By Ana Rodriguez Soto - The Archdiocese of Miami
MIAMI | A continuación, breves perfiles de los tres nuevos sacerdotes —todos mileniales, todos hispanos— que serán ordenados el 7 de mayo de 2022 por el arzobispo Thomas Wenski.
DIÁCONO CESAR BETANCOURT: 'DIOS GANÓ'
Dos muertes llevaron al diácono Betancourt, de 37 años, al sacerdocio. La primera fue la de su abuela, en 1998. Le hizo preguntarse: "¿Pero uno nació para morir?". La segunda fue la de su madre, en 2007. Pero para entonces, su perspectiva había cambiado.
Nacido en Santo Domingo, República Dominicana, y el tercero de cinco hijos, el diácono Betancourt creció en un hogar católico, pero católico hasta cierto punto. Iban a la iglesia, recibían los sacramentos, pero no pasaban de ahí.
La muerte de su abuela le llevó a hacerse preguntas más profundas. "La vi en el ataúd y me sentí impotente", recuerdó.
Encontró respuestas a través de unos vecinos, una familia que pertenecía al Camino Neocatecumenal, que San Juan Pablo II describió como "un itinerario de formación cristiana". Vio que vivían su fe de forma diferente, más intensa.
"Allí hablaban de que Cristo ha resucitado, de que la muerte ha sido vencida, y como que eso fue lo que me consoló", contó el diácono Betancourt. Eso le llevó a hacerse otra pregunta: "Yo quería saber cuál es mi misión".
El primer indicio de que podía tener vocación sacerdotal llegó en el año 2000. Sin embargo, rechazó dos invitaciones para entrar en el seminario, en 2000 y 2003. Le gustaban las chicas, las fiestas, la bebida y su motocicleta Yamaha. Tras licenciarse en electrónica, se ganaba la vida arreglando ascensores.
En 2007, su madre falleció. "Fue como el mismo impacto", recordó, pero "era otra manera de ver el mismo acontecimiento, es decir, con Cristo en el centro y estando cerca de la Iglesia".
Dos años después, invitado de nuevo por su comunidad neocatecumenal a responder al llamado al sacerdocio, volvió a dudar. Pero cuando el director espiritual del seminario Redemptoris Mater, de Santo Domingo, le invitó a un próximo encuentro, el diácono Betancourt se vio obligado a elegir. El encuentro coincidía con la fecha de entrega de un trabajo. Eligió la reunión, envió a su hermano a hacer el trabajo, y fue despedido de inmediato.
Entonces tuvo que tomar otra decisión. Utilizar el dinero que había ahorrado para mejorar el motor de su Yamaha o pagar sus deudas e ingresar en el seminario. "Dios venció", aseguró.
Pronto se encontró en Miami, como uno de los primeros 12 estudiantes del Seminario Misionero Arquidiocesano Redemptoris Mater, que abrió sus puertas en diciembre de 2011.
Los seminaristas de Redemptoris Mater asisten a clases en el Seminario Universitario de St. John Vianney en Miami y en el Seminario Regional de St. Vincent de Paul en Boynton Beach, pero viven con otros seminaristas del Camino Neocatecumenal al lado de la iglesia de St. Cecilia en Hialeah. También pasan tres años a mitad de su preparación en trabajos "itinerantes" o misioneros en otros lugares. El diácono Betancourt trabajó en Washington, D.C., Virginia, Filadelfia, Delaware, Atlanta y las Carolinas.
"Se dice que el dominicano es un tigre, así que la formación del seminario poco a poco te vuelve como un gatito", dijo el diácono Betancourt. "Dios ha reconstruido mi vida. Me ha regalado la castidad, me ha dado la sobriedad. Me ha dado todo".
DATOS BREVES SOBRE EL DIÁCONO CÉSAR BETANCOURT
- Fecha/lugar de nacimiento: 23 de agosto de 1984, Santo Domingo, República Dominicana.
- Parroquia de origen: St. Cecilia, Hialeah.
