By Araceli M. Cantero - Florida Catholic

Fotógrafo: COURTESY PHOTO
Los obispos de las 11 di�cesis de Cuba, incluyendo el Cardenal Jaime Ortega de la Habana, en primera fila, tercero desde la derecha. A su derecha, en el centro, esta el nuncio del Vaticano en Cuba, el Arzobispo Bruno Musaro.
Recientemente varios obispos cubanos, incluido el Cardenal Jaime Ortega Alamino, han viajado a Roma. En el Vaticano pueden encontrarse con antiguos amigos, ahora cercanos al Papa Francisco.
Uno de ellos es el arzobispo Giovanni Angelo Becciu, 62, nombrado nuncio en Cuba en 2009. Fue testigo de las negociaciones de la Iglesia con el gobierno para la liberaci�n de cientos de presos de conciencia. En 2011 Mons. Becciu fue llamado a Roma como sustituto de Asuntos Generales en la Secretar�a del Estado Vaticano, y como tal tiene acceso directo al Papa.
Otro buen amigo de la Iglesia en Cuba es el Arzobispo Beniamino Stella, actual Prefecto de la Congregaci�n del Clero. Fue nuncio en Cuba desde diciembre de 1992 a la primavera de 1999 etapa durante la que se crearon cuatro nuevas di�cesis en Cuba. Su servicio fue durante los duros a�os del �periodo especial� desencadenado por la ca�da del bloque comunista y la p�rdida para Cuba de los subsidios sovi�ticos. Su discreta y efectiva presencia ayud� a mejorar las relaciones de los obispos locales con el gobierno cubano, especialmente durante los preparativos de la visita de Juan Pablo II a la Isla en 1998.
Es la Asamblea General de la Congregaci�n de los Obispos quien debe dar el benepl�cito sobre cualquier candidato al episcopado, antes de presentar el nombre al Papa. Pero tampoco se puede ignorar que los encuentros de estos dos prelados con los obispos cubanos, junto a su conocimiento de la Iglesia Cubana y del pa�s, pueden tambi�n ser de gran ayuda al Papa en esta etapa final del proceso de sustituci�n del Arzobispo de La Habana.
Ahora que el A�o Jubilar ha concluido, y que el nombre del Cardenal desapareci� del liderazgo de la COCC, los analistas se�alan que el reemplazo del Arzobispo ser� pronto. Pero no tan pronto, quiz�s, si se tiene en cuenta que el Cardenal cumplir� 50 a�os de sacerdocio en agosto de 2014 y que en 2015 se cumplen los 500 a�os de la fundaci�n de la Villa de San Cristobal de La Habana. Si su salud se mantiene, el Papa pudiera respetar esas fechas permiti�ndole celebrarlas a�n al frente de la Arquidi�cesis.
Mientras tanto ya se han iniciado en los medios las adivinanzas sobre quien le sustituir� en la di�cesis capitalina.
Consideraciones pastorales
Eduardo Mesa es un joven cat�lico que por a�os dirigi� la revista Espacio en la Arquidi�cesis de la Habana, di�cesis que conoce bien. Ahora vive en Miami y en su blog, Cuba Plural, aparecen algunas predicciones sobre el tema. En su opini�n, dada la complejidad de la Arquidi�cesis el sustituto del Arzobispo debe ser elegido s�lo entre los obispos que trabajan en Cuba. Siempre cabr�a la posibilidad de nombrar a un obispo cubano de una di�cesis fuera de Cuba, pero no es probable.
La Iglesia Cat�lica en la Isla cuenta con 11 di�cesis, ocho obispos, tres arzobispos (entre ellos el Cardenal) quienes est�n al frente de las tres provincias eclesi�sticas de Cuba, y dos obispos auxiliares, ambos en La Habana.
En la selecci�n del futuro Arzobispo de la capital cubana el Papa Francisco considerar�a distintos elementos: la edad y la salud en todos sus aspectos, el perfil pastoral del candidato, su servicio a la Iglesia y la complejidad del pa�s y de las di�cesis implicadas.
Entre los obispos cubanos actuales hay dos que dejaron el pa�s en los a�os �60, fueron ordenados fuera y regresaron muchos a�os despu�s. Hay dos que son vocaci�n tard�a y ejercieron una profesi�n antes de ser sacerdotes. Hay uno espa�ol.
La edad de los candidatos determinar� el n�mero de a�os de posible permanencia en el cargo y por ello mismo, quiz�s, el nombre del obispo de Ciego de �vila, Mons. Mario Mestril, de 73 a�os, queda fuera de las predicciones.
En el caso de que el Papa Francisco optase por un obispo de corta duraci�n pudiera nombrar a Mons. Jorge Serpa, de Pinar del R�o, de 71 a�os, quien sirvi� 31 a�os como misionero en Colombia. A su regreso a Cuba en 1999, sirvi� en la Habana como Vicario General y Rector del Seminario y por lo tanto conoce la Arquidi�cesis.

