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Feature News | Saturday, September 07, 2024

Alegre, jovial y pastoral

El P. Jorge Luis Bello conocido como el 'Padre Wichy’ falleció a los 74 años

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El P. Jorge Luis Bello, conocido cariñosamente como “Padre Wichy” falleció el 2 de septiembre de 2024, rodeado de su familia. Antes de ser ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Miami fue religioso de los Hermanitos de Jesús por casi 20 años, lo que le permitió servir en varios países latinoamericanos.

Fotógrafo: COURTESY

El P. Jorge Luis Bello, conocido cariñosamente como “Padre Wichy” falleció el 2 de septiembre de 2024, rodeado de su familia. Antes de ser ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Miami fue religioso de los Hermanitos de Jesús por casi 20 años, lo que le permitió servir en varios países latinoamericanos.

MIAMI | El P. Jorge Luis Bello, cariñosamente llamado “Padre Wichy”, falleció el 2 de septiembre de 2024 rodeado de su familia, su mamá y sus hermanos en Miami. Fue sacerdote para la Arquidiócesis de Miami por más de 20 años.

Nació en Cuba el 7 de febrero de 1950. Fue el tercero de 8 hijos de César Bello Fernández con su primera esposa, Esperanza González Bouza Mayor.

“Fue una persona muy jovial, muy alegre, muy pastoral también”, dijo el P. José Alfaro, párroco de la iglesia St. John Neumann en Miami, quien conoció al P. Bello en el seminario St. Vincent de Paul, en Boynton Beach y se ordenaron sacerdotes juntos en el 2003.

“Tenía una profundidad pastoral y una intuición muy grande para discernir en medio de situaciones difíciles”, dijo el P. Alfaro y agregó que lo que más le impactó del P. Bello “era su historia”.

Vocación misionera

Antes de entrar al sacerdocio, por casi 20 años el P. Bello fue parte de la congregación de los Hermanitos de Jesús de Francia, que llego a Cuba en los años 60. Como religioso sirvió en varios países latinoamericanos entre ellos Perú y Argentina.

El P. Jorge Bello, antes de ordenarse sacerdote para la Arquidiócesis de Miami, en los años 80 fue religioso de la congregación de los Hermanitos de Jesús y sirvió en varios países Latinoamericanos entre ellos Perú y Argentina.

Fotógrafo: COURTESY

El P. Jorge Bello, antes de ordenarse sacerdote para la Arquidiócesis de Miami, en los años 80 fue religioso de la congregación de los Hermanitos de Jesús y sirvió en varios países Latinoamericanos entre ellos Perú y Argentina.

Su vocación era “impresionante”, dijo el P. Alfaro. “Él tomó esa vocación con tanta sencillez y naturalidad. Y nos contaba de médicos, abogados e ingenieros, que tienen esa vocación, que trabajan en medio de los pobres en los barrios más pobres”.

Él llevaba esa misma sencillez a todo lo que hacía. “Era muy generoso, muy entregado, muy sencillo, y sí se daba a querer”, indicó el P. Alfaro, recordando los buenos momentos que pasaron en el seminario y la amistad que compartieron después. Viajaron juntos a Tierra Santa en el 2011. “Ya estaba enfermo, pero pudo ir”, dijo el P. Alfaro y agregó, “para mí un gran amigo, la verdad, es una gran pérdida y lo voy a extrañar mucho”.

“Era una persona fascinante por su extensa experiencia pastoral en diferentes países”, dijo el P. José Álvarez, párroco de Epiphany en Miami y compañero de clases del P. Bello.

“El impacto la forma en que veo el sacerdocio”, dijo el P. Álvarez.

Recordando una conversación, unos meses antes se su ordenación sacerdotal, sobre cómo sería el sacerdocio, “recuerdo que él dijo: ’El sacerdocio no es sobre el sacerdocio. El sacerdocio es sólo un medio para servir al reino. Se trata de enamorarse del reino de Dios y el sacerdocio es sólo uno de los muchos vehículos para servir al reino’, y eso me impactó profundamente y he vivido mi sacerdocio creyéndolo”, dijo el P. Álvarez.

La última vez que vio al P. Bello fue durante la celebración de los 20 años del aniversario de su ordenación en el 2023. “Estaba en silla de ruedas, ya no podía caminar, pero estaba muy feliz”, dijo el P. Álvarez.

“Ahora, él está mejor que nosotros. Ojalá que yo me muera así. ¿Sabes lo que es acostarte a dormir y después despertarte ahí en la vida eterna?, bromeó el sacerdote.

Gran sentido del humor

El P. Bello era una persona muy chistosa “y no tenía ni complejos, sino que, al contrario, siempre seguía la corriente de los chistes que le hacían”, contó el P. Alfaro.

En esta foto de archivo el Padre Jorge Bello, segundo desde la izquierda, momentos antes de su ordenación sacerdotal, el 10 de mayo de 2003, en la Catedral St. Mary de Miami. Con él se encuentran los diáconos que también se ordenaron ese día, desde la izquierda, Wilfredo Contreras, José Álvarez y José Alfaro.

Fotógrafo: FILE

En esta foto de archivo el Padre Jorge Bello, segundo desde la izquierda, momentos antes de su ordenación sacerdotal, el 10 de mayo de 2003, en la Catedral St. Mary de Miami. Con él se encuentran los diáconos que también se ordenaron ese día, desde la izquierda, Wilfredo Contreras, José Álvarez y José Alfaro.

“A veces le costaba pronunciar la "rr", y el P. Álvarez lo molestaba con eso”, recordó el P. Alfaro.

