By Archbishop Thomas Wenski - The Archdiocese of Miami
El Arzobispo Thomas Wenski predicó esta homilía el lunes, 13 de mayo, en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima y la fundación de la rama laical, Los Apóstoles de los Dos Corazones, familia de los Corazones Traspasados de Jesús y María, en la iglesia St. Raymond en Miami.
Felicidades a Los Apóstoles de los Dos Corazones por sus 25 años.
Según lo que tengo entendido, Los Apóstoles nacen el 13 de mayo de 1999, cuando Madre Adela Galindo, en el contexto de una peregrinación, está orando en la capilla de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque, en Paray le Monial, Francia.
Mother claramente escucha en su corazón que el Señor le dice: "Ya me has dado religiosas, ahora quiero que me des una rama seglar que se formen desde tu corazón en este carisma. Crea para ellos una casa, una escuela y un camino de santidad para que esta familia espiritual esté al servicio de la Iglesia y que cada uno viva de acuerdo con su vocación, el llamado de ser consolación y reparación a mi Sagrado Corazón y al Corazón de mi Madre. ¡Qué los apóstoles sean sus manos y sus pies, de manera que lleguen donde ustedes no puedan ir! ¡Qué sirvan con dedicación y obediencia a la Iglesia y a sus obispos y sacerdotes!”.
Desde ese momento, el Señor ha llamado a hombres, mujeres, jóvenes y niños a ser parte de esta familia espiritual. Todos ellos colaboran con las iglesias locales.
Actualmente, cientos de Apóstoles de los Dos Corazones están presentes en 21 estados de los Estados Unidos, en el Caribe, México, Centro América, Sur América, Europa y África.
El 13 de mayo es una fecha muy importante, no solo para la familia de los Dos Corazones, sino también para toda la Iglesia. Fue un día como hoy que la Virgen apareció por primera vez a los pastorcitos de Fátima, hace más que un siglo. Fue también un 13 de mayo en 1981 cuando el Papa, San Juan Pablo II, sobrevivió un atentado contra su vida en Roma. El Papa siempre consideraba que fue la intercesión de la Virgen de Fátima que salvo su vida. Más tarde, dejo en la corona de la Virgen la bala que por poco le quitó la vida.
En sus apariciones a los tres niños, María, a quien veían como una mujer “más brillante que el sol”, les confió ciertos “secretos” que, a lo largo de los años, provocaron no poca especulación y controversia. Pero, lo que quizás sea aún más importante, María les pidió que oraran. Les pidió que rezaran el rosario todos los días para traer la paz al mundo y el fin de la guerra.
El rezo del rosario ha sido, durante generaciones, parte integral de la piedad católica. El famoso “Sacerdote del Rosario”, el P. Patrick Peyton, animó a las familias a rezar el rosario en casa, diciéndoles que la familia cuyos miembros oran juntos permanece unida. El rezo del rosario y también la oración en general en la Familia de los Corazones Traspasados: Apóstoles de los Dos Corazones y las Siervas y los Siervos de los Corazones Traspasados se han mantenido unidos entre sí y con las iglesias locales donde viven y trabajan.
Así, en esta fiesta de la Virgen de Fátima, nos conviene recordar que el rosario es un poderoso antídoto contra la “cultura de la muerte” de nuestra sociedad contemporánea, una cultura en la que se descarta cada vez más la dignidad y el derecho a la vida de los no nacidos, los discapacitados y los ancianos.
María nos ha dado un arma simple pero poderosa para la guerra espiritual que es parte de nuestra vida cotidiana en este “valle de lágrimas”. No es un arma de violencia o intimidación, sino más bien de paz y sanación, porque el rezar el rosario nos lleva a una relación más íntima con María, Madre de Misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra. En un mundo todavía amenazado por las armas de destrucción masiva, tenemos en el rosario —como María indicó a los pastores de Fátima— un arma de conversión masiva.
De hecho, María por su “Sí” dado al ángel el día de la Anunciación, fue la primera discípula. Y, al celebrar estos 25 años de los Apóstoles de los Dos Corazones, demos gracias a Dios por las gracias recibidas. Y nos recordamos que, para ser un apóstol coherente, primero tenemos que ser discípulos convencidos. Solo uno que es discípulo fiel, que vive en comunión con el Señor a través de una vida de oración, que se deja ser formado por el Señor en las verdades de la buena nueva, puede convertirse en un apóstol consecuente y convincente.
En estos días que caen entre las fiestas de la Ascensión del Señor y de Pentecostés, es bueno que nos encontramos juntos en la oración.
Como María estuvo con los 11 reunidos en oración en el cenáculo para así aguardar con firme esperanza de llegada del Espíritu prometido, ella está con nosotros en estos días. Y está presente en los “cenáculos” celebrados por los siervos en varias parroquias a lo largo del año. Pidamos que por su intercesión estemos siempre abiertos para poder recibir al Espíritu Santo y que los dones del Espíritu Santo sigan produciendo en esta familia espiritual de los Corazones Traspasados muchos frutos.
Que los apóstoles de los Dos Corazones siempre respondan al llamado de ser consolación y reparación al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María viviendo de acuerdo con su vocación en el mundo seglar.
Mother Adela, gracias por haber escuchado la voz del Señor el 13 de mayo de 1999 para que pudieras fundar esta rama seglar de los Corazones Traspasados. Que los Apóstoles de los Dos Corazones perseveren en la oración y en el bien obrar al servicio de la Iglesia y la humanidad.
Y fieles a la petición de la Virgen de Fátima que todos alcemos esa arma poderosa que es el rezo del santo rosario para que haya paz en nuestro mundo, sobre todo en Ucrania, en la Tierra Santa, y en nuestros países vecinos, Haití, Cuba, Venezuela, y Nicaragua.