- Pasatiempos: Montar y juguetear con una potente motocicleta Yamaha RX115 (no disponible en los Estados Unidos); derribar paredes y colocar pisos (lo que hizo en el seminario neocatecumenal Redemptoris Mater, en Hialeah).
- Carrera, si no fuera el sacerdocio: Camionero de larga distancia; obtuvo un título en electrónica y trabajó en ascensores antes de entrar en el seminario.
- Ordenado diácono: 11 de abril de 2021.
- Año de diaconado: Our Lady Queen of Martyrs, Fort Lauderdale.
- Dato interesante: "A mí me gusta mucho hablar".
DIÁCONO AGUSTÍN ESTRADA: DE LA ANGUSTIA AL 'TODO'
"El catolicismo viene casi con el apellido", dice el diácono Estrada, de 30 años, nativo de California y tercero de seis hermanos en una familia mexicano-americana.
De pequeños, él y la mayoría de sus hermanos asistieron a escuelas católicas. Sirvieron en el altar. Su padre es ministro extraordinario de la Sagrada Comunión y su madre es lectora. Sus padres han estado involucrados en el Camino Neocatecumenal durante casi 40 años, desde que estaban recién casados.
Sin embargo, el sacerdocio "no era algo en lo que pensara de niño", dijo el diácono Estrada.
En la escuela secundaria se centró en otras cosas, específicamente en el waterpolo. Compitió en las Olimpiadas Juveniles y tenía la intención de jugar en una universidad de la División 1 de la NCAA. Mientras estudiaba, también entrenaba. Fue entonces cuando su madre le sugirió que debía reorganizar sus prioridades porque para competir al más alto nivel "tienes que sacrificar el resto de tu vida".
Otras cosas también le estaban causando "dificultades, angustias". Un compañero de equipo de la escuela secundaria y amigo íntimo falleció. Su propio hermano menor había muerto al nacer, y aunque el diácono Estrada sólo tenía dos años en aquel momento, "creo que eso fue algo que me marcó".
Sus padres sintieron tristeza, por supuesto, pero nunca hablaron de la muerte de su hermano "de forma trágica; lo hablaban con fe", recordó. "Poder ver la presencia de Dios en la cruz, me llevó un tiempo entenderlo, pero es algo que siempre se me quedó grabado".
No sólo eso. "Había dado la espalda a la fe, en el sentido de que buscaba la vida en otras cosas, en los deportes y en los amigos y en mi futura carrera, y en la relación que mantenía", contó. "Me sentía vacío, a pesar de que lo tenía todo".
A los 20 años tuvo mucho tiempo para lidiar con esa angustia, cuando viajó a Madrid (España) para la Jornada Mundial de la Juventud de 2011, con una escala posterior en Lourdes (Francia).
Fue entonces cuando se dio cuenta de que conocer sobre Dios no es suficiente. "Conocer a Dios a nivel personal es algo totalmente distinto". Hasta entonces, su fe había dependido de la fe de sus padres, de lo que otros le habían enseñado. "Tenía que llegar a conocer a Dios cara a cara".
El momento culminante llegó mientras oraba en Lourdes, cuando miró un mosaico de Jesús con las palabras: "Vengan a mí todos los que están agobiados...".
"Me llamaba a regresar a Él, pero para tener una relación de uno a uno con Él", contó el diácono Estrada. "Fue entonces cuando empecé a escuchar el llamado".
En dos meses, estaba en Miami, entre los primeros 12 estudiantes del seminario Redemptoris Mater. "El Señor sabe que yo estoy todo dentro o todo fuera, así que me abrí un poco y el Señor me dijo: 'Hagamos esto. Hagamos esto ahora'".
Su experiencia misionera de tres años le permitió vivir un año en Israel: seis meses en Galilea al servicio de los peregrinos y seis meses en Jerusalén cursando estudios bíblicos. Luego pasó dos años con un equipo de evangelización que viajaba entre las comunidades del Camino Neocatecumenal en Oklahoma y el sur de Texas.
