By Priscilla A. Greear - Florida Catholic
MIAMI | La escuela secundaria de Christopher Columbus cumple el 60� aniversario de su fundación, a la vez que celebra el legado educativo de los Hermanos Maristas y la sólida hermandad cristiana de unos 15,000 alumnos.
Ahora, el colegio de varones zarpa “¡Adelante!” hacia 60 años más de desarrollo y exploración, comenzando con el lanzamiento en octubre de una campaña de recaudación de fondos para un nuevo complejo de edificios de bellas artes y estacionamiento, y una gala en el J.W. Marriott Marquis en marzo.
En un aspecto más agridulce, el Hno. marista Kevin Handibode, de 79 años, inicia su último proyecto de construcción de $15 millones como presidente antes de dimitir al finalizar este año académico.
Apodado “El Tiburón” como decano de disciplina, llegó de Nueva York en 1966 y anteriormente se había desempeñado como entrenador de baloncesto del equipo de la escuela secundaria, maestro y director atlético y de desarrollo, incluyendo más de 30 años como un recaudador de fondos extraordinario. En su oficina en el complejo tecnológico Mas �donde se destacan una cruz papal enmarcada y fotos de ex alumnos, entre ellas la del alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, en uniforme de baloncesto�, habló con humildad de la misión de su vida al servicio de la juventud.
El Hno. Kevin aún es el entrenador de baloncesto de primer año, y asiste a otras reuniones de la junta escolar marista y encuentros de ex alumnos en todo el país. Espera continuar su labor en Columbus, donde ha inspirado a miles de jóvenes. “Agradezco al buen Dios por haberme dado buena salud y energía”, expresó.
“Construir instalaciones es una cosa, pero, ¿para qué las construyes? Para los estudiantes y para que la facultad pueda educar mejor a los estudiantes. Es el cuidado, el espíritu de familia, y eso es lo que el Padre Champagnat quería que hicieran los Hermanos Maristas, hacer que Jesucristo sea conocido y amado a través de la educación cristiana de los jóvenes, especialmente de los más ignorados. Ha sido una experiencia maravillosa”.
Junto al Hno. Kevin, David Pugh sirve como primer director laico de Columbus, donde aprende la filosofía educativa de los Hermanos Maristas, congregación fundada en 1817 por el sacerdote francés San Marcelino Champagnat.
“Siento un tremendo respeto por el trabajo que han hecho para establecer estos cimientos. Tenemos 60 años de tradición e historia de excelencia en cada fase de lo que debe ser una escuela: lo académico, el servicio comunitario y, con 1,700 jóvenes, un programa atlético”, dijo Pugh. Informó que el lema para este año es “Adelante hacia los próximos 60 años”, y agregó que “hay mucha emoción al respecto, y creo que los niños la sienten.
Las dos últimas clases han sido las más grandes en la historia de la escuela: 1,710. Cuando vine aquí hace 21 años, tuvimos alrededor de 1,200, así que ha crecido bastante. Eso dice mucho sobre la escuela, sobre la comunidad, sobre las familias que envían a sus hijos y nuestros ex alumnos que continúan su cooperación”.
“Jungla”
El mismo consejero Carter Burrus llegó como estudiante en 1959. Recordó los inicios de la escuela en “la jungla”, más allá de los dos carriles de Bird Road, con Bird Bowl y Frankie’s Pizza, y donde las actividades extracurriculares incluían un club de rifles para cazadores. Él y otros solían montarse en la parte trasera de una camioneta para ir a la escuela, lloviera o hiciera sol, y pedía aventones hasta un pastizal de vacas cercano para practicar fútbol hasta que la escuela preparó su propio terreno. “Plantamos el césped y cuando empezamos a jugar en él, todo era roca de coral. ¡No querías que te derribaran porque te lastimarías en ella!”
Burrus regresó a su amada alma mater junto con aproximadamente un tercio de la facultad actual. “Me siento feliz de continuar siendo parte de ella en su 60� aniversario”, manifestó. “Es la misma hermandad que cuando estuve aquí, sólo que mucho más grande. Sólo teníamos 250 personas”.
