�Voy a contar la verdad de lo que pas�'

By Rocio Granados - La Voz Catolica

 

MIAMI | En una conferencia de prensa en la Ermita de la Caridad, con la presencia del Arzobispo Thomas Wenski, del rector de la Ermita, P. Juan Rumín Domínguez, y de la viuda e hija de Oswaldo Payá, el abogado español Ángel Carromero contó detalles del accidente donde fallecieron los disidentes cubanos Payá y Harold Cepero.

Los detalles están plasmados en su nuevo libro, "Muerte bajo sospecha". 

“No fue un accidente, fue un atentado”, provocado por agentes del gobierno cubano, dijo Carromero acerca del accidente del 22 de julio del 2012, donde murieron Payá, fundador del Proyecto Varela, y Cepero, miembro del Movimiento Cristiano Liberación, 

Carromero en ese entonces tenía 26 años, y conducía el vehículo. Él resultó herido, al igual que su otro pasajero, el sueco Aron Modig, actual presidente de la Liga Juvenil del Partido Demócrata Cristiano de Suecia.

Carromero fue sentenciado por el gobierno cubano a cuatro años de prisión por homicidio imprudente. Después de permanecer seis meses en distintas cárceles en Cuba, fue trasladado a España para cumplir el resto de su condena en un régimen de libertad condicional.

Para su visita a Miami recibió una autorización judicial. Actualmente se desempeña como asesor del Ayuntamiento de Madrid y dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular. 

Carromero dijo que se enteró de la muerte de Payá en el hospital a donde lo llevaron, y nunca le permitieron comunicarse con los familiares de éste. La seguridad del estado lo golpeó y obligó a leer una declaración donde se declaraba culpable y aceptaba que perdió el control del vehículo y chocó contra un árbol.

“No me pude negar a hacerlo, pues si no, no estaría aquí con ustedes”, dijo. 

Carromero presentó fotografías obtenidas de imágenes que las autoridades cubanas presentaron de la escena del accidente y del vehículo, como prueba para inculparlo. “Se ve que en algunas de las fotografías se colocaron y quitaron el parachoques del vehículo y que el análisis de un perito podía determinar que fueron puestas”, con lo cual quiere probar lo que declaró cuando llegó a España, que otro vehículo los embistió y provocó el accidente.  

Con respecto al juicio de Carromero, el gobierno español dijo que tuvo una defensa apropiada. “Fue una de las condiciones para que yo pueda regresar a mi país, como también que el proceso no podía ser revisado cuando llegué a España”, dijo. 

Agregó que consideraba el juicio donde fue condenado como una farsa, por las incongruencias que presentaban y porque nunca se entregó a los familiares de las víctimas el resultado de las autopsias. 

Este hecho, dijo, le ha cambiado la vida completamente. “He vuelto a nacer. Recuerdo que cuando estaba en la cárcel de Bayamo, sentí que me moría, me mataban. Lo que le pedía a Dios en la cárcel era un día, para volver a mi casa y despedirme de mi familia”. 

Ofelia Acevedo, la viuda de Payá, dijo, “Admiramos que Ángel haya tenido el valor de decir 'yo voy a contar la verdad de lo que pasó'. Ese testimonio para mí y para mi familia es muy importante. Nos confirma todo lo que imaginábamos que había pasado”. 

Dijo además que “el accidente no existió. Vamos a partir de que el accidente fue fabricado”. 

Acevedo dijo que se enteró del accidente a través de un mensaje de texto que recibió de unos amigos de Suecia, donde le decían que su esposo y otras tres personas habían sufrido un atentado. “Un mes antes habíamos tenido un accidente; gracias a Dios no nos pasó nada”, añadió.

La hija de Payá, Rosa María, dijo que, “La muerte de mi padre y de Harold Cepero, para nosotros, está claro. Nosotros sabemos que fue un atentado. Yo confío en que vamos a poder llevarlo a tribunales”.

Dijo además que dentro de Cuba están reclamando el informe de autopsia de Payá y de Cepero, pero el gobierno cubano se niega a entregarlo.  

Fuera de Cuba, dijo, están en conversaciones con la Relatoría de Crímenes Judiciales de las Naciones Unidas para que continúen el proceso con el gobierno cubano. Han iniciado también una demanda ante la Comisión Internacional de los Derechos Humanos. 

En España, de donde Payá era ciudadano, se han agotado los recursos legales. “El gobierno español, como Ángel ha aclarado, ha pactado con el gobierno cubano. No pueden revisar el caso, pero hay tribunales superiores en Europa a los que también vamos a recurrir”, dijo Rosa María Payá. 

Por su parte, Mons. Wenski, con su presencia, quiso mostrar solidaridad con la familia que ha sufrido la pérdida de un ser querido.

“Oswaldo fue un católico muy comprometido por mejorar la situación en Cuba. Era como una respuesta a su compromiso cristiano”, dijo el Arzobispo. Con respecto a Carromero, dijo, “Él dio su testimonio y quiere colaborar con la búsqueda de justicia de la familia Payá”. 

“La Iglesia nos ha acogido, nos ha ayudado, nos acompaña", dijo Acevedo, quien después de la muerte de su esposo se mudó a Miami con sus tres hijos, hace casi año y medio. "Mons. Wenski de manera especial ha sido muy cercano a mí, a mi familia y también a mi esposo. Para mí es la misión de la Iglesia acompañar, proteger, orientar a los hijos de Dios”.  

“Fue muy hostil y fue muy duro todo lo que nos hicieron", agregó. "Carromero ha sido muy valiente”.