Él tenía una forma particular de hablar y “yo lo imitaba perfectamente”, dijo el P. Álvarez. “Algunas veces yo llamaba a la gente por teléfono y pensaban que era él”, agregó.

“Afectuosamente lo llamábamos ‘abuelo’, por cierto, él era como 10 años mayor que yo, y él me decía: ‘un viejo llamando al otro viejo, abuelo’” y se reía de las bromas con nosotros”, contó el P. Álvarez.

El P. Bello era conocido como “Wichy”. “En la iglesia era el Padre Wichy. Todos sus amigos lo conocían como "Wichy”, dijo su hermana Marta Bello.

Y cuando el P. Álvarez le pregunto el origen de ese sobrenombre, el P. Bello le conto que su nombre era Jorge Luis y su hermano más pequeño no podía pronunciar Luis y “en vez de decir Luis, lo que le salía de la boca era ‘Wichy’”.

Una vocación temprana

El P. Bello fue ordenado sacerdote a los 54 años, pero su vocación a la vida religiosa le llegó bien joven.

“Mi mamá me contaba que desde bien pequeño Wichy se ponía detrás de las puestas y rezaba. Mi papá siempre rezaba a las ocho de la noche en su cuarto y él veía eso”, dijo su hermana Marta.

A los 13 años entró en el seminario de La Habana, pero unos años después, decide unirse a los Hermanitos de Jesús de Francia. Debido al régimen comunista que se había instaurado en Cuba, no era fácil seguir una vocación religiosa por lo que sale de la orden y años después se reintegra al Seminario Mayor San Carlos y San Ambrosio de La Habana. En su tercer año de teología deja el seminario y empieza la carrera de medicina en la Universidad de La Habana a la espera de entrar a la fraternidad de los Hermanitos de Jesús a la que finalmente entra en 1976. En 1980 hace sus primeros votos simples y seis años después, antes de profesar sus votos perpetuos es enviado a Perú y luego a Argentina.

Después de casi 20 años en la comunidad, sirviendo en diferentes países latinoamericanos viene a Miami, donde la mayor parte de su familia ya se había establecido, para perseguir su sueño de infancia de ser sacerdote.

En 1999 ingresa al seminario St. Vincent de Paul y después de su ordenación en Miami, sirvió como vicario parroquial en la iglesia Little Flower, Hollywood (2003-2006); en St. Katharine Drexel, Weston (enero-junio 2006); en Epiphany, Miami (2006-2007); en St. John Bosco, Miami (2007-2009); y en St. Kevin, Miami (2009-20015) de donde se retiró a los 65 años debido a una larga enfermedad.

El P. Jorge Bello con su madre, Esperanza González, después de su ordenación al sacerdocio el 10 de mayo de 2023.

Fotógrafo: COURTESY

El P. Jorge Bello con su madre, Esperanza González, después de su ordenación al sacerdocio el 10 de mayo de 2023.

En esta foto el P. Jorge Bello posa con varios familiares después de su ordenación al sacerdocio el 10 de mayo de 2023.

Fotógrafo: COURTESY

En esta foto el P. Jorge Bello posa con varios familiares después de su ordenación al sacerdocio el 10 de mayo de 2023.

Su primera asignación, Little Flower en Hollywood le gustó mucho. “Al haber sido religioso trabajo de cerca con los desamparados y los pobres y esa parroquia lidiaba con muchos desamparados”, contó el P. Álvarez.

Luego lo enviaron a St. Katharine Drexel in Weston, donde estaba el P. Paul Edwards, quien irónicamente estaba enfermo de cáncer por un tumor cerebral.

El P. Bello estaba encargado de la parroquia, pero también de acompañar al P. Edwards. Él tenía una larga experiencia asistiendo enfermos, además había estudiado medicina.

Poco después de la Muerte del P. Edwards en abril de 2006, irónicamente el P. Bello “fue diagnosticado con un tumor en el cerebro en el 2007. Era benigno, pero era bien grande. Lo operaron, pero sus habilidades motoras quedaron comprometidas”, explicó el P. Álvarez.

A consecuencia de ello, no podía manejar, se caía y empeoró con los años. Tuvo una mala caída por la cual estuvo hospitalizado por un buen tiempo y ya no pudo continuar con su ministerio y se retiró en el 2015.

Al retirarse se fue a vivir con su madre porque necesitaba cuidado permanente. Pero siguió ayudando hasta cuando pudo, “haciendo confesiones en St. Kevin y en St. Timothy”, dijo su hermana Marta y agregó que tenía un carácter muy fuerte, “él decía: tengo Misa hoy, tengo que ir a St. Kevin. Los curas no se retiran, los curas no se jubilan, somos curas para siempre”.

A pesar de su condición médica que con los años deterioraba más su salud, “su partida fue inesperada”, dijo su hermana Marta, ya que “estaba bien, incluso teníamos planes de operarle una catarata”.

“Estuvo en su casa con su familia y con su mamá hasta el último momento”, dijo su hermana. Ahora “está con Dios. Está donde tiene que estar y él se había preparado siempre para eso”, agregó.

Al P. Bello le sobreviven su mamá, seis hermanos, cinco varones, y su hermana Marta, 12 sobrinos y sobrinas y 7 sobrinos nietos. 

SERVICIOS FÚNEBRES

La Misa fúnebre del P. Bello será celebrada por el Arzobispo Thomas Wenski, el martes 10 de septiembre de 2024, a las 11 a.m., en la parroquia St. Kevin, 12525 SW 42nd Street, Miami, seguida del sepelio en el Cementerio Our Lady of Mercy, 11411 NW 25th Street en Doral. El velorio se realizará de forma privada, solo para su familia.

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