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Feature News | Tuesday, January 09, 2024

El RICA y 'una bofetada': Historias de los nuevos diáconos

Ocho hombres ordenados al diaconado permanente recuerdan las raíces de su vocación

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MIAMI | Los ocho hombres ordenados diáconos el mes pasado proceden de países tan distantes como Sri Lanka, y se dedican a diferentes profesiones. Uno es “arboricultor”.

Pero la mayoría tiene dos cosas en común: su participación como profesores o estudiantes en el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), y un camino hacia la ordenación que comenzó cuando alguien les dijo de plano que consideraran el diaconado.

 

UNA BOFETADA

El futuro diácono Andrew Hernandez promete obediencia al Arzobispo Thomas Wenski y a sus sucesores, durante la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El futuro diácono Andrew Hernandez promete obediencia al Arzobispo Thomas Wenski y a sus sucesores, durante la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

El Diácono Andrew Hernández, de 46 años, natural de Miami, recuerda el momento con claridad. Después de asistir a la Misa diaria en la iglesia de St. Louis, en Pinecrest, donde había recibido todos los sacramentos menos el bautismo, “uno de los diáconos que servía esa Misa saludaba a la gente que salía, y literalmente me dio una bofetada y me dijo: ‘Tienes que ser diácono’”.

“No sé qué le inspiró el Espíritu Santo para que hiciera eso, pero me quedé observándolo y no se lo hizo a nadie más. Esa fue la primera vez en que esa posibilidad entró en mi mente”, contó el Diácono Hernández, quien ahora es miembro de la iglesia de St. Augustine, en Coral Gables.

En ese tiempo, él y su esposa Ángela Hernández, con quien lleva casado 22 años, estaban profundamente involucrados en la Iglesia, aunque cuando se conocieron no era así.

“Cuando empezamos a salir, yo no había completado todos mis sacramentos de iniciación, y ella siempre oraba para que yo estuviera en plena comunión con la Iglesia y los completara, algo que hice como adulto a través del programa del RICA”, dijo.

 

UN ENCUENTRO FORTUITO

El Diácono Nicolás Díaz — arboricultor de Manuel Díaz Farms, con sede en Homestead— compartió una experiencia similar. Nacido y bautizado en Cuba hace 53 años, llegó a los Estados Unidos cuando sólo tenía tres meses.

El Arzobispo Thomas Wenski ordena al diácono Nicolás Díaz, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo Thomas Wenski ordena al diácono Nicolás Díaz, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

“Estaba alejado de la Iglesia cuando conocí a mi esposa (Juanita Díaz). Ella me llevó a la Iglesia”, recordó. Se conocieron en 2002 y se casaron en 2005.

Cuando el huracán Irene amenazó el Sur de La Florida en 2017, él, su esposa y sus dos hijas huyeron a la casa de su cuñada en Misisipi. La cuñada se encargaba de la librería de la iglesia de St. Alphonsus, en la Diócesis de Biloxi, y un día, el diácono de la iglesia y su esposa llegaron después del horario de trabajo.

“Estuvimos charlando entre una y dos horas”, recordó el Diácono Díaz. Al final de la conversación, la esposa del diácono le comentó: “’Usted parece un buen diácono’. Eso se me quedó grabado”.

“Me dije, ‘voy a orar sobre esto’, y sentí el llamado y respondí”, dijo en la víspera de su ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral de St. Mary.

El Diácono Díaz, feligrés de St. Hugh, en Coconut Grove, dijo que está muy interesado en trabajar con adolescentes y en el ministerio para hombres. Pero aseguró que servirá “donde Dios me quiera”.

 

UNA SEÑORA MUY CATÓLICA

Para el Diácono Robert Puyada, de 63 años y natural de Cuba, el impulso para servir a la Iglesia comenzó en el séptimo grado, con una “señora muy católica” que dirigía la escuela privada a la que él asistía, en Hialeah. En aquel momento, sólo había recibido el sacramento del bautismo, y su familia no practicaba la fe con frecuencia.