Ni sus amigos ni su familia esperaban que se convirtiera en sacerdote, dijo el diácono Estrada, pero Dios sabe exactamente lo que está haciendo. "Esto es un llamado que viene del Señor. No viene de mí ni de nadie más. El Señor no se equivoca".
DATOS BREVES SOBRE EL DIÁCONO AGUSTÍN ESTRADA
- Fecha/lugar de nacimiento: 26 de julio de 1991, Santa Ana, California.
- Parroquia de origen: St. Cecilia, Hialeah.
- Pasatiempos: Surf, kayak, snowboard, "cualquier cosa al aire libre".
- Carrera, si no fuera el sacerdocio: Profesor de ciencias y entrenador de waterpolo.
- Ordenado diácono: 11 de abril de 2021.
- Año de diaconado: St. Lawrence, North Miami Beach.
- Dato interesante: Tras vivir principalmente entre cubanos en el sur de Florida, "aprendí que no todos los hispanos comen con picante".
DIÁCONO ENZO PRENDES: 'ESTE ES EL CHIQUITO DE DIOS'
El diácono Prendes, de 29 años, describe su llamado al sacerdocio como "un viaje" en el que el Señor le hacía saber continuamente: "Te quiero a mi lado, sirviendo".
El camino comenzó en su Habana natal, en la iglesia de Nuestra Señora de Regla, donde fue bautizado a los 12 años por insistencia de su madre. Hijo único, comenzó a servir en el altar todos los fines de semana, incluso mientras se preparaba para el bautismo. Desde entonces, estuvo "siempre rodeado de sacerdotes muy buenos", sacerdotes que, a pesar de las dificultades de la vida en Cuba, "tenían una alegría tremenda", dijo el diácono Prendes. "Yo quería tener esa alegría que tenían ellos".
Pero antes de emprender su jornada como seminarista, se embarcó a los 18 años en una jornada física desde La Habana a Miami, donde su padre había estado viviendo durante 20 años. Se unió a la parroquia de Good Shepherd en Kendall y comenzó a servir de nuevo en el altar, mientras tomaba cursos de inglés como segunda lengua y ayudaba en el negocio de limpieza a presión de su padre.
Dos años después, ingresó en St. John Vianney, y continuó sus estudios en St. Vincent de Paul. Luego llegó el año pastoral, cuando los seminaristas de la arquidiócesis experimentan la vida en una parroquia. En lugar de regresar al seminario, se tomó el siguiente año libre. Sintió que necesitaba continuar su discernimiento.
"O es para siempre o no lo es. A mí no me gustan las cosas a medias", declaró.
Encontró trabajo en Publix y en UPS, donde sus compañeros de trabajo y otros confirmaron su vocación.
"La gente me preguntaba, ¿y qué tú hacías antes?" Seminarista, les contestaba. Si tenían un problema, acudían a él. "Este es el chiquito de Dios", decían. Sintió que Dios le enviaba un mensaje: "Esta gente te necesita. Yo te necesito para esta gente".
Ahora entiende que tomarse un tiempo libre fue necesario. "Y pienso que es muy saludable", señaló. "Volví y me siento muy feliz, confiado de que esto es para mí".
DATOS BREVES SOBRE EL DIÁCONO ENZO PRENDES
- Fecha/lugar de nacimiento: 19 de julio de 1992, La Habana, Cuba.
- Parroquia de origen: Good Shepherd, Miami.
- Pasatiempos: Pescar, leer, viajar, especialmente a lugares de peregrinación.
- Carrera, si no fuera el sacerdocio: Actor.
- Ordenado diácono: 18 de diciembre de 2021.
- Año de diaconado: Little Flower, Hollywood.
- Dato interesante: Ha completado los trámites para traer a su madre desde Cuba, pero ella no podrá venir hasta junio. "Llegará un poquito tarde [para la ordenación], pero bueno..."
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