By Ana Rodriguez Soto - The Archdiocese of Miami
DORAL | Olga Aguillon lloró cuando 50 sacerdotes y cuatro obispos entraban en procesión a la recién construida iglesia Our Lady of Guadalupe, el 12 de diciembre.
Aguillon, fue una de las decenas de feligreses que sirvió como acomodadora, durante la Misa de consagración � la Misa que se llevó a cabo en el día señalado, el día de la fiesta de la Patrona de las Américas.
"Es totalmente por amor a ellos � a Dios y a la Virgen", dijo la venezolana, feligresa de la iglesia por ocho años, quien también expresó su "inconmensurable amor y agradecimiento eterno" a su párroco, el P. Israel Mago.
"Nunca me imaginé que sería así. Que Cristo [podría] mostrarme tantas cosas que no puedo explicar en pocas palabras", dijo Aguillón, feliz también porque su familia llegó desde Venezuela para la ocasión.
Al igual que las otras 1,200 personas que llenaron la iglesia para la Misa de consagración � y muchos miles más que asistieron a las otras Misas durante el fin de semana � Aguillon se emocionó por el milagro que estaba presenciando: una iglesia que pasó 15 años moviéndose de una escuela a otra en El Doral, transformando cafeterías en espacios de culto, semana tras semana, ahora tiene una iglesia permanente.
Y no sólo una iglesia permanente, también "más de 30,000 pies cuadrados de iglesia, capillas y centros parroquiales, llenos de gran significado y belleza", además de una escultura de mármol y un enorme mosaico exterior de Guadalupe, un campanario y una plaza en el exterior, y Estaciones de la Cruz adornados con 28 imágenes de porcelana de María, como es venerada en los diversos países de las Américas.
Todo ello construido en menos de un año.
Nunca antes sucedió algo así en la Arquidiócesis de Miami, donde las parroquias se construyen generalmente por etapas � primero un edificio multiusos, luego una iglesia permanente, y después, quizás, una capilla separada. Pero en Our Lady of Guadalupe se construyeron los tres edificios a la vez, y la ceremonia de inicio de obra, en los 13.5 acres de terreno, fue en enero.
Fue un milagro hecho posible por un benefactor anónimo: un católico mexicano, devoto de "la Guadalupana". Él igualó las contribuciones de los feligreses en dos por uno, recargando el proyecto de 12 millones de dólares, después de varios inicios fallidos en años anteriores.
"Sólo fue posible por su donación", dijo la Hna. Elizabeth Worley, miembro de las Hermanas de San José de San Agustín y canciller archidiocesana de administración. "Una enorme, enorme donación", agregó.
"Es un milagro � o mejor aún, un milagro y medio", dijo la madre del P. Mago, Margarita Mago, al empezar la Misa de consagración.
"Esta construcción tiene muchos héroes", añadió, desviando los elogios de su hijo, quien fue nombrado párroco de la comunidad, en junio del 2010.
Venezolano como la gran mayoría de sus feligreses, el P. Mago fue el sucesor de Mons. Tomás Marín, ahora párroco de St. Timothy, en Miami. Mons. Marín fue nombrado administrador de la entonces nueva parroquia en agosto del 2001, dos años después de que comenzó como misión de la iglesia Blessed Trinity, en Miami Springs.
El propio P. Mago llamó a varios héroes del día al finalizar la Misa de consagración. Ellos incluyeron no sólo al donante anónimo, también a David Prada, director general de la Oficina arquidiocesana de Construcciones y Propiedades, quien guio el proyecto desde su concepción hasta su finalización; Juan Munilla, director de MCM Construction y su jefe de proyecto, Rubén Bravo; Zyscovich Architects y el diseñador del proyecto, José Murguido, así como el director del proyecto, Arnaldo Delgado; y Orlando Sharpe, de Sharpe Project Developments.
Todos ellos "pusieron su corazón y su alma en este proyecto", dijo el P. de Mago. También agradeció a sus feligreses, por "su alegría y sus lágrimas, pero especialmente por sus oraciones que han construido esta hermosa parroquia".
Llamó a la nueva iglesia "una respuesta de la Virgen María a los que ponen su confianza en ella", y señaló que a lo largo de su peregrinación de 15 años, "nunca perdimos la fe".
"Todo sucede en el tiempo de Dios", dijo y agregó que Dios quiso la fe en El Doral para construir su iglesia, "con la conciencia de nuestras limitaciones y la dependencia de su misericordia".
De hecho, todo comenzó con la oración, según la feligresa fundadora, Carmencita Romanach.
"Comenzó con un pequeño grupo de personas que llevaban a la Virgen de casa en casa y rezaban el rosario por el éxito de la misión � para que la gente supiera que había una parroquia", dijo.
Liderando este grupo estaban Abraham Embi y su esposa, Diana, la primera coordinadora de educación religiosa de la parroquia. Inspirado por una visita a Conyers, Georgia, en octubre de 1998, Embi recordó: "lo tomé como una señal de que tenía que volver a la Iglesia". Se ofreció como voluntario para ir de puerta en puerta, haciendo rondas de 120 hogares.
"Me doy cuenta de que después de 19 años la Virgen me utilizó como instrumento para anunciar que Ella quería su casa aquí, en El Doral", dijo, en alusión a la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, y la iglesia que quería construida en la colina del Tepeyac.