El Arzobispo Thomas Wenski ordena al diácono Robert Puyada, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo Thomas Wenski ordena al diácono Robert Puyada, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

“Un día, ella me vio rezando solo, a mi manera. Se me acercó y me preguntó qué hacía. Entonces, me enseñó a orar y me inscribió en la educación religiosa”.

Completó su iniciación sacramental a los 12 años en la parroquia de St. Cecilia, en Hialeah, y “desde entonces, siempre quise ser sacerdote”, comentó el Diácono Puyada.

Conoció a su esposa de hace 41 años, María Elena Puyada, cuando tenían 15 años, “y decidí que tal vez el sacerdocio no era el camino a seguir”.

Ambos continuaron su participación y servicio en la Iglesia. Fueron en peregrinación a la Tierra Santa con quien en aquel tiempo era su párroco en la iglesia de Blessed Trinity, en Virginia Gardens, el P. José Alfaro (ahora párroco en St. John Neumann, de Miami).

“Allá sentí que Dios me hablaba y me decía: ‘Quiero que hagas más’”, recordó el Diácono Puyada.

Entonces tenía 56 años, y pensó que era demasiado viejo para el diaconado. Pero el P. Alfaro le dijo que no, que lo considerara. “Y esa fue la respuesta de Dios, cuando me dijo eso, porque realmente lo había descartado”, dijo el Diácono Puyada.

 

UN AMOR POR LAS ESCRITURAS

El Diácono Robert Vélez, de 56 años, dijo que nunca consideró el sacerdocio con seriedad, a pesar de que el nativo de Nueva Jersey creció en una familia que asistía a la Misa todos los domingos, y dos de sus tíos por el lado materno son sacerdotes. Eso cambió después de que el profesional de la mercadotecnia se involucrara como voluntario en el programa del RICA en su parroquia de St. Timothy, en Miami.

El Arzobispo Thomas Wenski ordena al diácono Robert Vélez, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo Thomas Wenski ordena al diácono Robert Vélez, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

“Es algo que realmente despertó en mí el amor por las Escrituras, el amor por el Señor. Y me picó el gusanillo de la enseñanza”, contó. Citó como modelos a dos antiguos profesores del RICA en St. Timothy: “Martín y Elsa”.

“Es increíble cómo Dios coloca a la gente en tu camino”, añadió, al recordar cómo un “acólito permanente” de la parroquia le habló del programa de preparación para el diaconado.

Inspirado por todos ellos, decidió: “Esto es lo que me gustaría hacer. Esto es lo que me gustaría estudiar. Me gustaría aprender más sobre mi fe. Me gustaría crecer en mi fe. Y ahora que me gusta la idea de la enseñanza, ¿por qué no enseñar la fe?”.

No se lo dijo a Paulina Vélez, su esposa desde hace 25 años, hasta que fue aceptado en el programa de estudios para el diaconado.

“Yo pensaba que él iba a estudiar derecho o contabilidad. Cuando me dio la noticia de que iba para el programa del diaconado, fue una bendición”, afirmó su esposa.

Pero también fue un desafío, ya que el programa requiere que los hombres pasen muchos fines de semana estudiando en el Seminario Regional de St. Vincent de Paul, en Boynton Beach. Varios de los diáconos señalaron la dificultad de combinar casi seis años de estudio con sus responsabilidades diarias en el trabajo, como esposos, y como padres.

Pero Paulina Vélez ve el lado positivo. “Creo que cuando se van, nos sostienen con sus oraciones”, comentó. “Sabemos que van a estar en muy buena compañía con el Señor”.

 

UNA PRIMERA CITA INUSUAL

El Diácono Víctor Martínez, de 62 años, y su esposa, Kimberly Anne Martínez, tuvieron una primera cita poco común. Aunque ella no era católica, él la llevó a una reunión de la Renovación Carismática.