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De izquierda a derecha: Mons. Juan de Dios Hern�ndez, Secretario General de la COCC y Obispo Auxiliar de La Habana; Mons. Arturo Gonz�lez, Obispo de Santa Clara, Vice Presidente de la COCC; Mons. Dionisio Garc�a, Arzobispo de Santiago y Presidente de la COCC; Mons. Juan Garc�a, Arzobispo de Camag�ey, y Mons. Emilio Aranguren, Obispo de Holgu�n, y ambos miembros del Comit� Permanente de la COCC.
Un a�o m�s joven es el Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio Garc�a Iba�ez. Los analistas se�alan que ha cumplido bien en el cargo de Presidente de la Conferencia, para el que ha sido renovado. Como otros obispos cubanos, es parte de una generaci�n que creci� ya en la revoluci�n lo que le hace conocedor del sistema. Tiene 68 a�os y su vocaci�n surgi� despu�s de a�os como ingeniero de comunicaciones. Natural de Guant�namo, en la provincia oriental, sirvi� como sacerdote hasta su nombramiento, en 1995, como obispo fundador de la Di�cesis de Bayamo-Manzanillo. Desde 2007 es Arzobispo de la di�cesis primada y la segunda m�s importante ciudad de la Isla.
De la misma edad es el actual obispo de Bayamo-Manzanillo Mons. Alvaro Beyra, natural de Camag�ey quien realiz� parte de sus estudios sacerdotales en Europa.
Obispos m�s j�venes
Otro grupo de obispos m�s j�venes incluye al obispo de Holgu�n, Mons. Emilio Aranguren Echeverr�a de 63 a�os. Nacido y ordenado en Santa Clara, fue nombrado auxiliar de Santa Clara en 1991 y obispo de Cienfuegos, en la zona central, en 1995. Desde 2005 es obispo titular de Holgu�n en la zona oriental.
Tambi�n de 63 a�os son el obispo de Guant�namo, Mons. Willy Pino, original de Camag�ey, y Mons. Domingo Oropesa, obispo de Cienfuegos, nacido y ordenado sacerdote en Espa�a. Sus nombres no aparecen entre los candidatos que barajan los medios.
El nuevo liderazgo de la conferencia de obispos cubanos (CCOC) incluye la reelecci�n del Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio Garc�a Iba�ez como presidente, algo normalmente usual.
En el puesto del Cardenal aparece como vicepresidente el obispo de Santa Clara, Mons. Arturo Gonz�lez Amador. Los otros cargos se mantienen: El obispo auxiliar de La Habana, Mons. Juan de Dios Hern�ndez Ru�z, contin�a como Secretario General y en el Comit� Permanente siguen el Arzobispo de Camag�ey, Mons. Juan Garc�a Rodr�guez, y el obispo de Holgu�n, Mons. Emilio Aranguren Echeverr�a.
Tambi�n contin�a como Secretario Adjunto Mons. Jos� F�lix P�rez Riera, quien no es obispo.
De la misma generaci�n de Mons. Hern�ndez es el actual arzobispo de Camag�ey, Mons. Juan Garc�a Rodr�guez, de 65 a�os, a quien rara vez se le menciona como candidato por los analistas. Y sin embargo es un hombre �con olor a oveja� y con el perfil que va marcando el Papa Francisco. Conocido por su acci�n misionera, Mesa le califica como �hombre sereno, muy observador y espiritual, alguien que sabe apreciar el valor de las peque�as cosas y capaz de conservar la calma en cualquier tormenta�. Ha servido como presidente de la COCC (2006-2009) y represent� a Cuba en la reuni�n de los Obispos Latinoamericanos y del Caribe en Aparecida. Callado y reservado, fue auxiliar del fallecido Arzobispo de Camag�ey a quien sustituy� en 2002. Aunque su traslado a La Habana exigir�a buscar un reemplazo para la Arquidi�cesis, tanto el obispo de Bayamo como el de Guant�namo son producto de aquella Arquidi�cesis y bien pudieran volver a ella. Sustituirles, en di�cesis m�s peque�as, no ser�a tan complicado como en el caso de otras di�cesis.
El m�s joven de los obispos es Mons. Arturo Gonz�lez Amador, de la Di�cesis de Santa Clara, que tiene 57 a�os. Su nombramiento significar�a un servicio posible de 17 a�os antes de cumplir los 75. Su labor pastoral est� bien reconocida y adem�s lleva adelante, con tacto, el encargo de las relaciones con los cubanos en la di�spora. Pero su nombramiento para La Habana significar�a �pasar por encima� de otros colegas con experiencia m�s dilatada.
Todas estas consideraciones se apoyan en razones pr�cticas, afirman los cat�licos cubanos que solo quieren hablar sin identificarse. Tambi�n indican que, pensando en lo mejor para el futuro de la Iglesia en Cuba, quiz�s habr�a que ignorarlas.

Mapa de las 11 di�cesis de Cuba.
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