By Florida Catholic staff - Florida Catholic
MIAMI | Al igual que llamar a AAA puede ser un salvavidas para los conductores que se quedan tirados a un lado de la carretera, la Arquidiócesis de Miami espera que un AAA diferente pueda rescatar �y posiblemente evitar� el abuso a los niños y adultos vulnerables.
La AAA arquidiocesana �que significa Alerta, Alerta, Alerta� enumera, en orden, los lugares que deben ser notificados cada vez que surja la sospecha de que un niño o un adulto vulnerable está siendo abusado física o sexualmente:
- A-1: la línea directa de abuso del Departamento de Niños y Familias, 1-800-962-2873
- A-2: la línea directa de Ambiente Seguro de la Arquidiócesis, 1-866-802-2873
- A-3: todos los involucrados.
Para que sea aún más fácil de recordar, la información será distribuida al clero y a los empleados y voluntarios arquidiocesanos a través de cientos de carteles y 10,000 tarjetas de presentación. Las tarjetas de presentación fueron una sugerencia del párroco de Corpus Christi, el P. José Luis Menéndez, como una forma de ayudar a la gente a acceder rápidamente a la información.
“Fue una gran idea y estamos siguiendo su sugerencia”, dijo Mary Ross Agosta, quien combinó su trabajo como directora arquidiocesana de Comunicaciones y directora de la oficina de Ambiente Seguro para crear el formato AAA.
“La Arquidiócesis de Miami se ha comprometido a mantener un ambiente seguro para los niños y adultos vulnerables. Todos estamos llamados a ser ese ‘par de ojos extra’ y a saber qué hacer cuando se sospeche de abuso o maltrato”, dijo Ross Agosta. “Las tarjetas de presentación proveen los tres pasos fáciles con lo que hay que hacer, y el personal de Ambiente Seguro está siempre disponible para guiar y aconsejar”.
Notificar a las autoridades es una obligación legal en La Florida. Según la ley, “cualquier persona que sepa o tenga motivos razonables para sospechar que un niño es abusado, abandonado o descuidado... está obligado a reportarlo”.
Además, aquellos que están legalmente obligados a identificarse cuando hacen una denuncia incluyen a profesionales médicos y de salud mental, trabajadores sociales y maestros, personal de guarderías y cualquier “especialista que dependa únicamente de medios espirituales para la curación”.
Después de notificar a las autoridades civiles, se debe informar a la Arquidiócesis. La Política de Ambiente Seguro establece que “todas las acusaciones de abuso sexual por parte del personal de la Iglesia o en las instalaciones de la Iglesia, deberán ser reportadas inmediatamente a la Persona de Contacto Arquidiocesana”, quien a su vez, notificará al abogado arquidiocesano, para que éste pueda notificar al fiscal del estado.
Esa “persona de contacto” es la que responde a la línea directa de abuso de la Arquidiócesis: Ross Agosta o el coordinador de Asistencia a las Víctimas, el diácono Richard Turcotte.
Finalmente, la información debe ser compartida con las autoridades apropiadas, dijo Ross Agosta. La Política de Ambiente Seguro menciona a “el párroco, el director de la escuela, el director de educación religiosa u otro supervisor responsable”.
La AAA declara que aquellos que emprendan este tercer paso recibirán asistencia de la directora de Comunicaciones de ADOM. Los números que siguen son: su oficina y su celular.
Las tarjetas de presentación y los carteles deben estar al alcance de todos los sacerdotes arquidiocesanos, parroquias, escuelas, Caridades Católicas y Servicios Católicos de Salud para finales de mayo. Son casi 6,000 empleados y voluntarios en total, dijo Ross Agosta.
“La Oficina para un Ambiente Seguro continúa proporcionando información clara y concisa con respecto a la protección y seguridad de nuestros niños y adultos vulnerables”, agregó. “Este proyecto nos enorgullece mucho y el concepto de las tarjetas de presentación es permitir que todos los empleados y voluntarios de la Arquidiócesis tengan esta importante información al alcance de la mano”.