Pedro Pan: El legado de dos hombres

�Fue realmente durante su funeral en Miami cuando me di cuenta mucho m�s a fondo de la influencia que ejerci� sobre tantas personas�, dijo O'Brien en un sal�n de baile repleto de antiguos integrantes de la Operaci�n Pedro Pan, a quienes las exenciones de visado enviadas por su t�o hab�an salvado del adoctrinamiento comunista en Cuba. �Era el t�o Bryan. No era el santo en que todos esperamos que se convierta�.

Chris Baker, el hijo del director de Ruston Academy, James Baker, estaba en la universidad cuando su padre comenz� a tratar de conseguir que algunos de sus alumnos salieran de Cuba.

�No se nos permiti� ir a casa por Navidad en 1960�, recuerda Baker, que habla perfecto espa�ol, pues vivi� en Cuba entre 1944 y 1959.

��l nos ense�� a amar a Cuba y los Estados Unidos por igual�, dijo Baker de su padre, que muri� en 2001.

 Dijo que su padre comenz� a ayudar a los ni�os a salir de Cuba debido a sus creencias en la educaci�n, en la defensa de los principios democr�ticos, y para inculcarles estos principios a sus estudiantes cubanos.

��l sent�a que ustedes eran los verdaderos h�roes�, dijo Baker, refiri�ndose a los ni�os y los padres de Pedro Pan.

El arzobispo Thomas Wenski estaba en el cuarto grado de Sacred Heart School, de Lake Worth, cuando se inici� el programa Pedro Pan. A pesar de que no sab�a nada al respecto, �l y sus compa�eros hab�an sido ense�ados a rezar el Padre Nuestro y el Ave Mar�a en espa�ol.

Un d�a, el p�rroco y dos de las hermanas que ense�aban en la escuela trajeron a dos ni�os de Cuba a la clase, �muy probablemente, de Pedro Pan�, record� el arzobispo Wenski.

�Se pod�a ver que su nerviosismo se disipaba a medida que nos o�an rezar en su propio idioma�, dijo el arzobispo.

A�os m�s tarde, siendo estudiante de secundaria en el Seminario St. John Vianney, de Miami, algunos de sus compa�eros eran de Pedro Pan.

��ramos plenamente conscientes de que sus padres a�n estaban en Cuba�, dijo el arzobispo Wenski. De hecho, el padre de uno de sus compa�eros permanec�a encarcelado en la isla. Y fueron esos mismos compa�eros quienes le ense�aron a hablar espa�ol.

Hasta entonces, sin embargo, Mons. Walsh era una figura lejana. �Sab�amos de su trabajo, y ten�amos un gran respeto por �l�.

 No fue hasta que se orden� de sacerdote y comenz� a trabajar con �l, que lleg� a conocerlo mejor, dijo el arzobispo Wenski. �La gente me dec�a: �T� eres el Bryan Walsh de los haitianos�. Empec� a apreciar cada vez m�s lo que eso significaba, y las responsabilidades que descansaban sobre mis hombros�.

En 1995, el arzobispo sucedi� a Mons. Walsh como director de Caridades Cat�licas. El a�o pasado, tambi�n sucedi� a otra �figura clave� en el �xodo de Pedro Pan: el primer arzobispo de Miami, Coleman F. Carroll.

�Fue �l quien permiti� a Mons. Walsh hacer el trabajo que hizo�, dijo el arzobispo Wenski.

A�adi� que lo m�s importante que Mons. Walsh le ense��, fue �c�mo ser un abogado, c�mo participar en la plaza p�blica�.

�La Iglesia tiene que participar en la plaza p�blica. �se, creo yo, es el mayor legado de Mons. Walsh, porque �l no ten�a miedo� de hablar en nombre de cualquier persona cuya dignidad humana se viera amenazada.
�Incluso el hecho de que haya habido [una Operaci�n] Pedro Pan se debi� a este hombre de visi�n�, dijo el arzobispo Wenski; �un hombre de visi�n, porque era tambi�n un hombre de fe�.