By Rocio Granados - La Voz Catolica
MIAMI | “Me siento feliz porque estoy reunido con mi mamá otra vez”, dijo Andy de 14 años, quien llegó solo a Miami cruzando la frontera sur de Estados Unidos.
Se reunió con su mamá después de muchos años de no verse. Salió de su natal Honduras con su hermano mayor por la violencia, las maras, y la delincuencia que hay allá, dijo Manuel, su padrastro. Su viaje, por tramos caminando y por otros en autobús, lo realizó porque “tenía miedo de estar en Honduras y me vine con mi hermano, pero solo yo puede pasar”, dijo Andy. Al llegar al control fronterizo, su hermano fue devuelto a su país por ser mayor de edad.
Es muy peligroso el camino, pero “gracias a Dios, a ellos no les pasó nada”, dijo Yesenia, la madre de Andy, quien se enteró de la travesía de sus hijos poco antes de que llegaran a la frontera sur de Estados Unidos. Un oficial de inmigración le informo que su solo su hijo Andy había sido admitido.
Unos días después, la llamaron del albergue Msgr. Bryan O. Walsh Children’s Village, administrado por Catholic Charities de la Arquidiócesis de Miami, y le avisaron que su hijo estaba en Miami.
Al encontrarse con su hijo “lo abracé mucho y lloré. Sentí felicidad, mucha felicidad”, dijo Yesenia.
“Estaba asustado cuando llegue por primera vez a Estados Unidos solo, pero cuando llegue a Children's Village me sentí mucho mejor porque ellos me cuidaron”, dijo Andy, quien compartió su historia durante la conferencia de prensa, el 10 de febrero, convocada por el Arzobispo Thomas Wenski y varios líderes comunitarios y empresariales para pedirle al gobernador de La Florida Ron DeSantis que pare la orden ejecutiva por la cual se impide la renovación de licencias de funcionamiento de centros de acogida de menores no acompañados que llegan al estado de La Florida.
“Le doy gracias a Dios por el cuidado y protección que le dieron a mi hijo durante el tiempo que estuvo en Children’s Village”, dijo Yesenia, y agregó que gracias a los servicios del albergue en el que permaneció solo 11 días, su hijo puede iniciar una vida en este país, empezando por asistir a la escuela.
El abogado de Catholic Legal Services, Alberto Montequín, señaló que “el caso de Andy es un ejemplo del valor que tiene estos programas aquí en el estado de La Florida”.
Hay muchos menores no acompañados que tienen sus padres o familiares en el estado de La Florida, pero son enviados a albergues en otros estados de los Estados Unidos, muy lejos de sus padres o de sus familiares. Deben de permanecer en esos albergues porque sus familiares viven lejos y toma más tiempo poder reunirlos, explicó Montequín.
En el caso de Andy, “él pudo estar con su mamá después de solo 11 días. Y mientras tanto le dieron un buen cuidado en el albergue. Pero no hay nada que reemplace el cariño de una mamá”, dijo el abogado.
Lo ideal es que los niños permanezcan en los albergues el menor tiempo posible antes de que se reúnan con su familia, “el caso de Andy es un ejemplo de eso”.
Ellos pudieron reunirse rápidamente porque pudieron comprobar su parentesco “y también porque el albergue al que enviaron al menor estaba en la misma ciudad donde vive la familia”, indicó Montequín.
La licencia de Children's Village pronto va a vencer “y es importante llegar a un acuerdo para que podamos seguir sirviendo a estos niños”, dijo Peter Routsis Arroyo, director ejecutivo de Catholic Charities de la Arquidiócesis de Miami.
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