El futuro diácono Víctor Martínez promete obediencia al Arzobispo Thomas Wenski y a sus sucesores, durante la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El futuro diácono Víctor Martínez promete obediencia al Arzobispo Thomas Wenski y a sus sucesores, durante la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

“A ella le encantó”, recordó el nativo del Bronx, Nueva York, y propietario de un negocio. En poco tiempo, ella se convirtió al catolicismo y se casaron. Luego de 39 años de matrimonio y tres hijos, el Diácono Martínez recibió la solicitud de su entonces párroco, Mons. Noel Fogarty (ya fallecido), de convertirse en ministro extraordinario de la sagrada Comunión. Para entonces, participaba activamente en los Caballeros de Colón y en otros ministerios de su parroquia, St. Gregory en Plantation.

“Lo hice, y luego sentí el llamado a enseñar el catecismo”, dijo el Diácono Martínez. Tras unos años de preparar a los niños para la primera confesión y la comunión, “se comenzó a manifestar” el llamado al diaconado, aunque nunca antes lo había considerado. Comenzó los estudios en 2014, pero tuvo que interrumpirlos porque su madre se enfermó, y por otros problemas familiares.

“Quizás, aquella primera vez no era el momento de Dios”, reflexionó el Diácono Martínez. Pero en 2018, él y su esposa llegaron a la conclusión de que “este es el tiempo de Dios. Yo dije: ‘De acuerdo’, y aquí estamos”.

 

VOCACIÓN TEMPRANA

El Diácono Charles Villar, de 52 años, sí discernió la vocación al sacerdocio. Irónicamente, fueron las preguntas de su prometida en aquel entonces, y ahora esposa, Sandra Villar —quien en aquel tiempo era una “cristiana devota”, pero no católica— las que le llevaron a romper su compromiso, e ingresar en el seminario.

El futuro diácono Charles Villar promete obediencia al Arzobispo Thomas Wenski y a sus sucesores, durante la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El futuro diácono Charles Villar promete obediencia al Arzobispo Thomas Wenski y a sus sucesores, durante la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

“Ella tenía muchas preguntas sobre la fe”, recuerda el nativo de Nueva Jersey, quien trabaja en desarrollo empresarial. “Eso me llevó a un estado tan profundo, que quise explorar si era lo que Dios quería que hiciera”.

La dirección espiritual le hizo darse cuenta de que el sacerdocio “no era mi camino”, y “regresé felizmente al mundo”.

“Por fortuna, cuando volví, ella seguía soltera, y retomamos la relación donde la habíamos dejado”, relató. Se casaron hace 20 años en la iglesia de Little Flower, en Coral Gables.

Continuó su participación en la Iglesia, enseñando en el programa del RICA en su parroquia actual, Our Lady of Guadalupe, en Doral. Pero seguía sintiendo el llamado.

“Yo siempre oraba: ‘Señor, si esto es algo que Tú quieres, no puede venir de mí. Tiene que venir de alguien dentro de la Iglesia’”, compartió el Diácono Villar. Su petición se cumplió hace seis años, a través de un joven sacerdote de su parroquia, el P. Luis Pavón, quien le comentó: “¿Sabes qué? Hemos estado hablando sobre algunas personas, y creemos que tú serías un buen diácono”.

Dos semanas después, el Diácono Villar fue aceptado en el programa. Hace tres años, su esposa se unió a la Iglesia.

 

AHORA LO SABEMOS

“Yo no sabía lo que Dios quería que hiciera aquí. Ahora lo sabemos”, expresó el Diácono Jorge Escobar, natural de El Salvador y miembro de la parroquia de St. John Neumann, en Miami.

