By Rocio Granados - La Voz Catolica
MIAMI | El trabajo misionero de la Pastoral Hispana del Sureste de los Estados Unidos llegó a las manos del Papa Francisco. Se lo entregó el P. Rafael Capó, director del Instituto de la Pastoral Hispana de los Estados Unidos, SEPI, en una audiencia el mes pasado.
El P. Capó le entregó al Santo Padre tres documentos: El libro de la Pascua y la Guía de Estudio del DOCAT, que fueron realizados por los jóvenes de la Pastoral Hispana, y las Conclusiones del V Encuentro regional, realizado en Miami en febrero último.
El Libro de la Pascua es el trabajo que han realizado en la Cuaresma los jóvenes líderes de la Pastoral Juvenil Hispana del Sureste. Este conecta la vocación de los jóvenes con la convocatoria del Papa para el Sínodo de los Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” que se realizará en octubre de 2018, y la convocatoria a la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, en enero de 2019.
El otro documento que recibió el Papa es la guía de estudio biling�e, en español e inglés del DOCAT, el catecismo para los jóvenes sobre la Doctrina Social de la Iglesia. El Papa Francisco lo presentó durante la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia, en 2016.
El Papa pidió “un millón de jóvenes misioneros de la Doctrina Social de la Iglesia”, dijo el P. Capó, por lo que al regresar de Polonia los jóvenes tuvieron una formación en el SEPI para profundizar la teología y la pastoral, y a partir de ello se empezó el proyecto misionero con los temas y capítulos del DOCAT.
Se grabaron también videos biling�es para cada capítulo.
Con esta guía, próximamente 25 jóvenes de la Arquidiócesis de Miami saldrán en misión a las 30 diócesis en los 9 estados que comprende la región del sureste de los Estados Unidos: La Florida, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Georgia, Kentucky, Alabama, Misisipi, Luisiana y Tennessee. Llevarán talleres en español e inglés a otros jóvenes para que entiendan mejor la Doctrina Social, la vivan y que “sea una respuesta concreta a lo que el Papa pidió en Polonia”, dijo el P. Capó.
Finalmente, su Santidad recibió las Conclusiones del V Encuentro regional. Este documento es el trabajo de los delegados de las 30 diócesis que participaron y será presentado en el V Encuentro Nacional a llevarse a cabo en septiembre, en Texas.
El documento está siendo simplificado porque es muy extenso. “Lo haremos público más adelante con las conclusiones y un plan de trabajo también para el sureste”, indicó el P. Capó.
“El Papa recibió todos estos materiales con una sonrisa, diciéndonos: ‘Adelante, continúen con fuerza. Esto es lo que la Iglesia les pide en este momento’” dijo el P. Capó.
El encuentro con el Papa se dio durante el segundo encuentro con los Misioneros de la Misericordia, que se realizó en Roma del 8 al 11 de abril. El acontecimiento que reunió a más de 550 Misioneros de la Misericordia procedentes de los cinco continentes fue organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.
A petición del Arzobispo de Miami y de los Obispos del Sureste de los Estados Unidos, el P. Capó fue elegido y enviado por el Papa durante el Año de la Misericordia (de diciembre 2015 a noviembre 2016) para ser “signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón.” El Papa les pidió que fueran “confesores accesibles, amables, compasivos y atentos especialmente a las difíciles situaciones de las personas particulares”.
“Nos pidió que continuáramos la misión de ‘misericordiar’, la palabra que él ha utilizado. Ser esos embajadores de la misericordia por la predicación y para la confesión”, dijo el P. Capó. Agregó que para el Pontífice es importante que regresen a sus diócesis y contextos pastorales para seguir con ese mensaje que se quiere impulsar a partir de la Encíclica “La Alegría del Evangelio”.
Al finalizar la audiencia del 10 de abril, el Papa presidió la Eucaristía con los Misioneros de la Misericordia, en el altar de la Basílica de San Pedro.
El trabajo del SEPI, de evangelización, formación y misión para la pastoral hispana, nació como respuesta al II Encuentro Nacional de la Pastoral Hispana, hace 40 años, cuando se pidió la creación de oficinas regionales en todo el país para apoyar el trabajo de los hispanos.
Con el tiempo, la única oficina regional formalmente establecida con un equipo y una sede que aún permanece activa es el SEPI.
Actualmente, “es un momento muy importante para el SEPI”, dijo el P. Capó porque “asume un nuevo rol en el contexto histórico del V Encuentro, lanzándonos a los retos, especialmente de la formación de una nueva generación de líderes hispanos y de la formación de los jóvenes hispanos de segunda y tercera generación, nacidos y crecidos aquí, y que necesitan también que haya una pastoral que les acompañe. Eso es un nuevo reto para el SEPI”.