By Jim Davis - Florida Catholic
MIAMI SHORES | Mientras realizaba una visita a la Universidad Barry, Giselle Elgarresta Ríos revisó los expedientes de los niños cubanos refugiados —y se quedó atónita con lo que encontró.
Allí estaba el expediente personal de su madre, de hace seis décadas.
“Me quedé helada y empecé a temblar”, dijo sobre la experiencia de hace cinco años. Ese archivo humanizaba todas las historias con las que había crecido, sobre su vida en Cuba y su vida aquí: su miedo, la valentía de mis abuelos al enviarla a otro país, y las oportunidades que tendría”.
El recuerdo apareció nuevamente este año, cuando Elgarresta Ríos se convirtió en la directora fundadora del Instituto de Estudios sobre Inmigración de la Universidad Barry. El nuevo instituto tiene como objetivo comprender la experiencia de las numerosas personas originarias de otros lugares y que se han establecido en el Sur de La Florida.
La piedra angular del instituto será el conjunto de archivos que revisó Elgarresta Ríos: las historias de los 14,000 menores no acompañados que huyeron del régimen de Fidel Castro a principios de la década de 1960. El proyecto, dirigido por las Caridades Católicas de la Arquidiócesis, fue conocido como Operación Pedro Pan.
Elgarresta Ríos señaló que otras instituciones educativas de todo el país también están investigando la experiencia de los inmigrantes, pero dijo que el Sur de La Florida es diferente.
“Lo que la gente en otras partes del país está estudiando, nosotros en el Sur de La Florida lo vivimos a diario”, dijo. “Conocemos las luchas, las disparidades, los estereotipos. Y conocemos a la gente y su valor en la comunidad”.
Aunque el lanzamiento formal no está previsto hasta el otoño, Elgarresta Ríos y otros líderes anunciaron la creación del instituto el 23 de marzo de 2021, en el Bayfront Park de Miami. Confesaron que no pudieron resistirse a la oportunidad de hacerlo frente a “Angels Unawares” (“Ángeles sin saberlo”), una enorme escultura de bronce con el tema de la inmigración que estuvo en la Arquidiócesis de Miami hasta el 8 de abril.
Con la escultura de 6 metros y 3,5 toneladas como telón de fondo, varios empleados de la Universidad Barry hablaron sobre la necesidad de estudiar la inmigración. Pero la pieza central fue un emotivo discurso del Arzobispo Thomas Wenski, quien ha hecho de la reforma inmigratoria una parte clave de sus cuatro décadas de ministerio.
HISTORIA DE LA LA NACIÓN
Hablando sin leer sus notas, el Arzobispo expresó lo que dice a menudo: que la gente tiene derecho a emigrar en busca de una vida mejor; que muchas figuras bíblicas como Abraham y la Sagrada Familia fueron emigrantes o refugiados, y que el Evangelio llama a los fieles a acoger a los extranjeros.
“Con demasiada frecuencia, los medios de comunicación quieren ver la migración como un problema”, dijo el Arzobispo. “[Pero] ningún ser humano debe ser reducido a un problema... al mirar al migrante, nos debemos ver nosotros mismos en cada uno de ellos”.
“La migración es la historia de nuestra nación, es la historia de nuestra fe, y es definitivamente la historia de nuestra comunidad”, dijo. “Todos estamos en el mismo barco”.
El evento finalizó con una “oración dominica”, en consonancia con las fundadoras de la Universidad Barry, las Hermanas Dominicas de Adrian. La invocación conjunta incluyó a la líder regional, la Hna. Mary Anne Caulfield; al capellán del campus, el P. Cristóbal Torres, y la Hna. Linda Bevilacqua, presidenta de Barry de 2004 a 2019.
“Este [instituto] llevará nuestros valores para una conversación reflexiva y respetuosa”, dijo la Hna. Linda, también graduada de Barry en 1962.
John Bussel, Vicepresidente del consejo de administración de Barry, concordó. Reflexionó sobre su abuelo, que llegó a Estados Unidos desde Rusia a los 14 años.
“Miro a los estudiantes de Barry y veo a mi abuelo”, dijo. “Se trata de crear oportunidades, y Barry es la escuela de oportunidades por excelencia”.
El nuevo instituto se alinea sólidamente con los objetivos del presidente de la universidad, Mike Allen. Tras llegar en julio de 2019, vio el archivo Pedro Pan de Caridades Católicas y quedó impresionado.
“Hay una gran necesidad de abordar y reformar la inmigración en este país”, dijo durante una entrevista. “Y hay una clara y perfecta alineación entre la Iglesia y las universidades en materia de inmigración”.
RESPONDIENDO AL LLAMADO
Allen señaló también que las especialidades entre catedráticos — incluyendo historia, sociología, trabajo social, economía y ciencias políticas— hacían de Barry un buen lugar para tal instituto. Esto llevó a un debate con los miembros de la junta directiva, y luego a una búsqueda de un director en todo el campus.
Como profesora de música por 25 años en Barry, Elgarresta Ríos puede no parecer la opción más obvia. Pero además de su herencia como hija de una Pedro Pan, dijo que ha trabajado durante una década con coros y orquestas juveniles de varios lugares, creando “programas educativos para el cambio social”.
Cuando se enteró de la apertura del nuevo instituto, “sentí el llamado”, dijo simplemente Elgarresta Ríos. “Vi cómo podía hacer un impacto en la comunidad”.
Tiene previsto conseguir colaboradores académicos de Barry para que asesoren a los estudiantes en la elaboración de trabajos de investigación sobre la inmigración. Su plan de 10 años incluye la búsqueda de un espacio para el instituto, con un laboratorio digital donde los estudiantes puedan trabajar. Le gustaría que Barry ofreciera un programa de certificación, tal vez una especialización en estudios de inmigración. Otras ideas incluyen la celebración de una conferencia sobre inmigración en Barry. Una función continua sería que el instituto “representara la verdad en la política” dentro de la universidad.
Elgarresta Ríos mencionó un sentido de urgencia, ahora que los niños de Pedro Pan de los años 60 tienen más de 70 años. Y los académicos acaban de empezar a estudiar a esos niños —lo que se ha llamado Pedro Pan II.
“Sus historias serán aún más valiosas en los próximos años”, dijo. “El tema acaba de empezar. Siento la responsabilidad de cultivar el futuro. Tenemos que aprender del pasado”.