Los Embi ahora viven más cerca de la iglesia Our Lady of Lourdes, en Kendall, donde su hija es asistente del director de la escuela. Pero asisten a Our Lady of Guadalupe, "porque nosotros la empezamos", dijo Diana Embi. "¿Cómo podríamos renunciar a ella?".
Otros feligreses expresaron sus propios pensamientos y sentimientos sobre la consagración.
"No pude dormir anoche", dijo Jean Sun, feligresa por 15 años y una de las mujeres que vistió el altar, después de que el Arzobispo Thomas Wenski lo ungiera con el aceite del crisma.
"Estuve dando gracias a Dios por ver este día. Con todas las pruebas y la paciencia que hemos pasado, es una bendición", dijo. En cuanto a completar los tres edificios en un año: "Es la obra de Dios. El plan maestro de Dios para nosotros".
Antonio Fernández, feligrés desde el año 2000 dijo: "Es hermoso en su sencillez", refiriéndose al diseño de la iglesia.
Según lo describió Prada, es una "interpretación contemporánea de la forma tradicional de una basílica Romana... afinada por las curvas interiores de los techos y bancos... Las dos capillas en forma oval están en el centro de la estructura", al lado de la iglesia. El grabado en las paredes exteriores del edificio hace sutiles referencias a las flores y las estrellas del velo de Nuestra Santísima Madre, con la intención de recordarnos que cuando entramos al edificio, somos envueltos en su velo".
Fernández dijo: "Para mí, esta iglesia es hermosa, porque emula la simplicidad de Dios. Dios es. Dios es esto".
Se refirió a las 12 enormes velas alineadas encima de la nave, desde la entrada trasera hasta el santuario adelante � "al igual que los apóstoles, están dando luz a la Iglesia".
Para Barbará Romani, la primera ministra laica de Our Lady of Guadalupe, "este es un día muy feliz. Nuestra peregrinación ha terminado".
Asignada a la misión por el fallecido P. Joseph Carney, el entonces párroco de Blessed Trinity, Romani vio crecer la comunidad de 49 personas en la primera Misa, a más de 5,000 familias registradas este año.
Nuestra Señora de Guadalupe lo hizo de otra manera, también, dijo Romani. “Si primero construyes un edificio, luego tienes que conseguir que la gente vaya a él. Lo que nosotros hicimos fue construir una iglesia durante 15 años � porque la iglesia somos nosotros. Por tanto, hoy construimos el templo”.
El Arzobispo Wenski, por su parte, recordó a los feligreses su privilegiada ubicación, al lado de la Autopista Turnpike de La Florida, a lo largo de la calle 25 del Noroeste.
“Piensen en cuantas personas verán esta iglesia todos los días cuando van por la autopista”, dijo, y cuantos verán su imagen en el mosaico que está frente a una de las carreteras más transitadas de La Florida.
"Al ver su imagen", dijo, "se pueden acercar más a la Iglesia y a su hijo, como lo hizo el pueblo mexicano hace 500 años".
DATOS BREVES SOBRE LA IGLESIA OUR LADY OF GUADALUPE
- Es una de las iglesias "más verdes" (de energía eficiente) de la Arquidiócesis de Miami, en concordancia con la encíclica del Papa Francisco, 'Laudato Si'. Los residuos de la construcción se desviaron de los rellenos sanitarios; los materiales de construcción, incluyendo los bancos, tienen un alto contenido de materiales reciclados; y se utilizó iluminación LED, junto con los sistemas de energía eficiente en el techo y el aire acondicionado.
- La escultura de mármol de la Virgen de Guadalupe que adorna la plaza en el exterior de la iglesia, mide 8 pies de alto y pesa 2 toneladas. Fue creada por la artista de nuestra comunidad, Nilda Comas y producida en Pietrasanta, Italia.
- Comas también creó el Cuerpo de Cristo de bronce que cuelga en la cruz del Santuario. El Cristo mide 10 pies de alto y pesa 600 libras; la cruz de 20 pies está hecha de roble rojo y pesa 400 libras. El proceso que se utilizó para crear el cuerpo data de la época romana y normalmente toma de seis meses a un año. Éste fue terminado en un mes. Los trabajadores lo instalaron en un par de horas antes de la Misa de consagración � con los andamios que fueron retirados a las 6 de la mañana.
- Comas llama a su trabajo “los Últimos Momentos” y dice que representa a Cristo como humano y divino, un lado tenso y sufrido, el otro descansado y casi sonriendo, mientras se da cuenta de que ha cumplido su misión salvadora.
- El mosaico de la Virgen de Guadalupe en la pared exterior de la iglesia, mide 26 pies de alto y también fue hecha con el estilo tradicional italiano. La obra fue construida a la mano, con el más fino cristal Venetial, y azulejos “smalti”. Fue creado por Paul Pickel, de Conrad Pickel Studio, con sede en Estados Unidos, que también diseñó y construyó las dos grandes vidrieras de la iglesia, que representan los momentos más importantes en la vida de San Juan Diego.
- Otra artista local, la colombiana Beatriz Ramírez, diseñó las 28 imágenes de porcelana de las vírgenes patronas de las naciones de las Américas. Estas imágenes � solamente 10 han sido realizadas hasta ahora � acompañan a las 14 estaciones de la Cruz en el exterior, esculturas en relieve de mármol, recuperadas y recicladas de una iglesia católica de Pennsylvania, actualmente cerrada.
- Las piezas de mármol del altar fueron construidas por Moroneys’ Religious Art, en Fort Lauderdale.