro de los Estados Unidos”.
El éxito del festival ha motivado a St. Mary a convertirlo en un acontecimiento anual, de acuerdo con Gimol Thomas George, su responsable de relaciones públicas. Informó que se programará para el primer domingo después del 14 de enero de cada año.