By Linda Reeves - The Florida Catholic Palm Beach
DEERFIELD BEACH | Carol Foster tenía 19 años y estaba enamorada. Pensaba que aquel era el amor de su vida, pero tomó una mala decisión que la llevó a tomar otras, y a sufrir no sólo en el aspecto físico, sino también en el emocional.
“Lo mantuve en secreto durante mucho tiempo”, contó Foster, al recordar con claridad su experiencia traumática cuando era una adolescente temerosa, confundida y desorientada que se sometió a un aborto que le provocó complicaciones médicas y mucho más.
“Pienso en ello todos los días de mi vida”, afirmó. “Tengo que vivir con mis decisiones. Creo que por eso ahora hago esto. Retribuyo”.
Foster, criada en una familia católica, se alejó de la Iglesia después de su aborto. Pero regresó en 1991. Al cabo del tiempo, se casó con John, su verdadero amor, y tienen dos hijos adultos, un varón y una mujer.
Es feligresa de St. Ambrose en Deerfield Beach, donde preside el Ministerio de BLESS por la Vida, el cual inició en su parroquia hace un par de años, tras regresar de una peregrinación de 10 días a Tierra Santa.
En octubre, el mensaje visual del Ministerio de BLESS por la Vida, a favor de los no nacidos, logró sin duda captar la atención de miles de personas que pasaban por la iglesia de St. Ambrose, en la muy transitada Federal Highway. Miembros del ministerio, junto con voluntarios, colocaron banderitas azules y rosadas en el terreno frente a la iglesia, y el colorido césped lucía espectacular.
El P. Edgardo De Los Santos, vicario parroquial de St. Ambrose, oró y roció con agua bendita cada una de las banderas. El evento se publicó en Facebook.
“Estas banderas representan a 3,000 bebés que mueren cada día en los Estados Unidos a causa del aborto”, afirmó el sacerdote. A continuación, oró por las familias que sufren las consecuencias del aborto, y por las personas que trabajan en el movimiento provida, a quienes envió bendiciones por su labor.
Las banderas permanecieron colocadas durante todo el mes. El 29 de octubre de 2023, la parroquia celebró un servicio de oración al mediodía, y soltó 20 palomas “en memoria de los niños abortados”, dijo Foster, quien también ofrece charlas provida en reuniones, actividades, y en la radio católica.
El Ministerio de BLESS (por su acrónimo en inglés para Creer, Educar, Legislar, Apoyar y Proveer), comenzó con siete miembros y continúa su crecimiento con un grupo sólido de unos 25 miembros en los meses de invierno.
“Trato de ir a la clínica abortista los martes y los viernes para orar por los no nacidos”, dijo Steve Foley, quien participa en el ministerio.
Los lunes, martes y viernes, los miembros del ministerio se reúnen para orar frente al East Cypress Women’s Center, situado en el 962 E. Cypress Creek Road, en Fort Lauderdale, que ofrece servicios de aborto.
Foley dice que dedicar tiempo para orar frente a la clínica de abortos merece la pena. “Nunca sabes cuántos te verán orando y cambiarán de opinión”, comentó. “Ver que alguien cambia de opinión es una experiencia conmovedora”.
Las reuniones del Ministerio de BLESS incluyen la oración en grupo todos los días laborables a las 10:35 a.m. en la iglesia de St. Ambrose. Los miembros también se reúnen para programas el segundo jueves de cada mes, a la 1 p.m.
Frank Laverty, de 88 años, franciscano seglar y feligrés de St. Ambrose, dijo que se reúne con los miembros para orar cerca de la clínica abortista cada vez que puede. “Un bebé fue creado por Dios”, declaró. “Nadie puede quitar una vida que ha sido creada por Dios. Tenemos que orar”.
Foster compartió una buena historia sobre cómo las semillas del Ministerio de BLESS se sembraron durante su viaje a Tierra Santa con una amiga.
Antes de que ambas partieran de suelo estadounidense, les advirtieron que muchas personas experimentan una epifanía al pisar el suelo sagrado de Israel por el que caminó Jesús.
“Un día, durante el viaje, cuando me dirigía a uno de los sitios, oí la voz de un hombre que decía: ‘Carol, Carol, Carol’. Miré, y no había nadie”, recordó Foster.
En una segunda ocasión, oyó una voz que la llamaba por su nombre. Pero fue cuando volvió a oír la voz al final del viaje, que comprendió con claridad que Dios quería que diera un salto de fe.
“Oí a un hombre que me decía: ‘Cuando regreses a casa, forma un círculo de oración alrededor de la iglesia por los bebés no nacidos’. Nunca me había ocurrido nada parecido. Creo que era el Señor que intentaba tocar mi corazón”, señaló Foster.
A su regreso, se reunió con su párroco, el sacerdote salvatoriano Dariusz Zarebski, y le contó sus experiencias. “Me dijo que apoyaría cualquier cosa que quisiera hacer”.
Foster comentó que el Ministerio de BLESS continúa dándole bendiciones.
“El año pasado, les conté a mis hijos sobre mi aborto”, dijo Foster. “Siempre lo había mantenido en secreto”.
“A mi bebé (no nacida) le puse el nombre de Katherine Grace Foster. La llamé así porque, por la gracia de Dios, sé que he sido perdonada, y Dios me bendijo con dos hijos. No creía que pudiera tener hijos después del aborto”.
MÁS INFORMACIÓN
- Puede contactar al Ministerio de BLESS por la Vida, de la parroquia de St. Ambrose, a través de:
- su página web, www.blessforlife.org;
- por correo electrónico, [email protected]; o
- por teléfono, al 954-427-2225.
- La parroquia de St. Ambrose se encuentra en 380 S. Federal Highway, Deerfield Beach.