By Rocio Granados - La Voz Catolica
MIAMI | El P. Julio Estada, sacerdote de origen español que llegó al Sur de La Florida en 1980 después de pasar 20 años en Colombia, falleció el jueves, 6 de junio de 2024, en Miami.
“Fue un ángel en nuestras vidas”, dijo Mariela Fierro, quien conoció al sacerdote cuando “ninguna parroquia nos quería casar porque no pertenecíamos a ninguna, y no estábamos inscritos más de seis meses”.
En aquella época, ella y su novio tenían pocos meses de haber llegado de su natal Perú, y ya habían buscado en varias parroquias en el área de Coconut Creek, en Broward.
Mientras hablaban en un teléfono público, una persona los escuchó y les dijo: "Vayan a visitar al P. Julio Estada", en la parroquia St. Andrew, en Coral Springs.
Después de escucharlos, el P. Estada les preguntó: “¿Cuándo se quieren casar?” Y luego les dijo: “Aquí a nadie se le va a negar un sacramento”, recordó Fierro.
“Él mismo nos inscribió en el retiro Camino (para parejas que desean casarse por la Iglesia católica)” y pidió los certificados de bautizo a las parroquias en Perú. Y los casó cuatro meses después, el 11 de diciembre de 1993.
Después de la boda los involucró en el ministerio de los bautizos, donde ayudaron por dos años.
Fue el patrón bajo el cual el P. Estada propició la formación de los ministerios en la parroquia St. Andrew, donde sirvió como párroco asociado por seis años.
“Sobre todo de los ministerios hispanos”, indicó Fierro.
Algo similar sucedió con Zoraida Pérez y su esposo. Después de una Misa en St. Andrew, se presentaron con el P. Estada pidiéndole unirse al grupo de jóvenes adultos de la parroquia. “Él me miró y me dijo: ‘No tenemos uno, pero ya tenemos quien lo va a comenzar’”, recuerda Pérez, directora ahora de la escuela St. Malachy, en Tamarac.
Los Pérez acababan de llegar de su natal Puerto Rico, estaban recién casados y no conocían a nadie. En la Misa de la semana siguiente el P. Estada preguntó quién quería unirse, y así comenzó el ministerio Comité de la amistad, que ha sido como una familia para sus integrantes y se ha mantenido activo por 29 años.
Otros ministerios que se crearon fueron el de Defensa de la fe, de Jóvenes, y de Matrimonios, entre muchos otros.
Hizo crecer la comunidad hispana
“El padre hizo que la comunidad hispana no solamente creciera en número sino también que creciera en la práctica de la fe. El P. Julio fue un pilar muy importante para nosotros los hispanos en St. Andrew”, indicó Pérez.
“Él llenó la iglesia de St. Andrew, y unió a los anglos con los hispanos”, dijo Gregorio Colón. Su esposa, Luz Colón, dijo que el P. Estada logró poner dos Misas en español, una los sábados por la tarde y otra los domingos a la 1 p.m.
A través del Viacrucis que hacían los hispanos, logró que la comunidad anglo de la iglesia se uniera y “se hizo bilingüe”, señaló Luz.
El P. Estada “fue un padre para mí”, dijo Gregorio. En los momentos más difíciles de su vida, cuando “me estaba muriendo, el P. Julio fue un consuelo enorme”.
“Él nunca decía no. Siempre decía vamos a resolverlo. Fue un padre muy especial, muy sencillo, muy humilde y muy gracioso”, recordó Fierro.
Después de dejar St. Andrew el 1996 para servir en St. John Bosco en Miami, regresaba cada cierto tiempo para visitar a los ministerios que había ayudado a formar. “El dejó una huella imborrable en nuestros corazones. Nunca lo vamos a olvidar”, agregó Fierro.
El P. Estada “era una persona muy ecuánime. Sus homilías eran al punto”, dijo el diácono Emilio Blanco de la parroquia St. Benedict, en Hialeah, donde el P. Estada se encargaba de las Misas en español. El diácono Blanco lo conoció en la década de 1980, cuando el sacerdote era párroco asociado.
