By Jonathan Martinez - Florida Catholic
Photography: JONATHAN MARTINEZ | FC
HIALEAH | Hace más de 70 años, un pequeño grupo de personas de Hialeah y de la cercana Miami Springs soñaba con construir una iglesia cerca de su comunidad.
Gracias a su perseverancia y su dedicación, lograron que la parroquia St. John the Apostle fuera fundada en 1945 por el Arzobispo Joseph P. Hurley, de la diócesis de San Agustín, que en ese entonces abarcaba toda La Florida.
El 8 de noviembre, cientos de personas llenaron la iglesia de Hialeah para conmemorar el 70 aniversario de su parroquia. El Arzobispo Thomas Wenski celebró la Misa junto con el P. Héctor Pérez, párroco de St. John; el vicario parroquial, el P. Iván Rodríguez, y otros sacerdotes arquidiocesanos.
“Me siento muy feliz y bendecida, no sólo por estar aquí hoy, sino por haber tenido el placer de conocer a muchos de los sacerdotes que sirvieron en St. John”, dijo Monserrat Guerrero, feligresa desde el año 2000. “Esta iglesia tiene sus puertas abiertas a todo el mundo y da amor y acoge a todo aquel que entra por sus puertas. Para mí, ésta es mi casa”, agregó.
Los comienzos humildes de St. John fueron un testimonio del duro trabajo de sus feligreses. En los primeros días, la gente donaba todo el dinero extra que tenía �a veces la cantidad de $1 por persona�, con el fin de recaudar fondos para la construcción de la iglesia.
El plan era construir una iglesia y una escuela. Pero el primer edificio que se terminó � el 30 de junio de 1949 � fue el convento de las Hermanas de la Misericordia, de Filadelfia, que vinieron a enseñar en la escuela. Poco después, la iglesia estaba lista, y después vino la escuela.
El 22 de enero de 1950, el Obispo Thomas J. McDonough, Obispo Auxiliar de San Agustín, bendijo y consagró la escuela, una capilla, el auditorio, la rectoría, y el convento.
El párroco fundador fue el P. Lawrence J. Flynn. Desde entonces, siete párrocos han servido a la comunidad de St. John.
“Mi sueño para esta parroquia es que siga creciendo, para que los jóvenes encuentren su camino aquí”, dijo José García, feligrés por más de 60 años. “Esto es un gran momento para nuestra iglesia”.
“Demos gracias a Dios por los fieles que han pasado por esta parroquia durante estos 70 años. Gracias a Dios por los sacerdotes y religiosos que han servido aquí, durante estas siete décadas”, dijo el Arzobispo Wenski durante su homilía. “Hoy, abrimos un nuevo capítulo en la historia de esta parroquia. En esta Misa voy a nombrar oficialmente al P. Héctor Pérez como su nuevo párroco. Él ha estado aquí por algunos meses como administrador y lo ha hecho bien. Él y el P. Iván están aquí para servir; están aquí para acompañarlos en su camino hacia el Señor”.
“Estoy muy emocionado y feliz de ver feligreses que han estado aquí por 40, 50 años; es increíble”, dijo el P. Pérez, quien se desempeñó como administrador durante los dos últimos años. Se hizo cargo tras la jubilación del anterior párroco, Mons. Emilio Martín.
“También estoy presenciando la historia”, dijo el P. Pérez. “Esta parroquia fue la primera que se construyó en la ciudad de Hialeah. Es una comunidad que siempre ha dado la bienvenida a los inmigrantes y a las personas de diversos orígenes”.
La Misa del 70 aniversario estaba llena de gente de todas las edades. Las familias vinieron juntas para celebrar este acontecimiento, incluso aquellos que ya no son feligreses o que no viven en el barrio. Nuevos feligreses también se unieron a la celebración.
“Recibimos a muchos inmigrantes en esta iglesia, especialmente a los que llegan de Cuba”, dijo el P. Rodríguez. “Este es un lugar de reunión para muchos, y nosotros aprovechamos eso, para evangelizar a todos aquellos que vienen de lejos, de modo que, cuando lleguen aquí, ellos sepan que siempre vamos a mantener nuestra puerta abierta para ellos. En otras palabras, Dios es quien les da la bienvenida aquí”.
“Espero que esta comunidad siga creciendo, que sigamos trabajando como una familia, y que con la gracia de Dios, continuemos trabajando juntos en la renovación de esta bendecida comunidad”, dijo el P. Pérez.
Después de la Misa siguió un evento cultural en el salón parroquial, con comida y música folklórica. Los feligreses de toda la vida se reunieron con los nuevos, y los antiguos y actuales alumnos y maestros participaron en la celebración de la historia de la parroquia.
“Es un día muy emotivo”, dijo Efraín Infante, feligrés durante los últimos cinco años y miembro de los Caballeros de Colón, Consejo número 4. “Ha sido una hermosa celebración de la historia de nuestra parroquia, un maravilloso espectáculo de fe y familia, y espero y rezo para que el futuro sea brillante y continuemos creciendo y prosperando”.
“Espero que el Señor nos ayude a continuar el impulso de la misión y que permanezcamos siendo fieles al ministerio que se nos ha otorgado”, dijo el P. Rodríguez.