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El Padre Pedro Arrupe, S.J. (1907-1991) fue Superior General de la Compañía de Jesús del 1965 al 1981. Es considerado por muchos, el nuevo fundador de la Compañía a la luz del Concilio Vaticano II.

• Siendo misionero en el Japón, el padre Arrupe fue uno de los primeros en prestar auxilio a las víctimas de la bomba atómica en Hiroshima.
• Convocó la 32a Congregación General, en la cual se redefinió la misión de la Compañía en clave de compromiso con la justicia.
• Fundó el Servicio Jesuita a Refugiados, y este trabajo con migrantes se ha convertido en una de las labores más importantes de la Compañía.

Todo esto enraizado en una intensa vivencia ignaciana de la oración y espiritualidad de los Ejercicios y de una profunda intimidad con la persona de Jesús.

Algunas frases del Padre Arrupe:

“Sólo siendo un hombre o una mujer para los demás se llega a ser plenamente humano”.

“Los hombres y mujeres para los demás han de ser movidos por la auténtica caridad evangélica”.

 “¡Enamórate!

Nada puede importar más que encontrar a Dios.

Es decir, enamorarse de Él

de una manera definitiva y absoluta.

Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación,

y acaba por ir dejando su huella en todo.

Será lo que decida qué es

lo que te saca de la cama en la mañana,

qué hacer con tus atardeceres,

en qué empleas tus fines de semana,

lo que lees, lo que conoces,

lo que rompe tu corazón,

y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud.

¡Enamórate! ¡Permanece en el amor!

Todo será de otra manera.”