El Arzobispo Thomas Wenski entrega al diácono Jorge Escobar el Libro de los Evangelios, "en cuyo heraldo te has convertido", el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo Thomas Wenski entrega al diácono Jorge Escobar el Libro de los Evangelios, "en cuyo heraldo te has convertido", el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

En 1990, vino a estudiar a los EE.UU., primero en Nueva York y luego en Miami. Regresó a El Salvador en 1997 para dedicarse a los negocios, y allí se casó con su esposa, Glenda Escobar, en 1994. En 2001, regresó a Miami tras recibir una oferta de trabajo.

“Alguien fue a El Salvador y me ofreció exactamente lo que yo pensaba ganar para regresar a los Estados Unidos, hasta el último centavo”, recordó el Diácono Escobar.

Hace unos seis años y medio, un sacerdote de su parroquia, el P. Luis Rivero, quien ahora es administrador asociado del Seminario Universitario de St. John Vianney, le presentó la idea de ser diácono, algo que no había considerado “ni remotamente”, aunque siempre había estado activo en la Iglesia.

“Dije que no, porque era muy joven y pensaba que todos los diáconos son viejos y con canas”, recordó el Diácono Escobar, quien ahora tiene 52 años.

Le aseguraron que no era así, y comenzó los estudios. “No ha sido fácil”, dijo, pero “estoy muy contento de haberlo logrado”. De hecho, está seguro de que “por eso Dios me trajo de regreso a Miami”.

 

ALGO MUY NUEVO

El Arzobispo Thomas Wenski entrega al diácono Srinath Perera el Libro de los Evangelios, "en cuyo heraldo te has convertido", el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo Thomas Wenski entrega al diácono Srinath Perera el Libro de los Evangelios, "en cuyo heraldo te has convertido", el 16 de diciembre de 2023, en la catedral St. Mary.

El Diácono Srinath Perera, de 50 años, contable, salió de su Sri Lanka natal en 1999. Luego vivió en Arabia Saudita, Dubai, el Reino Unido y Suiza. Llegó a Miami hace 15 años, y se estableció en la parroquia de Little Flower, en Coral Gables, con su esposa Dona Chulie, con quien lleva casado 20 años.

Participaba activamente en la iglesia y visitó en peregrinación la Tierra Santa con su párroco de entonces, el P. Michael Davis (ahora párroco de St. Gregory, en Plantation). “Fue hermoso. Tuve una experiencia muy bonita”. Luego, el P. Davis simplemente le preguntó: “¿Vas a considerar el programa del diaconado?”.

“En Sri Lanka no tenemos el diaconado”, dijo el Diácono Perera. “Por eso fue algo muy nuevo para mi esposa y para mí”.

Lo pensó, oró, y finalmente dijo que sí.

“Es el mejor regalo que puedo tener”, aseguró. “Tenemos la bendición de estar aquí. Nos encanta estar aquí. Y estamos agradecidos por la oportunidad de servir a Dios”.

Los nuevos diáconos posan afuera de la Catedral St. Mary después de la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023; desde la izquierda el diácono Víctor Pimentel, director de la Oficina del Diaconado Permanente; los diáconos recién ordenados, Charles Villar, Robert Vélez, Víctor Martínez y Jorge Escobar; el Arzobispo Thomas Wenski; los diáconos recién ordenados, Andrew Hernández, Robert Puyada, Srinath Perera y Nicolás Díaz; el diácono Sergio Rodicio de la Catedral St. Mary; y el Obispo Fernando Isern.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

Los nuevos diáconos posan afuera de la Catedral St. Mary después de la Misa de ordenación, el 16 de diciembre de 2023; desde la izquierda el diácono Víctor Pimentel, director de la Oficina del Diaconado Permanente; los diáconos recién ordenados, Charles Villar, Robert Vélez, Víctor Martínez y Jorge Escobar; el Arzobispo Thomas Wenski; los diáconos recién ordenados, Andrew Hernández, Robert Puyada, Srinath Perera y Nicolás Díaz; el diácono Sergio Rodicio de la Catedral St. Mary; y el Obispo Fernando Isern.



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