By Priscilla A. Greear - Florida Catholic
MIAMI SPRINGS | En 2019, Elizabeth Fiallos hacía malabares en una carrera corporativa de 16 años como analista de negocios en Florida Power & Light, y una vida familiar estresante con su esposo, Oscar, y sus tres hijos. Abrumada, se unió a un apostolado de madres, y la familia participó en un retiro arquidiocesano de Impactos de Cristiandad.
Aquel fin de semana inspirado por el Espíritu tuvo un verdadero "impacto" en la familia, y despertó su fe, su compromiso con la Iglesia, e incluso una nueva vocación. Dijo que se sintió inspirada a seguir su antiguo interés por la enseñanza, a pesar de que el sueldo era menor.
Después de una época difícil, "nuestras vidas cambiaron, cambió nuestra familia, nuestro matrimonio", compartió. "Creo que fue al poner énfasis en disminuir el ritmo y ser más premeditados. Impactos nos había conectado con familias de ideas afines que quieren lo mismo para sus hogares, enseñar la moral y los buenos valores, y mantener a Cristo como centro de nuestra familia".
Los Fiallos se casaron por la Iglesia, dieron prioridad a pasar tiempo con sus hijos, y se comprometieron con el servicio a los demás. Ahora forman parte del grupo coordinador que planifica los fines de semana trimestrales de Impactos. Ella obtuvo una maestría en educación, y le encanta dar clases en la escuela de St. Timothy, en Miami.
"Ambos estábamos concentrados en nuestras carreras y, aunque amábamos a nuestra familia por encima de todo, no comprendíamos la importancia de la familia y que Dios forma parte de ella", reconoció Oscar Fiallos.
"Después del primer retiro de Impactos, dije: 'Quiero servir aquí…'. Nacimos católicos, nos bautizaron como católicos, pero no íbamos a la iglesia. Queríamos hacer por otras familias lo que Impactos hizo por la nuestra que cambió nuestra dinámica familiar, cambió nuestras prioridades. Y ahora damos todo lo que podemos a este movimiento, y a servir".
Los Fiallos y otros participantes de Impactos se unieron a los fundadores del ministerio en una Misa y gala el 11 de febrero de 2023 en la iglesia Blessed Trinity, en Miami Springs, para celebrar el 50mo aniversario del movimiento arquidiocesano.
Rafael Márquez y Adelita y Ernesto Roche concibieron el retiro familiar para incluir a los niños siguiendo el modelo de los retiros de Cursillos. El primer fin de semana tuvo lugar en febrero de 1973 en una casa de Miami Beach, donde voluntarios jugaron fútbol, pescaron con los niños, y cuidaron a los bebés durante el retiro.
En la Misa de aniversario, el sacerdote jesuita Eddie Álvarez, párroco de la iglesia de Gesu, en Miami, recordó su primera misión en Blessed Trinity, que sirvió como parroquia de acogida para Impactos.
Cursillos fue la "madre de todos los movimientos" para reavivar la fe en Dios, seguido de Impactos y otros, recordó. "Eran los años setenta, una época en la que el Espíritu Santo quería mover a los hispanos, quería llevarlos a su corazón a través de Impactos. Fue entonces cuando comenzaron las primeras Misas en español", observó. "El Espíritu Santo movió a un grupo de matrimonios que querían llevar a Cristo a las familias".
El P. Álvarez se acordó de todos los líderes laicos nerviosos que daban charlas los fines de semana, y de los que se mantuvieron fieles durante los períodos áridos del movimiento.
"Impactos lleva aquí 50 años. ¡Qué gran testimonio del amor del Espíritu Santo!", expresó el P. Álvarez.
"He visto parejas que ahora intentan transmitir a sus nietos los valores de Impactos", añadió. "Se han entregado muchas horas y muchos fines de semana a Jesús para llevar a la familia hasta Cristo".
Oró por el impacto continuo del ministerio, y recordó a los miembros fundadores su llamado permanente a transmitir la fe. "Todos sus hogares son iglesias donde Jesús está presente. Quizás digan: '¿Qué puedo dar ahora que estoy viejo y dedico tanto tiempo a visitar al dentista y al médico?' Pues aconsejen a los jóvenes. ¡No será en vano!".
Los Roche, inmigrantes cubanos, compartieron que ya habían participado en Cursillos cuando buscaban un ministerio para incluir a sus hijos.
"Crecimos a través de Cursillos y del Movimiento Familiar. Eran movimientos que estaban más organizados", recordó Adelita Roche. "Era como una introducción, 'esto es lo que ofrece la Iglesia'".
"Lo que obtuve de Impactos es que el Espíritu Santo existe, y que Dios te da el ciento por uno, y más", expresó Ernesto Roche.
Claudia Ros, integrante del grupo coordinador con su esposo, José Ros, explicó que los retiros se celebran cada tres meses con unas 30 familias. Durante el fin de semana, se abordan temas como el ambiente social y los medios de comunicación; el diálogo familiar y Cristo y la Iglesia; y se ofrecen herramientas a las familias para mejorar sus habilidades en la crianza, y sus matrimonios. Las actividades de seguimiento incluyen días de playa, reuniones sociales para padres, y una cena bailable.
El Diácono Mike Fresneda es el director espiritual.
"Es uno de los pocos ministerios de la Arquidiócesis en el que las familias participan unidas. Los niños vienen con sus padres. Me parece que es muy valioso porque lleva a Cristo a la familia. Los niños también aprenden, y a medida que crecen, aprenden a servir como adolescentes", compartió Claudia Ros, quien se unió a Impactos hace 15 años y ahora trae a su hijo, de 13. "Nos abrimos a todos en la Arquidiócesis. Tenemos familias que vienen desde el condado de Broward".
"Les hablamos sobre la importancia de estos momentos cruciales con nuestros hijos, especialmente a las familias jóvenes. Sólo tenemos un tiempo limitado para poder transmitir la fe a nuestros hijos", añadió.
Ros conoció a su esposo en un retiro de Encuentros Juveniles, donde tuvo una experiencia de conversión. Después de casarse, cada uno asistió por separado a los retiros de Emaús, pero buscaron la capacitación de la familia completa para sus tres hijos.
"Ha sido un proceso de caminar en la fe en los distintos ministerios que tenemos a nuestra disposición. Caminar en la fe y construir comunidad te permite atravesar los momentos difíciles. Durante el COVID, la gente se dio cuenta de la importancia de estar unida como una familia, y de servir como una familia. Esta ha sido mi vocación", afirmó. "El gozo continúa. Necesito continuar al servicio de Dios y ser un ejemplo para mis hijos. Lo que busco es la vida eterna, la salvación".
Kevin y Elena Cusano, y sus hijos de 12 y 16 años, se involucraron recientemente.
"Es difícil encontrar otras familias católicas practicantes", expresó Elena Cusano. "Aquí encontramos familias que quieren lo mismo para sus hijos, y lo pasamos muy bien. Mi hijo de 12 años pregunta cuándo es el próximo. Le encanta jugar con los otros niños. Servimos y hacemos algo en nuestra comunidad".
Cincuenta años y 436 retiros después, Ernesto Roche ve ahora con claridad cómo los pequeños actos de servicio pueden repercutir en los demás. "Me sorprende dónde se encuentra y cómo ha resultado con tan poco esfuerzo de mi parte".
La familia Fiallos está profundamente agradecida por el legado de Impactos. "Ahora entendemos el poder de la comunidad, el poder de la fe, y damos gracias todos los días por estar aquí", indicó Oscar Fiallos.
Para obtener información sobre el retiro de Impactos, escriba a [email protected].