Eva Díaz Rubio, voluntaria y parroquiana de St. Benedict, dijo que el P. Estada “era comunidad. El padre era increíble uniendo a los parroquianos. Era un sacerdote muy entusiasta. Siempre preguntaba qué familia nueva había y la subía al altar y se aplaudía”.
“Siempre lo vi como un sacerdote alegre, entusiasta y muy piadoso”, dijo el P. Carlos Cabrera, capellán del Mercy Hospital en Miami, donde el P. Estada ayudó por muchos años. “Él siempre fue una persona de mucha vida, con mucha alegría por su ministerio y le gustaba mucho trabajar aquí en el Mercy, le encantaba. De hecho, fue difícil convencerlo de que se retirara a descansar”, dijo el P. Cabrera.
Fue después de la pandemia que ya no pudo regresar más. “Nosotros sentimos mucho su partida, se le va a extrañar”, agregó el sacerdote.
Sacerdote misionero
El P. Estada nació el 26 de agosto de 1932 en Madrid, España. Fue ordenado sacerdote el 17 de mayo de 1959 para la Arquidiócesis de Madrid-Alcalá. Ingresó en la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana (OCSHA), a través de la cual se enviaban sacerdotes españoles como misioneros a América Latina, y trabajó en Colombia de 1959 a 1980. Ejerció la docencia colegial y universitaria y fue capellán de hospital, en parroquias urbanas y rurales, y párroco de la parroquia San Lorenzo en Bogotá de 1971 a 1980.
En ese mismo año llegó al Sur de La Florida y fue párroco asociado de la iglesia de St. Benedict en Hialeah (1980-90) y St. Andrew en Coral Springs (1990-96). Fue vicario parroquial en St. John Bosco (1996-99) hasta su jubilación del ministerio a tiempo completo. Ayudó también en la parroquia St. Matthew, en Hallandale Beach, además del Mercy Hospital.
“Sé que iba a cumplir 92 años, pero no me hago la idea de que ya no este”, dijo María del Carmen Estada-Di Boscio, sobrina del P. Estada. Él había planeado viajar en mayo a España para visitar a su hermana y a sus sobrinas, pero a finales de febrero, se cayó y se rompió el último hueso de la columna vertebral, lo que le provocaba dolores muy fuertes.
Después de salir del hospital regresó a su casa, donde recibía cuidados paliativos. Su salud fue empeorando, hasta que la noche del miércoles 5 de junio fue ingresado al hospital de Aventura donde fue diagnosticado de neumonía y falleció pocas horas después, a las cinco y media en la mañana del jueves.
“Mi tío, además de ser el hermano de mi papá, era mi padrino. Me bautizó cuando ya era sacerdote”, dijo Estada-Di Boscio. Y también la casó en Venezuela cuando él vivía en Colombia.
“Era una persona muy jovial, muy positiva, con muchas ganas de vivir, con muchos deseos de pasarlo con sus feligreses. Lo querían mucho, a donde iba, había que esperar hasta que todo el mundo terminara de saludarlo”, dijo Estada-Di Boscio.
El P. Estada ayudó a mucha gente, “y aun de fallecido está ayudando (económicamente) a una familia en Colombia”, indicó su sobrina. Es la familia que lo ayudó cuando él llegó a Colombia acabado de salir del seminario en España.
“Ahora me tocó a mí. Le vamos a mandar lo que se pueda a esa familia, en nombre de mi tío”, indicó su sobrina.
Al P. Estada, además de su sobrina, le sobrevive su hermana Carmen y sus sobrinas que viven en Málaga, España.
LOS SERVICIOS FÚNEBRES
- El velorio del P. Estada se realizará el martes, 18 de junio, de 6-9 p.m., en Landmark Funeral Home, 4200 Hollywood Boulevard, Hollywood.
- La Misa de funeral será celebrada por el Arzobispo Thomas Wenski el miércoles, 19 de junio, a las 10 a.m., en la parroquia de St. Matthew, 542 Blue Heron Drive, Hallandale Beach; seguida del sepelio en el cementerio Our Lady Queen of Heaven, 1500 South State Road 7, North Lauderdale.
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