Burrus ha acogido la filosofía marista de “enseñar a todos” y llegar a todos los niveles de estudiantes. Cada estudiante también puede desarrollarse físicamente en el All Sports Fitness Complex y Bernhardt Student Wellness Center for Non-Athletes (un complejo multideportivo y un centro de bienestar para los que no son atletas), erigido en 2013. “Tenemos un líder como el Hno. Kevin, con su visión de ‘Oh, voy a hacer de ésta la mejor escuela’. Está totalmente Dedicado a los Hermanos Maristas y a esta escuela, es su vida”.
Burrus nota el carácter cristiano de la escuela al caminar por los pasillos, asesorar a los estudiantes de primer año y asistir a retiros. “Ves que muchos niños son más amables con los demás”, observó. “Tienden a querer ayudarse mutuamente, y ése es el propósito de tener una escuela marista: la espiritualidad”.
Valores
Cerca de allí, los estudiantes conversaban entre clases con sus amigos en el patio central adornado con palmeras y una estatua de San Marcelino Champagnat, mientras otros hablaban en voz baja en la capilla.
Ethan Gaunaurd, estudiante del último año, dijo que gradualmente desarrolló confianza en sí mismo a través de la participación escolar y el apoyo espiritual, y ahora es presidente de actividades estudiantiles. “Era mucho más reservado, más introvertido. Participar en actividades estudiantiles me ha ayudado a salir de ese caparazón y sentir que ahora soy una persona más extrovertida y más preparada para el liderazgo”, afirmó.
“Al venir de una escuela como St. Theresa, que me inculcó muchos valores católicos, fue fantástico ver cuánto más Columbus podía ofrecerme”, agregó, y señaló que la Misa se celebra a las 7:30 de la mañana en la capilla de la escuela.
Como un legado, Ethan discernió su destino en Columbus en el preescolar. “Es bueno que no tengamos la distracción de las chicas, porque eso de verdad nos ayuda a concentrarnos y a educarnos”, aseveró. “Por el resto de tu vida, recordarás que estuviste con tus hermanos”.
Este otoño, los ex alumnos podrán regresar al recinto para participar en la Misa conmemorativa por ex alumnos fallecidos y la conmemoración del Día de los Veteranos en la Patriot Plaza, en la que se recordará a ex alumnos veteranos. La lista de graduados incluye a tres actuales jefes ejecutivos de compañías Fortune 500.
Diversidad
Cerca de la mitad de los estudiantes de Columbus proviene de escuelas públicas, y un 20 por ciento no es católico. La matrícula cuesta $10,500.
“En todo hay niveles de diversidad”, explicó Pugh. “Estamos haciendo una gran labor para nuestra comunidad. Eso es evidente con los Silver Knights. Tenemos más alumnos con Premios Nacionales de Mérito que nunca en la historia de la escuela, de lo que nos sentimos muy orgullosos”.
Señaló que más de 300 estudiantes obtienen internados en el verano, la mayoría con la ayuda de ex alumnos. “Desarrollar trayectorias profesionales es muy importante, y al mirar hacia el futuro, eso es lo que queremos continuar”, indicó.
Ante todo, la escuela busca convertir a los estudiantes en hombres responsables que tengan trayectorias profesionales iluminadas por el Evangelio. “Tenemos la combinación correcta de Fe, disciplina y expectativas, y nuestros maestros entienden que tienen que enseñar y aconsejar”, dijo Pugh.
Con esa misión perdurable, el Hno. Kevin expresó que puede dimitir con confianza después de 18 años como presidente. “La Fe católica te muestra cómo tratar con las personas, tener compasión por ellas y tratar de ayudarlas: por eso estamos aquí. Y en Columbus, nuestra misión principal es ayudar a los estudiantes no sólo a obtener una buena educación, sino también a convertirse en buenos cristianos”.