By Ana Rodriguez Soto - The Archdiocese of Miami
MIAMI | Justo cuando pensaba que la Virgen de Guadalupe no podía sorprenderlo más, David Prada recibió otro regalo inesperado � un viaje a su Basílica en México, el mismo fin de semana que el Papa Francisco estaba de visita.
Se suponía que iba a ser la última "peregrinación de dar gracias" a la patrona de las Américas por su intercesión en la construcción de la parroquia Our Lady of Guadalupe, en el Doral, el edificio completo de la parroquia, construida en poco menos de un año, con fondos venidos del cielo, de un devoto anónimo de Nuestra Señora.
Prada, director de la Oficina arquidiocesana de Construcciones y Propiedades, ha estado íntimamente involucrado en el proyecto, desde el diseño hasta la consagración. Él y otros habían notado coincidencia tras coincidencia en todo el proceso que los hizo pensar en que la Virgen � y su hijo, definitivamente los estaban ayudando.
Como gesto de agradecimiento, Prada planeó viajar a México con su esposa, Liz Prada; el P. Israel Mago, párroco de Our Lady of Guadalupe; Rubén Bravo, director del proyecto de MCM Construction; y Nilda Comas, la artista que hizo el Cristo crucificado que se eleva encima del santuario, así como el gran mosaico de nuestra Señora de Guadalupe que es visible en el exterior de la iglesia.
Prada estaba escogiendo la fecha para el viaje cuando su esposa, una maestra de escuela, mencionó que tenía libre el 12 y 15 de febrero.
"Es muy inusual para ella tener un viernes y un lunes libre", señaló Prada.
Así que rápidamente reservó una habitación de hotel y los boletos aéreos. El P. Mago y los demás se encontrarían con ellos la noche del domingo, para celebrar la Misa en la Basílica, el lunes.
Fue entonces cuando la esposa de Prada lo llamó y le dijo: Es el fin de semana que el Papa Francisco está de visita en México y celebraría la Misa en la Basílica de Guadalupe, el sábado, 13 de febrero.
Prada no lo podía creer. Las habitaciones de hotel no estaban escasas ni costosas, y el pasaje de avión parecía bastante barato.
El P. Mago contacto a Mons. Eduardo Chávez, uno de los postuladores de la causa de San Juan Diego, quien les consiguió entradas a las afueras de la Basílica, durante la visita del Papa. (El P. Mago consiguió a alguien para que lo reemplace en la parroquia).
Llegaron a la Basílica a las 11 de la mañana para la Misa de las 5 p.m. y pudieron saludar al Papa Francisco, mientras recorría el lugar en su papamóvil.
Prada también consiguió que Mons. Chávez y Carl Anderson, el Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, autografiaran (y bendijeran) un libro en el que colaboraron ambos, “Nuestra Señora de Guadalupe: Madre de la Civilización del Amor” � un libro que sirvió para inspirar muchos elementos del proyecto de la iglesia de Our Lady of Guadalupe.
El domingo por la noche, el grupo participó en la procesión semanal a la luz de las velas, desde la Basílica hasta la colina detrás de ella � Tepeyac, donde Nuestra Señora se apareció a Juan Diego. Y el lunes, el P. Mago celebró una de las Misas que se celebran a cada hora, dentro de la Basílica.
Prada atribuye a la Virgen de Guadalupe por hacer que su viaje de agradecimiento se convierta en “una experiencia única en la vida".
“Para mí, básicamente, todo el viaje es su planificación”, dijo. “Como cualquier buena madre, tiernamente se da a sus hijos y nunca se excede en su generosidad”.